Lugh nació en una colonia felina pero un daño en una de sus patas provocó que hubiera que buscarle una familia
Naciste en una colonia felina por lo que no era previsible que tu contacto con los seres humanos fuera muy intenso, únicamente con vuestras cuidadoras, que, a diario os alimentaban y controlaban comprobando que todo iba bien. Creciste feliz, a pesar de la dureza de la vida en la calle, junto a tu madre y hermanos y hermanas y el resto de tu familia felina.