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Luis Collado Coch, pintor, ilustrador y dibujante de cómic clásico: “En España apenas queda cómic porque la tele le ha sorbido el seso a los niños” Luis Collado Coch, pintor, ilustrador y dibujante de cómic clásico: “En España apenas queda cómic porque la tele le ha sorbido el seso a los niños”
Autorretrato de Luis Collado Coch, que puede verse en la exposición de Calanda

Luis Collado Coch, pintor, ilustrador y dibujante de cómic clásico: “En España apenas queda cómic porque la tele le ha sorbido el seso a los niños”

El artista valenciano con lazos familiares en Calanda expone una retrospectiva en el Centro Buñuel
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Luis Collado Coch es un dibujante de cómic clásico, ilustrador y pintor nacido en Valencia, afincado en Valencia y calandino de corazón. Después de más de 50 años trabajando aún no ha abandonado lápices y pinceles a sus 83 años. El Centro Buñuel Calanda acoge una exposición retrospectiva que repasará su obra hasta final de año. 

- Usted ha dedicado casi toda su vida al cómic... ¿la pintura al óleo ha sido para usted una afición?

- No, no, también he hecho de ella una profesión. Empecé haciendo historietas en 1956 en Valencia con la Editorial Valenciana, marché a Barcelona donde trabajé para Bruguera, Roasa, y con la agencia Selecciones Ilustradas colaboré para medio mundo; Estados Unidos, Alemania, Francia, Inglaterra, Italia... Así estuve hasta 1992 cuando entré en la publicidad haciendo storys e ilustraciones. En 1996 trabajé haciendo ilustraciones para muchas editoriales, como Planeta, Plaza & Janés, Molino, Martínez Roca, Vicen Vives... Y mientras tanto he vendido muchas pinturas y he expuesto en Gijón, en Grenoble, Bolonia, Barcelona, Valencia, Manresa, Madrid, Calanda, Alcorisa, Andorra... Más o menos dejé de trabajar en serio en 2012, pero desde entonces he hecho mucha pintura por encargo y también cómic por placer. 

- Aunque está afincado en Barcelona, ha mantenido una relación con Calanda fruto de su matrimonio...

- Sí. María Asunción nació en Valdealgorfa aunque su madre era de Calanda. La conocí en Sant Sadurní dAnoia y nos casamos en Barcelona, donde vivimos. Pero todos los años desde hace por lo menos 50 venimos a Calanda a pasar el verano, el Pilar o la Semana Santa.

- Su trabajo con el cómic histórico destaca por la minuciosidad del detalle real...

- Es que para hacer historia no puedes hacerla de cualquier manera. Dibujé historieta de guerra para Inglaterra durante 20 años, y siempre digo que yo he matado más soldados que todos los ejércitos juntos de la Segunda Guerra Mundial. Y para esto necesitas un gran archivo de uniformes, armas, vehículos, ambientaciones de época... Eso me ha llevado una cantidad de horas de estudio y trabajo tremendas porque si dibujas un T-34 ruso tienes que hacer un T-34, no puedes hacer otro tanque, y antes no existía Google.

- Eso le habrá convertido en un experto en la segunda Guerra Mundial...

- He tenido que estudiarla muy a fondo durante muchos años, e incluso tengo una gran colección de maquetas que me han ayudado a dibujar los vehículos con total realismo. Aunque luego la historia me la escribían otros, y había algunas que... Desde Inglaterra me llegaban unos guiones que yo decía que eran para imbéciles, porque un sargentito inglés, él solito, se cargaba a toda una División Panzer alemana. Con cinco sargentos como ese la guerra hubiera durado cuatro semanas. Y yo tenía que dibujar aquello para que fuera creíble, y te aseguro que no era fácil. Y con Los Cinco Ases para Francia igual. Eran cinco rangers ingleses de operaciones especiales que iban con un foxterrier como el de Tin Tin. Pues los seis hacían unas misiones absolutamente increíbles, y además sin matar a nadie. ¿Te imaginas una historia de guerra donde no muera nadie? Y si moría alguien tenía que ser con una explosión que se veía un casco volando... Para esto los franceses eran muy timoratos. 

- ¿Tenía que dulcificar los cómic de guerra?

- En Francia sí, pero los ingleses por ejemplo eran más duros para esto.   

- El cómic bélico no ha sido su único género...

- No, que va. Empecé con Ric Rice, que era un personaje western, y también he hecho policíaco con una serie de Kojak y del Juez Dredd, de terror, histórico... Pero todos los temas los he hecho con estusiasmo, ninguno a disgusto para ganar dinero. Aunque me mandaran algún guion que fuera una porquería, lo hacía con el máximo interés para que la cosa funcionara. 

- ¿Qué diferencias existen entre el cómic clásico y el contemporáneo en España?

- Muchas. Ahora hay muchas influencias del manga japonés y es completamente distinto. En los años 60 los quioscos españoles estaban llenos de cómic y ahora prácticamente no queda nada. Hoy en día se trabaja haciendo manga para el extranjero y dibujos animados, que es una de las cosas que me hubiera gustado hacer pero no he tenido ocasión. 

- ¿A qué se debe el mal momento del género en España?

- Fundamentalmente es culpa de la televisión, que les sorbe el seso a los niños de tal manera que ya no están por la lectura de cómic. Todas las editoriales han ido cerrando y excepto Ibáñez, que por cierto es muy amigo mío, nadie puede vivir del cómic en España. 

- ¿Sigue dibujando cómic?

- Tengo en preparación ahora mismo una una trilogía sobre diferentes episodios de la Segunda Guerra Mundial, que hago por mi placer. Están listos y solo falta publicarlos. 

- ¿Ha incorporado el ordenador a su forma de trabajar?

- Sí, desde luego. Desde hace mucho tiempo es una herramienta más para cualquier ilustrador. Y además te permite enviar y recibir trabajos y tener el mayor archivo del mundo para cualquier cosa, sin ocuparte espacio. Si lo hubiera tenido hace años me habría ahorrado mucho dinero en revistas, libros y enciclopedias.