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“Muchos de los efectos del 68 se mantienen en la actualidad” “Muchos de los efectos del 68 se mantienen en la actualidad”
El catedrático de Historia Contemporánea Miguel Ángel Ruiz Carnicer visitará este martes Andorra dentro del ciclo del Celan

“Muchos de los efectos del 68 se mantienen en la actualidad”

El historiador Miguel Ángel Ruiz Carnicer ofrecerá este martes una charla en la Casa de Cultura de Andorra
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El catedrático de Historia Contemporánea en la UZ Miguel Ángel Ruiz Carnicer comparecerá este martes en la Casa de Cultura de Andorra, a partir de las 19 horas, para impartir la conferencia Las huellas del 68 en la sociedad actual. La charla es la última de las cuatro previstas en el ciclo Rebelión en la calle. El 68 cincuenta años después organizado por el Celan, que se prolongará todavía hasta el 1 de diciembre.

- Le reto a que me de una respuesta rápida a la siguiente pregunta. ¿Queda huella del 68 cincuenta años después?

- Sí. Yo soy de los que piensan  que el 68 fue una revolución cultural, y por tanto permeó en la sociedad con una serie de elementos, desde los sociológicos hasta la transformación del mundo cultural, sexual o vital, cuyos efectos se mantienen y han determinado nuestra sociedad actual. 

- Dice que el 68 fue una revolución cultural, pero como revolución fracasó, ya que no derribó ningún sistema o modelo, sino que como mucho cambió el existente...

- En lo político la caída de los regímenes comunistas de 1989 tuvo más entidad o repercusión que el 68, aunque en ese año ya se puso es cuestión no solo la política de Europa occidental o EE UU, sino también de la Europa soviética en la Primavera de Praga. Es cierto que el bipartidismo y De Gaulle permanecieron tras el 68 –aunque el político dimitió poco después–, pero las relaciones políticas, personales, sexuales o estructuras como la del matrimonio saltaron por los aires. Se hicieron comunas, experimentos culturales y un montón de cosas sin las cuales no se entienden el actual movimiento feminista o del colectivo LGTB. El matrimonio homosexual que hoy en día se contempla en muchos países es un hijo directo del 68, como ruptura de la visión más tradicional de las relaciones sociales. 

- ¿Con qué otras manifestaciones herederas del 68 convivimos en la actualidad?

- Por ejemplo los movimientos medioambientalistas y verdes, que reivindican una vuelta a lo natural durante aquellos años. Reivindicación que más que real en aquel momento, fue un ideario que luego dio lugar a una serie de partidos políticos verdes, y a que todos los partidos políticos tengan una agenda medioambiental porque el ciudadano medio se lo exige. Y algunas de nuestras actuales contradicciones también tienen su paralelo en el 68. Por ejemplo ese movimiento cultural es anticapitalista y al mismo tiempo es muy consumista, como lo somos nosotros ahora. La manzana mordida de Apple es un símbolo del 68 que tiene mucho que ver con este consumo tecnológico actual. 

- ¿Un símbolo del 68?

- Sí. Esta manzana mordida se utilizó en determinados momentos del 68 como símbolo bien de la liberación sexual, en referencia a la manzana que muerde Eva, o bien como símbolo de la voluntad de ir más allá de los límites establecidos, no solo en lo sexual, y de coger lo que cada cual considera suyo. 

- ¿El espíritu rebelde que se le atribuye a la juventud por defecto, también viene del 68?

- Las ideas convencionales de la familia, del respeto a los padres y a la ideología de posguerra según la cual el objetivo era trabajar muchas horas para que los hijos pudieran comer y estudiar no será respetado por los jóvenes de esa época, porque ya no lo han vivido. Entonces se reivindicarán otras cosas diferentes, que ya no entienden la generación de los padres. Como pasa con el Partido Comunista Francés, que inicialmente deslegitima a los que protestan y les tilda de niñatos por jugar a la revolución, cuando desde su óptica los auténticos revolucionarios son ellos. El 68 tiene un enorme elemento generacional. Todos esos cambios los hemos interiorizado parcialmente, no son medibles como la llegada de un partido nuevo o de un régimen político nuevo, pero desde el tuteo hasta la forma de vestir, son elementos nuevos que tuvieron su inicio en el 68. Por eso digo que esa revolución cultural tiene un impacto duradero que llega hasta la actualidad, más allá de que otras reivindicaciones como la que estaba en contra de la guerra de Vietnam no triunfara, porque después ha habido otras muchas guerras con EE UU implicado en ellas. 

- ¿El 68 llegó a España en versión descafeinada, por acción del régimen franquista?

- La oleada en el sentido amplio, cultural, social, estética y sexual llegó a España más tarde, pero ya se empezó a ver en la militancia antifranquista, cuya fecha clave es el 56 porque se dan los primeros disturbios. En España a partir del 68 el PC deja de ser la referencia y aparecen grupos maoístas o cosas parecidas a las Brigadas Rojas de Italia. Grupos alternativos de izquierdas que aquí no luchaban contra una democracia falsa como en Francia, sino directamente contra la falta de democracia. Así que en España el 68 primó más en la reivindicación política que en la cultural y sexual, por ejemplo. Luego llegó el momento con la Movida de los años 80, que fue una especie de eco del 68 con un estallido y un ansia de recuperar el tiempo y las experiencias perdidas, y que es característica de nuestro país. 

- ¿El 15-M español será algún día comparado con el 68?

- El tiempo pone las cosas en su sitio, pero en mi opinión el 68 tuvo más repercusión porque implicó más fenómenos y porque tuvo carácter internacional. Quizá el 15-M es un movimiento más estrictamente político, porque no nace producto de la bonanza económica que permitió el afloramiento de un sentimiento de creatividad y de posibilidad de cambio, como el 68, sino de una crisis que provoca la desconfianza hacia un sistema que empuja a muchos al drama. Existe cierta relación en algunas reivindicaciones, porque el 15-M recupera algunas del 68, pero no creo que con el paso de los años ambos fenómenos gocen del mismo estatus histórico ni tengan la misma repercusión futura. 

- Los ecos del 68 en la actualidad de los que hemos hablado son decididamente positivos, pero hay quien piensa que ese año empezaron todos los males de Europa. ¿Qué consecuencias negativas tuvo en su opinión?

- Respecto a la población, no creo que ninguna de las consecuencias que hemos heredado del 68 sean negativas... Pero hay sectores que lo sitúan como el inicio de la crítica a la autoridad y de la pérdida de referentes, y en época de crisis como esta hay muchos que echan de menos esas figuras autoritarias. Sarkozy siempre ha sido un militante anti 68 por lo que tiene de libertario y de pérdida del respeto por la autoridad, pero estos mismos políticos conservadores han construido su poder con elementos que también son hijos del 68, como las políticas diferenciadoras, la conexión con las personas e incluso la música, como en el caso de la esposa de Sarkozy... Yo desde luego no comulgo con Sarkozy ni bendigo el 68 como algo maravilloso en lo que todo marchó a pedir de boca, porque también tuvo muchas contradicciones. Pero lo que es una realidad es que sus ecos siguen teniendo vigencia en nuestra sociedad actual.