Perros y gatos acudieron con sus dueños a la bendición en la ermita de San Antón por parte del párroco de San Julián. Javier Escriche
San Antón protege a las mascotas de los turolenses con su bendición
Con una caricia, un juego o unas palabras tienen suficiente para estar contentos. Hacen compañía y son incondicionales. Las mascotas forman parte de los hogares cada vez en mayor cantidad y ellos también tienen su propio día de celebración. Un año más, los alrededores de la ermita de San Antón, se llenó de turolenses que acudieron para que sus animales de compañía fueran bendecidos. Aunque la mayoría acudió con sus perros, también había caballos, gatos, pájaros, cobayas o tortugas y hasta pequeños insectos.