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Primeras lecturas del guion y trabajo duro en los ensayos de Las Bodas Primeras lecturas del guion y trabajo duro en los ensayos de Las Bodas
El director, Alfonso Pablo, y un grupo de actores durante el ensayo de la escena La llegada de Diego a la Andaquilla. Isabel Traver Navarrete

Primeras lecturas del guion y trabajo duro en los ensayos de Las Bodas

Más de 150 actores han comenzado esta semana a preparar las escenas junto a los directores
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Es momento de hacer hincapié en la entonación de los diálogos, aprender los matices del personaje, mejorar la expresión corporal y estudiarse el guion; en definitiva, ha llegado esa época del año en la que actores y actrices comienzan cinco semanas intensas de ensayos para llegar a punto a la representación de Las Bodas de Isabel de Segura que se celebrará en Teruel del 14 al 17 de febrero. En total, más de 150 figurantes, con sus papeles ya estipulados han empezado a preparar sus actuaciones esta semana bajo las órdenes de los tres directores designados por la Fundación Bodas, Alfonso Pablo, Marian Pueo y Sixto Abril.

Como es habitual, cada director se encarga de coordinar un determinado número de escenas que van rotando cada dos años. En esta ocasión, Alfonso Pablo es el responsable de todas aquellas que tienen que ver con La Leyenda, en total seis actos en los que se incluyen la boda entre Isabel de Segura y Don Pedro de Azagra, La llegada de Diego a la Andaquilla, La llegada de Diego a la catedral, La escena del balcón y la muerte de Diego, Los templarios y El funeral. Por su parte, Marian Pueo es la responsable de cinco representaciones, que abarcan a Las Clarenelas, El burdel, El conciliábulo, La disputa de dueñas y El concejo del jueves. Por último, Sixto Abril trabaja un total de tres escenas, Los cotilleos de Isabel, Comadreos sobre el difunto y Jóvenes y niños.

Preparar las escenas

Los directores de Las Bodas son los encargados de establecer los ensayos grupales a lo largo de la semana, que suelen distribuirse en dos o tres días y tienen alrededor de una hora de duración. A la hora de trabajar las escenas, cada director tiene su propio método,  aunque los tres coinciden en señalar que esta primera semana es  “una toma de contacto” para conocer a los actores y actrices e ir trabajando los aspectos más fundamentales de los personajes. Abril, por ejemplo, siempre aprovecha para leer el guion con los más pequeños e ir conociéndolos. “A algunos ya me suenan de la escuela de teatro y de representaciones anteriores, pero hay alguno nuevo que no los conoces de nada y entonces pues les hago leer alguna frase para ver como entonan o si están muy nerviosos la primera vez”, dijo.  

Los intérpretes se han reunido esta semana por primera vez con sus compañeros y con los directores de escena, pero lo cierto es que todos ellos recibieron sus guiones antes de Navidad. “Nosotros pedimos que vengan a los ensayos con los textos aprendidos el primer día, porque realmente los ensayos son para trabajar la escena, crear los personajes, meter matices que los diferencien de un año para otro, entonces pues bueno aunque conocemos a la mayoría de los actores lo ideal es traer el texto trabajado y dedicar los ensayos a la puesta en escena y al trabajo de dirección de actores”, explicó Marian Pueo. 

Los actores y actrices que participarán en las escenas relacionadas con La Leyenda, capitaneados por Alfonso Pablo, también dedicaban sus primeros ensayos a la lectura del guion e incluso se atrevían a representar la escena de La llegada de Diego a la Andaquilla en el local de la calle Amantes. “No os penséis que esto es ‘me van a decir como tengo que hacerlo todo’, no, hay que jugar y soltarse, porque a la hora de dar vida al personaje no hay nada escrito ni nada que esté mal hecho”, instaba el director a sus actores, y añadía: “Dejamos leer el guion esta semana, pero a la semana que viene ya sin ellos”.

Una vez pasados estos primeros días, los intérpretes tendrán que salir a la calle para ensayar la puesta en escena. Algunos actos necesitan más espacio por la cantidad de gente que participa en ellos, como es La llegada de Diego, y requieren salidas tempranas para que los figurantes se adapten cuanto antes a sus posiciones, pero lo habitual es trabajar la escena en el interior hasta que  está avanzada.

Actores y actrices

No hay que olvidar que todos los intérpretes que participan en las bodas son voluntarios y en su mayoría, amateurs. “En los ensayos tenemos que combinar un poco lo que es la técnica teatral, la teoría propiamente dicha, con la práctica”, explicaba Marian. Pero eso no es problema para los figurantes, que se muestran encantados e impacientes por empaparse de todo lo que sus directores tienen que enseñarles. “Lo mejor de los ensayos es lo que aprendemos, tanto de la directora como de los compañeros y bueno el reencontrarnos año tras año con el resto de actores, claro”, confesaba Patricia López, actriz que participará en la escena de Las clarenelas. 

Los directores tratan, sobre todo, de que los figurantes se sientan cómodos y confiados a la hora de representar los actos, por eso, según afirma Alfonso Pablo, su prioridad es “trabajar montando escenas, es decir, fijar emociones, intencionalidad y posiciones para que ellos tengan confianza en lo que han ensayado”. 

Otro tema distinto es aprenderse el guión y aquí cada uno emplea su propia técnica. Patricia, por ejemplo, suele grabar su voz mientras practica para luego escucharse “y así ir memorizándolo y corrigiendo” lo que no le gusta”, cuenta. Su compañera de escena, Olga, admite que prefiere ensayar en grupo porque “escuchas al resto y te vas quedando con lo ultimo que dice la que va delante de ti, así sabes cuándo te toca hablar y es más fácil”. 

Otro de los veteranos, Juan Marqués, que este año representará a uno de los alguaciles, lo tiene claro: “La clave es la repetición”. 

Desde luego los actores y actrices tienen un duro trabajo por delante estas cuatro semanas restantes, pero como señalaba Alfonso Pablo, “lo que hace funcionar esta fiesta son las ganas de la gente” y de eso el reparto de Las Bodas va sobrado. Si no que se lo pregunten a Sandra y a Marina, dos adolescentes que participarán en la escena de Los cotilleos de Isabel y que, tras el primer ensayo, se mostraban “ilusionadas por empezar a estudiar ya el guion”.