El anteproyecto de la rehabilitación de la residencia Luis Buñuel incluye oferta residencial, formativa, cultural y de desarrollo laboral

El Gobierno de Aragón rehabilitará la antigua residencia Luis Buñuel de Teruel, que mantendrá la función de alojamiento de estudiantes, con habitaciones, viviendas de emancipación y albergue, y que incluirá aulas de formación, zona deportiva y de coworking, además de destinar espacios abiertos deportivos y culturales.

El anteproyecto de rehabilitación ha sido presentado hoy en Teruel en un acto al que ha asistido la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, que ha recordado que el Gobierno anterior cerró la residencia en 2012 con el "argumento de mejorar la residencia" con obras que, ha recordado, nunca se realizaron.

Broto ha destacado que con el impulso a la rehabilitación cumplen "con uno de los compromisos de su departamento" con la ciudad de Teruel, con un "proyecto ambicioso" para la capital turolense.

La rehabilitación del conjunto está planteada en cinco fases, que podrán realizarse por separado o de manera conjunta, lo que facilitará también acometer las obras.

En la primera fase se acometería la fase de la residencia, en la segunda el espacio de coworking y de servicios y en la tercera se centraría en la zona verde y de aparcamiento. En la cuarta fase aborda el edificio del aulario y en la última se contempla la remodelación del espacio lúdico y deportivo.

Broto ha anunciado que próximamente se licitará la redacción del proyecto, para después sacar a concurso la primera fase de la rehabilitación que podría rondar, ha dicho, los dos millones de euros.

El objetivo que se plantea el Ejecutivo aragonés es sacar el proyecto a licitación en 2019 y que en 2020 pudieran iniciarse las obras en la primera fase.

El anteproyecto busca la "innovación funcional" según ha destacado durante la presentación el arquitecto responsable Joaquín Liarte, para atender las nuevas necesidades de los jóvenes, a través de una propuesta arquitectónica que quiere mantener la esencia histórica de los edificios y homenajear la figura y obra del cineasta turolense Luis Buñuel.

Se mantendrán los dos edificios más representativos del conjunto, tanto la residencia como el aulario y el espacio construido se ampliará más de 2.000 metros cuadrados, hasta los 6.695 metros cuadrados.

El anteproyecto contempla una residencia de estudiantes para 72 jóvenes, con servicio de cocina y comedor, lavandería y espacios de ocio y estudios propios. También se recoge un albergue juvenil con capacidad para 52 plazas, en habitaciones individuales, dobles o cuádruples.

En la presentación, el arquitecto ha destacado también la inclusión de una "nueva solución residencial", como son 12 unidades de emancipación, adscritas a la residencia pero con mayor independencia, a modo de pequeño apartamento con acceso propio.

A la zona residencial se suman otros espacios, como la zona de cultura que se plantea como un espacio polivalente para teatro, música, exposiciones, arte, turismo, presentaciones o conferencias.

La zona de aulario actual se transforma en una zona de educación para formación tanto para universitarios como para empresas, pero también se puede destinar para actividades asociativas o talleres ocupacionales, entre otros.

El área de ocio y deporte recoge un espacio cubierto exterior y una zona destinada a deportes urbanos, entre los que se incluyen huertos urbanos.

Destacan dos espacios que permiten la realización de eventos: uno polivalente y cubierto en zonas de una altura o dos y otro exterior cubierto y abierto y que recuerda la forma del famoso "ojo" del cine de Buñuel.

El Gobierno de Aragón aprovechará también para instalar tanto los servicios de administración necesarios para el funcionamiento como la sede del Instituto Aragonés de la Juventud en Teruel, con la consiguiente creación de empleo y dinamización del barrio.

El anteproyecto se ha elaborado a partir de un estudio sobre vivienda joven en Teruel del IAJ, tal y como ha explicado el director gerente de este instituto, Adrián Gimeno, que concluye entre otras cuestiones que la demanda de vivienda entre la juventud está en alza al tiempo que ha descendido la oferta residencial.