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La localidad de Tornos incorpora la música de una trompeta a sus procesiones La localidad de Tornos incorpora la música de una trompeta a sus procesiones
La imagen del Cristo con la Cruz a Cuestas, durante la procesión del pasado Domingo de Ramos. Inmaculada Cantín

La localidad de Tornos incorpora la música de una trompeta a sus procesiones

Los actos religiosos se iniciaron el Domingo de Ramos con una procesión a la ermita de la Virgen de los Olmos
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Cruz Aguilar

La incorporación de una trompeta a la banda de tambores y bombos de Tornos es la principal novedad de la Semana Santa de 2019 en la localidad, que se inició con la procesión del pasado Domingo de Ramos hasta la ermita de la Virgen de los Olmos. 

La procesión, organizada por la Cofradía de la Sangre de Cristo, llevó a la Virgen, a través del camino de Arriba, hasta el encuentro con su hijo. Después ambas peanas llegaron hasta la ermita para volver de nuevo al pueblo, una vez realizado el viacrucis.

La siguiente cita de la Semana Santa de Tornos será este Jueves Santo, cuando los cofrades volverán a salir en procesión por las calles del pueblo. En la del Entierro, que tiene lugar el Viernes Santo, la Virgen y su hijo se encontrarán otra vez, aunque en esta ocasión en el propio casco urbano del municipio.

La cofradía cuenta con una docena de personas y a ellas se suma un grupo de jóvenes que tocan el tambor, el bombo y, desde este año, también la trompeta. Les enseñó a tocar Salvador Luna, un vecino de Tornos que aprendió en Calamocha y que extrapoló la tradición a su pueblo. 

A por hiedra a Castejón

La Sangre de Cristo se fundó en el año 1597 y cuenta con la Capilla del Cristo en la iglesia, de la que tradicionalmente se ha ocupado. Además, el prior, ayudado por algunos cofrades, se encarga de proveer de los ramos a todos sus vecinos y también a los de Castejón de Tornos. 

Así, la tradición marca que sean los de Tornos los que lleven los ramos a sus vecinos para el Domingo de Ramos y, a cambio, pueden coger hiedra para la decoración de alguna de las peanas en los días siguientes. Se trata de una costumbre no escrita pero que los vecinos de ambas localidades mantienen vigente.