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A nadie le importa A nadie le importa

A nadie le importa

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Juan Corellano

Esta ha sido una semana movida en el cine americano. Muchos profesionales de renombre en la industria han criticado la reciente decisión de la Academia de Hollywood de entregar los Oscar a mejor fotografía, mejor montaje, mejor corto de ficción y mejor peluquería y maquillaje durante la publicidad para acortar la duración de la gala. 

No seré yo quien desdiga lo razonable del enfado de los profesionales que trabajan en estos campos ahora ninguneados, pero este revuelo me ha hecho más bien reflexionar sobre la importancia que, con los años, le hemos dado socialmente a todo tipo de premios. Aunque a todos nos viene bien una palmadita en la espalda por el trabajo bien hecho y que de vez en cuando nos recuerden lo guapos que somos, cualquier premio no deja de ser un reconocimiento artificial. 

Un premio, al final, no es más que otra manifestación de la imperante necesidad que sentimos como sociedad de cuantificarlo todo, en este caso el éxito. Además, acaban distrayendo a los grandes profesionales de las verdaderas recompensas que les ofrece su buen trabajo. De esta manera, hemos perdido tanto el norte que un director de cine se vanagloria más de haber ganado un Goya que de los miles de personas que han disfrutado de una historia que hace un tiempo solo existía en su cabeza. Las cotas de contradicción son tan altas que un científico puede alegrarse más de ganar un Nobel que de ser el responsable de un descubrimiento que hará de este nuestro mundo un lugar mejor.

Tampoco creo que los premios sean innecesarios, simplemente creo que ya va siendo hora de que no les demos más importancia de la que tienen y, en contrapartida, comencemos a valorar otras cosas que nos enriquecen más. Así que, siguiendo esta filosofía, os lanzo un consejo a vosotros, mis lectores futuramente premiados. Tal y como dijo a todas las estrellas de Hollywood el irreverente cómico británico Ricky Gervais en su presentación de la gala de los Globos de Oro 2016, “si ganáis esta noche recordad que a nadie le importa este premio tanto como a vosotros mismos”.