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El cura de Báguena, en prisión por conducir bajo los efectos del alcohol y sin carné El cura de Báguena, en prisión por conducir bajo los efectos del alcohol y sin carné

El cura de Báguena, en prisión por conducir bajo los efectos del alcohol y sin carné

Había sido condenado en cuatro ocasiones por este tipo de delitos
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El párroco de varios pueblos de la comarca del Jiloca, Luis Fernando Nieto Vilora, ingresó el pasado martes 12 de febrero en el Centro Penitenciario de Teruel para cumplir una pena de 6 meses y 20 días de cárcel tras haber sido condenado por varios delitos contra la seguridad vial por conducir bajo los efectos del alcohol y sin carné.

El abogado del párroco, Clemente Peribáñez, explicó que Nieto Vilora había sido condenado en cuatro ocasiones por este tipo de delitos, dos por conducir bajo los efectos del alcohol y otras tantas por circular sin carné. En los tres primeros casos, las sentencias le obligaron al pago de multas y a la realización de trabajos en beneficio de la comunidad y las penas habían sido cumplidas íntegramente.

Pero en el cuarto juicio celebrado en enero, se solicitó una pena de prisión debido a su conducta reincidente. Al parecer, en la última ocasión había sido interceptado conduciendo bajo los efectos del alcohol y sin carné tras haberse salido de la vía por las placas de hielo existentes en el asfalto.

El Juzgado estimó pertinente esta medida y dictó un fallo condenatorio de 3 meses y 10 días de prisión. El cura debía ingresar en prisión el pasado 11 de febrero pero, ante la falta de puntualidad, la Guardia Civil organizó un amplio dispositivo para proceder a su detención.

Nieto Vilora se encontraba en la residencia de los Hermanos de la Cruz Blanca de Burbáguena, donde ejercía como capellán.

Tras su detención, fue trasladado a Teruel, donde pasó por el hospital Obispo Polanco por su estado alterado y por los juzgados antes de ingresas un día después en prisión.

Su abogado quiso aclarar que “siempre ha cumplido sus obligaciones como párroco”, que está “muy arrepentido de lo que ha hecho” y que “en ningún momento tuvo la intención de evadirse para no dar cumplimiento a su pena”, pero que la demora propició el despliegue del dispositivo para detenerle.

El obispo de Teruel y Albarracín, Antonio Gómez Cantero, emitió el domingo un comunicado oficial dirigido a toda la comunidad parroquial para “evitar todo tipo de comentarios y rumores” en la que explicaba los hechos tras ser requerido por la Guardia Civil el 11 de febrero he ingresado en el Centro Penitenciario de Teruel un día después.

“Es una historia larga que comenzó con unas infracciones serias de tráfico y varias citaciones judiciales, que desembocaron en la situación en la que ahora nos encontramos”.

En la misma, les pide “el mayor esfuerzo de madurez y sensatez ante este hecho” y le muestren “la compasión y la misericordia que el Señor pide a sus discípulos”.

Por último, les informa la llegada de un nuevo párroco, Juan Salvador Díaz Royo, “en cuanto sea posible”.