Síguenos
Centralismos Centralismos
banner click 244 banner 244

Imaginemos por un momento que el Gobierno de Aragón tuviera las competencias suficientes (que sí tiene el Gobierno central) para decirle a Endesa que no puede cerrar la central térmica de Andorra. Imaginemos, además, que pudiera ir a Bruselas a decirle al resto de países que la transición energética hacia un mundo más limpio esta muy bien, pero que antes hay que asegurar el futuro de la gente que vive en el territorio.

¿Sería entonces el Gobierno de Aragón capaz de mirar para otro lado y dar el beneplácito a la eléctrica para clausurar una instalación de la que dependen miles de familias?

Imaginemos que el Gobierno de Aragón tuviera competencias sobre la línea del ferrocarril. La nuestra, la que pasa por Teruel, y la que debería unir España con Francia a través de Canfranc.

¿Alguien piensa que el Gobierno de Aragón no tendría entre sus prioridades meter dinero en esas dos infraestructuras?

Solo por vergüenza torera; solo por no escuchar todos los días las reclamaciones de la gente; solo porque los políticos que iban a tomar esas decisiones estarían implicados directamente en el problema, me cuesta creer que el Gobierno de Aragón de turno tomara las mismas decisiones que se han tomado desde Madrid. Cuando gobernaban los unos y cuando gobernaban los otros.

Que al tema de las autonomías y su gestión hay que darle una pensada, es algo claro. Pero de allí a aceptar el discurso de los advenedizos que vienen a decirnos que todos los problemas que tenemos en España es por culpa de la Comunidades Autónomas, es otra cuestión muy diferente.

No hace falta ser muy listo para darse cuenta de que la gestión territorial se hace, siempre, mirando hacia al territorio, con sus aciertos y sus errores, pero pensando en los de aquí. La gestión centralista, en cambio, tiene unos criterios bien diferentes, y no siempre beneficiosos para nosotros, como se ha visto en los últimos años.

Devolver competencias, centralizar en Madrid y no ver que cada territorio es un mundo y tiene sus peculiaridades es un error garrafal, pero desgraciadamente vende mucho en estos tiempos.