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Momentos esenciales Momentos esenciales

Momentos esenciales

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Cruz Aguilar

Casi todo el mundo empieza los nuevos años con muchas promesas. La mayor parte de ellas son tan poco factibles que no llegan nunca a cumplirse. Los que fuman quieren dejar de fumar, los que ya no fuman quieren empezar a correr y los que están más gordos se proponen una dieta. La vida es marcarse metas, aunque a veces sabes de antemano que son imposibles, no porque realmente lo sean, sino porque no te lo tomas en serio. A marcarse esos objetivos se llama tener ilusión, que es la base para poder avanzar y, sobre todo, para alcanzar la felicidad. Eso sí, un estudio de una universidad de Pennsylvania  plantea que 92 de cada cien personas que hacen una lista de propósitos de año nuevo fracasan. Así, en frío.
Hace unos días la muerte de Michel Vallés, periodista de 40 años del Bajo Aragón y muy apreciado en Aragón, nos hizo replantearnos nuestras propias vidas. Al final llegas a la conclusión, por lo menos yo, de que el pasado y el presente está compuesto de momentos y que aquellos importantes son los que pasan a formar parte de los recuerdos esenciales –sí, vi el otro día Del revés–, esos que siempre están en nuestra memoria y nos permiten volver a pasar instantes con nuestros hijos cuando eran bebés o con los amigos de la infancia. Esos que nos dejan brindar en Navidad, aunque sea durante un momento, con aquellos con los que ya nunca más vamos a celebrar nada porque su calendario se agotó. 
Para 2019 no me he marcado muchos retos –más que nada por no ser un número más en las estadísticas de los de  Pennsylvania–. Para 2018 tampoco me los marqué y mejor no ha podido ir. En este año que ahora arranca con tener muchos pequeños momentos me conformo. Eso sí, que sean buenos, que hay algunos malos que también van a la mochila de los esenciales y cada vez que nos acordamos de ellos nos ponemos tristes o de mal humor (o ambas cosas). 
De momento hoy aprovecharé para traer al proyector  de mi memoria algunos de los buenos ratos que los Reyes Magos me hicieron pasar de niña. Ese siempre es un recuerdo de los que merecen la pena.