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Francisco Burillo recibe el Premio Vaccea 2018 de Protección del Patrimonio Francisco Burillo recibe el Premio Vaccea 2018 de Protección del Patrimonio
Francisco Burillo recibió el Premio Vaccea 2018

Francisco Burillo recibe el Premio Vaccea 2018 de Protección del Patrimonio

El galardón reconoce el compromiso con la Serranía Celtibérica
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Francisco Burillo Mozota, catedrático de Prehistoria en el Campus de Teruel, recibió de mano de Pilar Garcés, directora general de Universidades e Investigación de la Junta de Castilla La Mancha, el Premio Vaccea 2018 en la categoría de Protección y Conservación del Patrimonio por su “intensa labor en la protección del patrimonio arqueológico de la Serranía Celtibérica y su permanente compromiso intelectual en el reconocimiento de la identidad interregional de la Serranía Celtibérica, en el marco de la Europa de las Regiones”. 

El acto, presidido por el rector de la Universidad de Valladolid, tuvo lugar en la Facultad de Filosofía y Letras.

Burillo agradeció que fuera reconocido con este galardón por el Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg, ya que la labor que lleva a cabo su director, Carlos Sanz Mínguez, en la ciudad vaccea de Pintia, puede considerarse como un ejemplo de trascendencia a la sociedad de la labor investigadora, dos de las tres funciones que junto con la docente tiene el profesor universitario.

Burillo señaló que ha sido norma en sus investigaciones sobre el mundo celtibérico la transmisión de sus conocimientos a la sociedad para contribuir a su desarrollo social, económico y cultural. Sin embargo, reconoció que sus esfuerzos, desgraciadamente, no han tenido el apoyo institucional necesario. 

Ya en el año 1997 elaboró un informe para que la Cultura Celtibérica fuera declarada Patrimonio de la Humanidad, lo que permitió que esta propuesta entrara en la lista indicativa de la Unesco. Sin embargo, y aunque en el 2005 los mayores expertos en el mundo celtibérico reunidos en Soria demandaron al Ministerio de Cultura que culminara los trámites de la declaración, al año siguiente fue sacada esta propuesta de dicha lista indicativa.

En el año 2007, con motivo de la presentación en Calatayud de la Ley de Desarrollo Rural Sostenible, el entonces alcalde, Victor Javier Ruiz de Diego, le encargó la elaboración de la Ruta Celtibérica como un proyecto de creación de empleo mediante el turismo cultural. El trabajo de campo fue la base para visibilizar la existencia de un amplio territorio que denominó Serranía Celtibérica, cuya extrema situación de despoblación no se había percibido al estar compartido entre cinco comunidades autónomas. 

Concluyó Burillo agradeciendo el galardón recibido, expresando que era un verdadero acicate para seguir batallando en pro de la protección y conservación del patrimonio cultural y natural de la Serranía Celtibérica como cauce de su desarrollo social y económico. Y, de forma especial, la salvaguarda del patrimonio del inmaterial, tarea ésta de la máxima urgencia, pues los únicos “guardianes de la memoria” son mayores de 80 años.