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Millán presidente Millán presidente

Millán presidente

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Hace una semana, la Asociación Pozos de Caudé entregó a sus familias los restos de cinco hombres que fueron fusilados en Villastar en 1936 y que, como muchos otros, acabaron en una fosa común.

Solo tres días después de aquello, una senadora del PP por León protagonizó uno de los momentos más bochornosos de la actual legislatura -y eso que el listón está bastante alto- cuando reprochó al Gobierno haber incluido 15 millones de euros en los PGE “destinados a que ustedes desentierren unos huesos en lugar de mejorar a los jueces y fiscales". Así, como suena.

Lo primero, lo de desenterrar a cinco fusilados en Villastar y que sus familias puedan, por fin, recordarles de una manera digna, se lo debemos al trabajo de la gente de la Asociación Pozos de Caudé. Pero también al compromiso de una persona que trabaja en este periódico.

En 2015, la Asociación de Periodistas de Aragón entregó su premio a Javier Millán por una serie de 29 reportajes sobre exiliados turolenses que tuvieron que marcharse por culpa de la Guerra Civil.

En el acto de entrega, además de recomendar que no nos quedemos en las palabras, porque solo así lograremos sentirnos libres, Millán anunció que el dinero del premio      -3.000 euros- lo iba a ceder a la asociación para que siguiera desenterrando esos huesos que despreció la senadora.

Y en Villastar se agradeció precisamente eso, la donación económica que ayudó a llevar a cabo la localización y exhumación de los cinco fusilados.

No descarto que mi compañero me retire el saludo a partir de hoy, porque siempre ha huido de los focos y de cualquier protagonismo, pero me la juego. Porque, en estos tiempos donde la integridad moral parece no tener ningún valor, todavía quedan honrosas excepciones.

Lo que me deprime de toda esta historia es que el dinero de nuestros impuestos vaya a pagar un sueldo a una senadora como la de León, mientras que gente como Javier Millán dedique su propio dinero para que se haga justicia.

A España le iría mucho mejor si Millán fuera presidente y la senadora de León se fuera a su casa.