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Los sueños de Goya y Buñuel, también desde la perspectiva de un niño Los sueños de Goya y Buñuel, también desde la perspectiva de un niño
El juego de pistas de Elisa Plana y David Guirao aparece lleno de detalles y actividades

Los sueños de Goya y Buñuel, también desde la perspectiva de un niño

David Guirao y Elisa Plana han creado un juego de pistas que acompaña a la exposición que puede verse en Zaragoza
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Los espacios expositivos del Museo de Goya y del Museo de Zaragoza, en la capital del Ebro, acogen desde el pasado mes de octubre y hasta el 30 de diciembre la exposición Goya y Buñuel. Los sueños de la razón. Se trata de una original muestra que estrenó el Gobierno de Aragón en diciembre de 2017 en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid, y que relaciona conceptualmente a ambos artistas, que más allá de compartir orígenes aragoneses, sordera y afrancesamiento –como recordó en su día Jean Claude Carriére, guionista que trabajó con el cineasta de Calanda–, se identificaron con numerosas fuentes de inspiración comunes, maneras de ver la vida y de darles traslación a sus respectivos quehaceres artísticos. Estas coincidencias conceptuales, más llamativas en cuanto que 150 años separan a Goya y a Buñuel, es el hilo argumental de la muestra, comisariada por los expertos Amparo Martínez y José Ignacio Calvo. 

Contenidos didácticos

La exposición se enriqueció con dos contenidos didácticos dirigidos a estudiantes desde que llegó a Zaragoza procedente de Madrid, antes de emprender un periplo internacional que la llevará por Los Ángeles (EEUU) o México entre otros lugares.

Estos materiales están compuestos por una guía didáctica dirigida a estudiantes de Secundaria, con textos de Elisa Plana e ilustraciones de Coco Escribano, y un Juego de Pistas ilustrado por David Guirao y escrito igualmente por Plana, dirigido a escolares de Primaria y a un público familiar en general. 

David Guirao, ilustrador habitual del cuentos infantiles de autores como Sandra Araguas o Ana Alcolea, ha trabajado en numerosos contenidos de corte educativo, algunos de ellos precisamente sobre la figura de Francisco de Goya –como Goya, un genio de la pintura–. Sin embargo este proyecto, el del juego de pistas sobre el tándem Goya-Buñuel, ha supuesto un importante reto para él en varios sentidos. De entrada la portada, tanto de la guía como del juego de pistas, está basada en el cartel de la exposición, que recrea las miradas –únicamente los ojos– de los dos artistas en la treintena, en plena fase de aprendizaje y evolución. De un lado se toman los ojos del autorretrato de Goya fechado en 1775, y del otro de la popular fotografía de Buñuel tomada por Man Ray en 1929. “Mientras que la fotografía de Ray es icónica y muy fácilmente identificable por el público, no lo es tanto el autorretrato de Goya, al menos para el público general, así que sacar una versión más infantil y a la vez reconocible de los ojos de ese retrato fue realmente complicado para mí”. 

De hecho la estética con la que Guirao representa a Goya a lo largo del juego de pistas es poco habitual, en el sentido de que no se corresponde con la imagen madura, “con canas, capa y de gesto adusto” con la que la mayor parte del público identifica al genio de Fuendetodos. Al contrario, Goya aparece como alguien joven, luminoso y de talante alegre. “Ya no es tanto para hacerlo más cercano y agradable a los niños de Primaria, que también, sino porque el objetivo era representar al Goya de la fase aragonesa y de aprendizaje. Tanto él como Buñuel se caracterizaron porque siguieron aprendiendo e innovando en su vejez. Así que evitar sus representaciones como hombres maduros redundaba en la idea de que, en realidad, fueron eternamente jóvenes en cuanto a la creación se refiere”, explica Guirao. 

Buñuel también es representado como un joven en la treintena, aunque en tonos apagados imitando el blanco y negro de su cine. Según el ilustrador “es paradójico porque, aunque Buñuel es mucho más actual, todo el mundo lo identifica con el blanco y negro, mientras que Goya, siendo más antiguo en el tiempo, representa el color”.

Relacionar los dos creadores

El Juego de Pistas es una publicación sencilla, de pocas páginas, que plantea algunos de los hitos centrales de ambos creadores y sus nexos conceptuales en común, así como actividades relacionadas con los contenidos expuestos en Goya y Buñuel, como puedan ser relacionar a cada uno con los temas de los que habló (las injusticias y el atraso social en sus respectivas épocas, por ejemplo), las fuentes de inspiración que tuvieron en común (los sueños) o los maestros de los que bebieron, alguno de los cuales, como el pintor Velázquez, también compartieron. Se proporciona gratuitamente al entrar en los dos espacios expositivos donde está la muestra, el Museo Goya y el Museo de Zaragoza, y está diseñada para que niños de Primaria y sus familias la utilicen mientras se encuentran paseando por la exposición, aunque también para trabajarla una vez en casa. 

Aunque los contenidos dependen en su mayor parte de la coordinadora del trabajo, Miriam Monterde, y la guionista Elisa Plana, David Guirao ha podido trabajar con bastante libertad y hacer aportaciones desde la perspectiva del ilustrador. “Ha sido un trabajo muy fluido entre todos, en los que he podido proponer soluciones a aspectos que no veía claros”, explica el zaragozano. Un ejemplo es la página que plasma los viajes que ambos realizaron por Francia  e Italia y, en el caso de Buñuel, por el continente americano. Guirao utiliza para mostrar sus huellas dos animales icónicos en la obra de cada uno; el perro en el caso de Goya y la hormiga en el de Buñuel, animales que se repiten a lo largo de la obra. “Puede que de entrada un niño o un adulto que no conozca bien la obra de los dos no los identifique con estos animales, pero precisamente por eso obliga al lector a preguntarse por qué se han elegido precisamente esos animales y no otros, y le lleva a seguir investigando y aprendiendo por su cuenta”, afirma Guirao. 

Esto tiene que ver con la concepción que tiene David Guirao de la ilustración, para quien “debe cumplir un doble compromiso, el de iluminar y embellecer, sobre todo en este caso para atraer al púbico infantil a través de la gráfica, el color y la gestualidad, pero también el de aportar conocimientos y estimular”. No se trata tanto de repetir lo que el texto sostiene, sino de añadir otros datos. “Los niños captan el lenguaje audiovisual mejor que los adultos, y eso te permite jugar con cosas que se entienden sin necesidad de explicarlas... algo así como dar pequeñas pistas gráficas que el cerebro capta e interpreta”, afirma el ilustrador. Como ejemplos, el Juego de Pistas incluye a un Buñuel sujetando la característica cuchilla de afeitar de Un perro andaluz o filmando un mendrugo de pan sin mencionar Las Hurdes, o a un Goya dando color al icónico sujeto vestido de blanco y amarillo de El 3 de mayo en Madrid, de nuevo sin nombrar esta obra. 

La edad ideal para el niño que la trabaja es de 7 a 11 años, aunque también está diseñada para resultar interesante al público adulto y, en cualquier caso, apta para ser trabajada para el escolar y sus padres en conjunto. 

Otro de los elementos peculiares del Juego de Pistas de Elisa Plana y David Guirao es el formato, ya que consta de cinco páginas impresas por ambos lados y dispuestas en forma de cruz autoplegable. “La idea es que fuera un formato diferente y llamativo”, explica Guirao. “Yo lo encuentro muy acertado, porque es poco convencional y más intuitivo”.