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Hemeroteca: “Felipe eso no”: 30 años de la huelga general que superó todas las previsiones Hemeroteca: “Felipe eso no”: 30 años de la huelga general que superó todas las previsiones
Este periódico hizo un amplio despliegue de aquella jornada histórica de huelga general en España

Hemeroteca: “Felipe eso no”: 30 años de la huelga general que superó todas las previsiones

5.000 trabajadores se manifestaron en Teruel en la protesta del 14 de diciembre de 1988
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Hace treinta años por estas fechas España se preparaba para su tercera huelga general de la etapa democrática, la huelga de “Felipe, eso no” porque era la reacción a las políticas económicas del presidente socialista Felipe González. El líder socialista reconocía después el “duro golpe que el éxito de la huelga supone en su política” porque, según contaba este periódico entonces, “la huelga general superó todas las previsiones”, también en Teruel, y se convirtió en la protesta de este tipo con mayor repercusión hasta entonces, e histórica por lo que supuso de ruptura de la izquierda.

El 14-D fue calificada como “jornada histórica para los trabajadores turolenses”, cuya participación este periódico cifraba en miles en su edición del 15 de diciembre de 1988. Convocados por UGT y CCOO, los manifestantes portaban pancartas como la llamativa y citada de “Felipe eso no”, pero también otras que leíamos en la crónica firmada por J.A.G.: “Basta de sangrar a los trabajadores”, “La Moncloa campo de tiro. No hay especies a proteger, las ratas huyen por el desagüe”, “Las mujeres de UGT estamos aquí, porque la clase trabajadora está en lucha” y distintas proclamas, continuaba diciendo la crónica, en la que se atacaba con dureza la política gubernamental y patronal.

Citaba el texto el seguimiento en empresas destacadas aún hoy en la provincia y otras que ya no encontramos: Confecciones Teruel, Móstoles Industrial de Cella, Cimarrón en Alcañiz o la de Óscar Mayer en Calamocha.

La huelga general estaba convocada en España por los sindicatos UGT y CCOO y se protestaba contra la retirada del plan de empleo juvenil y contra la política económica del Gobierno. Según los sindicatos, el seguimiento de la huelga fue de 8 millones de españoles, el 90 por ciento de la población.

El plan de empleo juvenil previa un contrato destinado a jóvenes de entre 16 y 25 años, por el salario mínimo interprofesional, una duración de entre seis y 18 meses y exenciones en las cuotas de la seguridad social para los empresarios. Reivindicaban también, leíamos entonces, la equiparación de la pensión mínima con el salario mínimo y el derecho a la negociación colectiva de los funcionarios.

Sin incidentes

La normalidad y la ausencia de incidentes fue lo más destacado de la marcha a pesar del seguiemitno y eso que, destacaba el texto, se temía lo que pudiera pasar por la presencia de los mineros: “Antes de que amaneciera, las Fuerzas de Seguridad del Estado habían tomado posiciones en lugares estratégicos de la ciudad. El Gobierno Civil había justificado la medida, a priori, en virtud de las expectativas de que pudieran actuar los piquetes informativos. Demasiado viaje para tan poca alforja, entre las 7,30 y las 8 de la mañana nadie se movía en el polígono industrial. Solo un poco más lejos, cientos de trabajadoras de Confecciones Teruel se dirigían, en fila compacta, hacia el edificio de la Dirección provincial de trabajo con el objeto de realizar una asamblea”.

Y es que durante los días previos “se hizo correr el rumor interesado de que piquetes mineros actuarían violentamente contra quienes no secundaran la huelga. Interesado e intoxicador”. Y citaba que el único piquete fue el que intentó que los trabajadores de Intamasa, en Cella, no ocuparan sus puestos de trabajo, pero sin ninguna violencia.

Y el dirigente de la federación minera de UGT, Jesús García Duque, lamentaba en estas páginas lo ocurrido: “Los mineros estamos muy dolidos con la imagen que desde distintos puntos se ha elaborado de nosotros. Afortunadamente hemos tenido ocasión de demostrar cuál es nuestra actitud”.

Precisamente en Andorra “la minería turolense fue en bloque en el apoyo a la huelga general” leíamos del texto firmado por Inmaculada Muñoz. Entre 3.000 y 5.000 personas cifraban la asistencia en la manifestación de la plaza del Regallo, y unos 300 en Alcañiz. Detallaba en este texto que el seguimiento en empresas y comercios fue notable, y el cumplimiento de los servicios mínimos en lugares destacados como la central térmica de Andorra, donde “su seguridad estuvo garantizada por una pequeña dotación militar que cada cuatro horas era relevada”.

El seguimiento

La resaca de la huelga la leíamos el 16 de diciembre y la titulaba este periódico como “sol radiante en la cuenca minera”. Se respiraba satisfacción entre el sector sindical, aunque había comercios que, denunciaba Mariano Giménez, presidente de la Cámara de Comercio entonces, habían cerrado “por miedo a algún incidente, si bien reconoció que no había existido ningún tipo de presión y que el resultado podía tener implicaciones psicológicas”, según publició este rotativo.

La huelga de 1988 fue el que tuvo más seguimiento de los que se habían convocado hasta entonces en la etapa democrática. Así, en la huelga de 1978, convocada por la Confederación Europea de Sindicatos por el alto porcentaje de desempleo en Europa (llegaba al 5% en aquel momento), se cifró el seguimiento en 4 millones de personas. Y la huelga de 1985, convocada contra la Ley de Pensiones, fue secundada también por cuatro millones de trabajadores, según los sindicatos.

Sin televisión

También en la huelga de 1988 se produjo algo que no había ocurrido hasta entonces. Por primera vez en la historia de la televisión en España, la emisión se vio interrumpida por una huelga. Según publicó entonces El País, varios técnicos de TVE, que figuraban como asignados a tareas de servicios mínimos, abandonaron su trabajo con el apoyo de la asamblea de trabajadores, después de que se rompieran las negociaciones entre empresas y sindicatos. Diez segundos antes de las cero horas del 14 de diciembre “los centenares de trabajadores que se encontraban reunidos en asamblea en el vestíbulo principal de Torrespaña empezaron a cantar la cuenta atrás con grandes voces” que incluso se podían oir desde el plato en el que se realizaba en ese momento el Telediario 3. 

Al acabar esa cuenta atrás los trabajadores fueron abandonando sucesivamente su puesto de trabajo, y ocurría justo cuando en el telediario salía una información que aseguraba que en TVE estaba garantizado el mantenimiento de la emisión con los servicios mínimos.  Los espectadores que estaban vieron entonces imágenes documentales de varias ciudades españolas, el programa religioso grabado Testimonio y el himno nacional puso el cierre.

En un reportaje emitido en TVE casi 20 años después de aquello, el líder entonces de CCOO, Antonio Gutiérrez, destacaba la “prepotencia” del Ejecutivo socialista que gobernaba con mayoría absoluta, y Nicolás Redondo, máximo líder de UGT, hablaba del sabor agridulce que tuvo para ellos aquella protesta que supuso, como recogía el reportaje de TVE “romper la familia socialista” poniendo “frente a frente a Felipe González con el sindicato afín”. En aquel reportaje entrevistaban también a los técnicos responsables del apagón de TVE: Ángel Larroca, técnico de sonido que fue el primero en dejar de dar el servicio y dejar muda la emisión, y a dos trabajadores del repetidor de Navacerrada, José María Fernández y Antonio Pomares, que relataban que al día siguiente tenían telegramas de despido.

Los periódicos, como es habitual, hicieron huelga la jornada previa, el 13 de diciembre, y el seguimiento entre los medios a nivel nacional también se consideró como un paro casi total. 

Tras la protesta, el Gobierno retiró el plan de empleo juvenil que había sido el detonante de la protesta. El Ejecutivo y los sindicatos retomaron el diálogo que se acabó concretando en lo que se denominó el “giro social”.

La única denuncia presentada en Teruel en la huelga, un “piquete goloso”

La única denuncia que se presentó durante aquella jornada hacía referencia a un denominado “piquete goloso” en el bar Los Gemelos de la capital, “una aportación reciente al movimiento obrero y su actuación se centra en la realización de consumiciones que posteriormente no son abonadas”. Se daba además la circunstancia de que el establecimiento estaba regentado por un representante sindical y el bar permaneció abierto durante toda la jornada de aquel miércoles.

Las huelgas generales en España

En la etapa democrática desde 1978, se han convocado en España doce huelgas generales: 1978, 1985, 1988, 1992, 1994, 2002, 2003, 2010, 2011, dos en 2012 y la última el 8 de marzo de 2018. La huelga de 1978 se convocó una hora por el alto desempleo en Europa (el 5%) aunque se considera la del 20 de junio 1985 la primera gran huelga general, convocada solo por CCOO, contra el recorte en las pensiones y la situación de la Seguridad Social. La de 1988 fue la primera convocada por los dos grandes sindicatos, luego llegaría la de 1992 (de 12 horas) y la de 1994, la última con González, que protestaba contra los contratos basura. El 20 de junio de 2002,  ya con José María Aznar, CCOO y UGT convocaron un paro general contra la reforma del subsidio de desempleo. El 10 de abril de 2003 UGT y algunas federaciones de CCOO convocaron un paro de 2 horas contra la participación de España en la Guerra de Irak, mientras que CGT y CNT sí convocaron huelga de 24 horas. El 29 de septiembre de 2010, CCOO, la huelga era contra la reforma laboral y el 27 de enero de 2011, se protestó contra la reforma de las pensiones. El 29 de marzo se convocó la primera de las dos huelgas de 2012, contra la séptima reforma laboral y la segunda huelga de aquel año fue el 14 de noviembre, la primera huelga internacional. La última, en 2018, fue un paro internacional por la igualdad de las mujeres.