Síguenos
Un acercamiento entre Oriente y Occidente a través de los caminos del arte Un acercamiento entre Oriente y Occidente a través de los caminos del arte
Una joven observa una de las piezas de la exposición GRI/S, durante la inauguración de la muestra en el Edificio de Bellas Artes de Teruel. M. A.

Un acercamiento entre Oriente y Occidente a través de los caminos del arte

La muestra turco-española GRI/S reflexiona sobre la interculturalidad en el edificio de Bellas Artes
banner click 244 banner 244

GRIS/S es una propuesta artística colectiva que no solo habla de la interculturalidad, sino que además ha surgido a partir de la interculturalidad. Originada a partir del programa Erasmus+ que mantienen la Universidad de Zaragoza y la de Sakarya, en Turquía, la muestra reúne piezas de artistas turcos y españoles, que desde diferentes perspectivas y disciplinas indagan y reflexionan sobre las estructuras comunes del ser humano que dan origen al arte, más allá de las diferencias culturales.

La muestra, que pudo verse en la Universidad de Sakarya durante el pasado mes de noviembre, se encuentra ahora abierta al público en el Edificio de Bellas Artes de Teruel, donde puede visitarse gratuitamente hasta el próximo viernes. 

La muestra habla sobre la interculturalidad con un mensaje integrador y sincrético. Pero no trata de negar o de disfrazar las diferencias mentales, sociales o culturales entre Oriente y Occidente, sino de demostrar que esas diferencias, que evidentemente existen, son posteriores a la pulsión creativa y artística del ser humano. De algún modo, sostiene el argumento de que el humano creador es anterior al humano social, y que los mapas mentales que la cultura dibuja en el cerebro de las personas no son los que mueven a la actividad creadora, ni siquiera los que la determinan esencialmente, sino en todo caso filtros que atraviesa antes de adquirir materialidad y manifestarse. 

En la exposición participan cinco artistas españoles, profesores todos ellos en el campus de Teruel (Miriam Balaguer, Rubén Díaz, Joaquín Escuder, Juan Bernardo Pinera y Bartolomé Palazón), y seis turcos procedentes de la Universidad de Sukarya (Kevser Akcil, que fue alumna de Bellas Artes en Teruel en 2010, en virtud del programa Erasmus, Didem Atis, Onu Karaalioglu, Neslihan Erdogdu, Ozge Sayilgan y Sive Nese Baydar).

La exposición GRI/S toma su título del término gris en castellano (gris) y en turco (gri), como término que expresa el centro entre dos extremos o, más metafóricamente, aquello que tienen en común dos grados tonales en apariencia opuestos entre sí. 

Escultura, pintura y vídeo

Silencio Gris es la única instalación escultórica incluida en la muestra, obra de Bartolomé Palazón. Está formado por cuatro cuerpos humanos de diferentes edades invertidos, suspendidos sobre el suelo y envueltos en mortajas blancas e hilo rojo, que acaba derramándose en el suelo formando un pequeño montón de cenizas bajo cada cuerpo. La instalación apela directamente a los ritos funerarios en Egipto, Grecia y Roma, tomando elementos de cada uno de ellos. Así, la funda corpórea que recuerda a una crisálida hace referencia al embalsamamiento egipcio y a la conservación de moldes del finado en Roma, y los hilos rojos apuntan hacia la representación de la vida a través de la cual la mitología clásica explicaba la muerte, que tiene lugar cuando las parcas, encargadas de tejer el hilo del destino de cada cual, decidían cortarlo poniendo fin a una vida. 

Por su parte Rubén Díaz aporta una breve composición de videoarte que se repite en bucle titulada Work in progress... Camera brush. La obra analiza la grabación en vídeo de una pieza de danza, en la que el propio operador de cámara se integra y pasa a ser actor de la misma como un bailarín más. La cámara se presenta como una extensión del cuerpo de quien la maneja, proporcionando planos desconocidos para un espectador convencional, al mismo tiempo que la cámara general recoge toda la acción. Según el autor, se trata de una metáfora visual “que reúne lo efímero de la danza y lo perdurable del vídeo para reformular las posibilidades de comprensión del cuerpo humano en movimiento”. “A fin de cuentas”, asegura Díaz, “ese es el principio esencial de lo que somos, independientemente de la cultura a la que pertenezcamos”. 

Una de las obras que destaca en la exposición, en la parte izquierda de la sala, es Inner Scapes 2008 de Miriam Balaguer, que además es la responsable del cartel de la exposición. Se trata de una colección de 119 pequeñas pinturas sobre papel con aspecto de instantáneas Polaroid. Se presentan en dos composiciones geométricas y combinan imágenes y palabras; paisajes de lugares reales –muchos de ellos ubicados en Turquía– o imaginarios y poemas escritos en diferentes lenguas y distintos alfabetos, como el castellano, turco, inglés, francés o chino. Los autores de los poemas son distantes temporal, geográfica y culturalmente, pero para autora forman un itinerario espiritual común entre Oriente y Occidente. “Partiendo de la idea del viaje como metáfora de la búsqueda interior, a través de las resonancias entre poesía y pintura trato de invitar al espectador a descubrir los múltiples senderos de ese itinerario, a proyectar sus propias significaciones o simplemente a perderse en la contemplación”, explica Miriam Balaguer. 

Por su parte, el alcañizano Joaquín Escuder aporta a GRI/S dos pinturas tituladas Danza (D3S) y Danza (E8S). Los dos óleos se inscriben en su trabajo, muy relacionado con la visualidad y la representación en la pintura. Escuder se muestra interesado en las formas elementales que simbolizan procesos de pensamiento, tales como diagramas, ideogramas, signos o composiciones rítmicas. Habitualmente realiza dibujos basados en la representación de la organización o el caos, y también se siente atraído por el tratamiento polifónico atonal y las estructuras repetitivas de la música. En las dos pinturas expuestas en Bellas Artes, Joaquín Escuder trata de expresar “las sinestesias entre el color, el sonido y el tiempo que tienen conexión con los sistemas gráficos heredados de las culturas de Medio Oriente”, explica. 

En cuanto a Juan Bernardo Pineda, el quinto profesor del grado de Bellas Artes de Teruel que participa en la exposición, lo hace con una obra de videoarte titulada Duet, Opus nº1

Se trata de una pieza en la que un hombre y una mujer danzan, en la que el creador ha tratado de combinar los aspectos estéticos con la igualdad y el equilibrio que existe entre la fuerza y la potencia del cuerpo humano ya se trate del masculino o del femenino. “Al mismo tiempo que recrea una metáfora sobre esa igualdad física y también de rol emocional, en cuanto a que en el vídeo hay una caída del hombre y una caída de la mujer”.

Según el artista, “la última caída que se ve en la videoinstalación es la de la mujer sobre el hombre, controlando el espacio donde se lleva a cabo la acción. Ubicándola en el contexto medio oriental y occidental, la pieza trata de poner en valor el rol activo de la mujer frente al hombre en la sociedad”.