Juan Martín Villate, pintor zaragozano: “Me gusta pintar a gente que me ha influido, como Dalí, Bowie o Javier Sierra”

Juan Martín Villate es un pintor zaragozano de 38 años, admirador de las novelas de Javier Sierra y autor del retrato del turolense que, desde el jueves, cuelga en las paredes de la Biblioteca Pública de Teruel como fondo perteneciente al Legado Sierra que custodia. 

- ¿De dónde salió la iniciativa de pintar un cuadro de Javier Sierra para la Biblioteca de Teruel?

- Me gusta retratar gente que ha influido en mí, como Dalí, o David Bowie... y cuando Sierra ganó el Planeta pensé que tenía que pintarle, porque mi madre y yo somos grandes seguidores suyos. Entonces le llamé, le propuse hacerle un cuadro y regalárselo y a él le pareció buena idea, a condición de que fuera para el Legado Sierra de la Biblioteca de Teruel. 

- ¿Qué le atrae de Sierra?

- Sobre todo su mente inquieta, y la forma en la que tiene de escribir o de hablar, que me hace pensar. Supongo que ser aragonés también cuenta, aunque la verdad es que, a diferencia de otros escritores a los que vas descubriendo a medida que cumples años, a Sierra lo tengo muy presente desde niño a través de mi madre. 

- Usted cultiva el hiperrealismo, y de hecho su cuadro parece una fotografía en blanco y negro. ¿No limita demasiado este estilo la capacidad expresiva del pintor, dado que reproduce la realidad tal cual sin margen a la interpretación?

- Lo más cómodo es reproducir esa realidad, pero en mi caso sí que plasmo elementos de mi cosecha que tienen que ven con la persona pintada, por lo que me gusta conocerlo bien a través de conversaciones o de amigos antes de pintarlo. 

- ¿Qué elementos interpretativos ha introducido en ‘El camino de la luz’, el cuadro de Sierra?

- En ese cuadro cuento su historia, que empieza en las montañas de Montserrat al fondo, donde él tuvo su primera experiencia con la oculto, y que termina en el Premio Planeta 2017, al frente. Además la luz del cuadro parte de su mano, para enfatizar su faceta como escritor, y doy mucho protagonista a su mirada inquisitiva, una de las características más particulares de Sierra. 

- ¿Pintó el cuadro del natural?

- No, partí de unas fotografías que se hizo con el Premio Planeta. Además durante los cuatro meses que duró el trabajo releí muchos de sus libros y lo escuchaba a través de podcast mientras pintaba, para empatizar más con él. 

- ¿Qué formato y técnica tiene ‘El camino de la luz’?

- Es un cuadro de 135x100 centímetros, el más grande que he hecho, y está realizado con lapicero, carboncillo y tinta negra en algunas zonas. La verdad es que cuando supe que sería donado al Legado Sierra de la Biblioteca traté de darle un acabado con más empaque, y encolé en papel sobre tabla. 

- ¿Se dedica en exclusiva a la pintura hiperrealista?

- Prácticamente en exclusiva. También me gusta el óleo y pinto algún cuadro, pero estoy en proceso de aprendizaje y hasta que no tenga la calidad que quiero tener prefiero no enseñarlos. 

- Usted es muy activo en redes sociales y de hecho realiza tutoriales de dibujo y pintura que cuelga en internet...

- Siempre he tenido un blog y me llegaban bastantes preguntas sobre algunas de las cosas que hacía. Así que me decidí a subir tutoriales en vídeo al blog, a ver que tal funcionaban. Mi objetivo a medio plazo es sacar cursos online con vídeos y tutorías por webcam, pero todavía estoy dándole forma.

- ¿El arte le da para dedicarse profesionalmente?

- Sí... no es que me esté haciendo millonario, pero me dedico a esto. Combino encargos que me hacen con clases de dibujo y pintura, que además me encantan, porque empezar a enseñar cosas a alguien que tiene poca pericia y ver como va progresando es algo que muy reconfortante.

- ¿Cuál fue su primer contacto con la pintura o las bellas artes?

- Aunque estoy afincado en Barcelona nací en Zaragoza y viví allí bastantes años. A los 13 años tomé mis primeras clases de pintura, con un profesor que además es turolense, nacido en Oliete. Era Alejandro Cañada, que entonces ya era un venerable anciano, padre de Nati Cañada y de Maria Ángeles Cañada, que es quien sigue llevando la academia en Zaragoza donde empecé yo.