La Investigación, el Desarrollo y la Innovación (I+d+i) están presentes en todos los sectores económicos. Todas las empresas, instituciones y organismos tratan de dar un paso más en sus servicios con el objetivo de ofrecer mejores productos y experiencias que, además de beneficiar al consumidor, suponen una ventaja competitiva con respecto a la competencia.
En este sentido, una de las actividades económicas más importantes de España y que aún tiene un amplio camino de mejora y crecimiento es el de la construcción. Y, en esta actividad en concreto, vamos a centrarnos en el sector de las instalaciones y la fontanería, una actividad que está dando nuevos pasos para lograr productos más eficientes e innovadores.
En concreto, los últimos productos que han salido al mercado y que están teniendo un notable éxito en las pruebas que se han practicado son las denominadas tuberías inteligentes, según nos dicen desde fontaneros B2B, fontaneros Valencia con servicio 24 horas. Esta nueva solución que ya ha salido al mercado son tuberías con uno o varios sensores que permiten detectar fugas, atascos e incluso la congelación en alguna de las partes de la misma.
Al permitir detectar estas incidencias, o cualquier otra, la resolución del conflicto es mucho más sencilla, ya que al estar conectado con una aplicación móvil se envía inmediatamente una señal de la incidencia al dispositivo. De este modo, el técnico responsable de la misma puede identificar claramente y de un modo más rápido dónde está la incidencia, pudiendo actuar directamente sobre ella.
Este tipo de tecnología y de tuberías inteligentes ya son utilizadas por empresas dedicadas a la gestión del agua de las ciudades, donde es imprescindible contar con la última tecnología para actuar de la forma más rápida posible. Así y a través de este tipo de tuberías, unido a un complejo sistema de comunicación y software, los técnicos de estas grandes empresas pueden detectar las fugas y actuar de una forma mucho más rápida y eficiente, reduciendo los problemas a la población.
En la actualidad, el reto del sector está en introducir y hacer viable económicamente la introducción de las tuberías inteligentes en el sector de la edificación. Con su llegada masiva al mercado, las ventajas serían innumerables, sobre todo en lo que se refiere al mantenimiento del edificio y de las viviendas.
En concreto y por poner un ejemplo, según señalan desde la empresa de fontanería de Valencia, los problemas de una fuga originada en la bajante en una comunidad de vecinos se resolvería de una forma mucho más rápida y efectiva, ya que el lugar del problema quedaría identificado desde el primer momento. De este modo, se diría adiós a la actuación de algunas empresas que resuelven este tipo de problemas picando piso por piso la pared para detectar la fuga. Incluso, la utilización de la cámara para detectar y visualizar la fuga sería menos necesaria.
Un pilar esencial para las futuras smart cities
La capacidad que tienen de transmitir información y datos este tipo de tuberías inteligentes las van a hacer imprescindibles a la hora de crear las denominadas smart cities o ciudades inteligentes. La instalación en las redes de suministro público permitirá reducir el número de averías que se producen al año, realizar una mejor gestión de los recursos y dedicar menos recursos económicos a la reparación de las mismas.
Además, hay proyectos que además de la instalación de sensores también están investigando en la utilización de nuevos materiales, más eficientes y menos contaminantes, para lograr un mayor beneficio a la sociedad por medio de las tuberías inteligentes.
En concreto y desde diciembre del año 2017, la Universidad Politécnica de Catalunya está inmerso en el proyecto TUBOTEX, una iniciativa que tiene la finalidad de fabricar tuberías a partir de una tecnología con nuevos materiales, sustituyendo al hormigón armado que se utiliza actualmente en la producción de tuberías de grandes dimensiones.
La implantación progresiva de estos nuevos materiales en el campo de la fontanería es fruto de un cambio en la concepción del sector. Un cambio que está motivado por la necesidad de lograr una mayor eficiencia en la gestión de los recursos, apostando al mismo tiempo por la prevención de las incidencias en lugar de por el arreglo.
Con estos nuevos sistemas inteligentes, los profesionales podrán mejorar sus servicios a la hora de enfrentarse a las solicitudes de los usuarios finales, al tiempo que los usuarios finales obtendrán una serie de ventajas como un menor coste económico en la reparación (los trabajos de picar en la pared se reducirán al máximo) y una mayor rapidez de ejecución.
