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El valor del click El valor del click

El valor del click

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Cruz Aguilar

Circulan por las redes sociales viñetas muy ilustrativas sobre la importancia que adquieren los click, los Me gusta o los retuits. Hay gente que vive de eso y quiere a toda costa generar comentarios, aunque sean malos. Es la famosa frase de “que hablen de mí, aunque sea mal”, pero aplicada al ciberespacio. 
Hace unos días se montó cierto revuelo por un artículo publicado en un blog. Sí, un blog, los medios de comunicación son otra cosa e igual estaría bien aprender a diferenciarlos para evitarnos problemas, sobre todo los periodistas. El autor en cuestión se puso a criticar por criticar en un tono machista y xenófobo el reportaje realizado por unos periodistas sobre la provincia de Teruel. Las mujeres salían especialmente mal paradas, pero también algún hombre. Lo hizo para generar movimiento en su blog, porque es la única forma que tiene de lograr entradas en él. 
Cuando compartimos este tipo de mensajes –quiero pensar que porque nos indignan, no porque estemos de acuerdo ni siquiera en una línea– le hacemos el juego y contribuimos a darle coba a alguien que, trasladando su actitud a la sociedad de carne y hueso, es como el borracho que está apostado en la esquina de una barra insultando a todo el que pasa para llamar la atención. A ese tipo de gente normalmente nadie le hace caso, en los lugares pequeños incluso se les conoce y sus convecinos dan un rodeo para ni siquiera pasar cerca de ellos. 
En internet deberíamos hacer lo mismo. Yo ya he vetado a algunos porque sus comentarios me parecen totalmente fuera de lugar. Acepto muchas opiniones, pero hay cosas que no me apetece leer y desde luego no me voy a poner a discutir con nadie que me da igual realmente lo que piense. En muchos casos son provocadores natos que llenan su tiempo de ocio generando malestar entre la gente que los lee, ese es su único objetivo. En el caso del blog del otro día estaba bien claro, ni siquiera se molestó en buscar en Google el nombre de los pueblos para ponerlos bien. Eso no es periodismo y su blog no es un medio de comunicación. Eso sí, su técnica no es nueva ni exclusiva. Ejemplos hay varios.