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Guillermo López Linares, director de la revista Salvaje: “Damos más importancia 
a contar lo que comemos que a saber de dónde viene” Guillermo López Linares, director de la revista Salvaje: “Damos más importancia 
a contar lo que comemos que a saber de dónde viene”
Guillermo López es el director de ‘Salvaje’ y vive en un pueblo de Soria

Guillermo López Linares, director de la revista Salvaje: “Damos más importancia a contar lo que comemos que a saber de dónde viene”

“‘Salvaje’ será solo en papel y trimestral y busca que el lector sienta unas ganas irresistibles de salir al campo”
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Cruz Aguilar

Guillermo López Linares es el director de Salvaje, una revista que saldrá en junio. Periodista de profesión, ha desarrollado su carrera en medios digitales, entre los que figuran soitu.es o Verne, pero ahora apuesta por la información de digestión lenta y exclusivamente en papel.

- ¿Qué es ‘Salvaje’?

- Es una revista que lanzamos tres socios para que, al leerla, nuestros lectores sientan unas ganas irresistibles de salir al campo. Creemos que cada vez es más necesario recuperar raíces y conexión con la naturaleza y los pueblos. Nos estamos metiendo en una espiral de consumo de información con móviles y redes sociales que no es buena, cada vez pensamos peor, prestamos menos atención a las cosas y estamos explotando una parte de nuestro cerebro que es estar pendiente del móvil, ignorando la parte del cerebro que no es productiva, relacionada con el silencio, el aburrimiento, el pensar a largo plazo.

- ¿Qué novedades aporta?

- Hemos optado por un modelo que no es demasiado frecuente, que es hacerla en papel y trimestral. No queríamos que hiciera falta conectarse, sino leer en el   monte y sin cobertura. No queremos seguir el modelo económico actual de los medios digitales que ofrecen contenidos gratuitos a cambio de anuncios. Les obliga a perseguir el mayor número posible de clicks con titulares llamativos. El papel nos permite ponerle un precio, algo tan obvio y básico que suena a contracorriente, pero es como han funcionado a lo largo de la historia.

- ¿No se va a editar en papel?

- Nuestro contenido no va estar en internet, queremos hacer un producto tan bueno que los lectores sientan que merece la pena pagar por ello.

- ¿Tendrá publicidad?

- Sí, tenemos que ofrecer un producto relativamente económico, cada número vale 10 euros, es imposible que sea rentable si solo dependes del precio de venta.

- ¿Es una revista dirigida a que la gente que vive en la ciudad conozca el campo?

- Bueno ese es uno de los públicos, pero tenemos un poco las dos facetas, es para la gente que se sienta sobrepasada por la información y quiera conocer la realidad del campo de España. No hay medios que se lo expliquen de forma atractiva, dan una visión funeraria, y la nuestra será positiva. Por fin se presta voz a la gente de los pueblos, queremos que sean las propias personas de los pueblos las que nos hagan las fotos y los reportajes, es una forma de enterarte de cosas que pasan en otras zonas, que tienen poco peso en los medios generales, pero son similares a las que ocurren en tu comarca. 

- Entre los fines está cambiar la imagen del campo, asociada al pesimismo y al abandono. ¿Cómo pretenden lograrlo?

- Por nuestra experiencia sabemos que no es verdad, la revuelta de la España vaciada del día 31 en Madrid estaba llena de gente joven, es verdad que se está yendo la gente por falta de proyecto, que en algunos casos es cuestión de unas generaciones. El objetivo es cambiar ese discurso, ofrecer una visión interesante para que la gente vea que hay otro estilo de vida, no necesariamente mejor, pero si diferente y que puede colmar determinadas aspiraciones. Queremos hacerlo a través de la riqueza que tiene la naturaleza de nuestro país o el patrimonio y contando proyectos que se están haciendo. No queremos denunciar todo el rato o lamentarnos por lo perdido, sino contar historias positivas para el lector.

- La experiencia con los periodistas que vienen de la ciudad a contar nuestra realidad no es muy buena. ¿Quién va a hacer los reportajes?

- Estamos en pleno proceso de establecer una red de corresponsales salvajes. Nuestra intención es tener al menos un colaborador en cada provincia para evitar que haga la crónica el periodista que va un rato. 

- En la promoción de su revista afirma que “muchos de los problemas de la vida moderna surgen de haber olvidado nuestro lado salvaje”. ¿A qué se refiere?

- Me refiero por una parte a ese exceso de información y tecnificación, haciendo un pedido que traen a casa ya podemos comer, olvidamos que detrás de esa hamburguesa hay un campo, un ganadero y un conocimiento que se está olvidando, la comida no sale de las aceras, sino de la gente que vive en el campo. Nuestro estrés y ansiedad viene de dar más importancia a contar lo que comemos que a conocer dónde están nuestras raíces.

- Van a incluir en Salvaje un suplemento infantil. ¿Buscan captar un público familiar?

- Hablando con amigos que tienen hijos pequeños sienten la culpabilidad de ver que sus hijos crecen cada vez más pendientes de una pantalla e ignorantes sobre de dónde viene la comida, no han visto una vaca en persona. Muchas veces son las familias las que echan de menos ese cambio de ritmo, salir a la naturaleza. 

- Lo habitual en una revista es ponerla a la venta en el kiosco, ustedes están haciendo un micromecenazgo. ¿Por qué?

- Hemos lanzado un crowdfunding porque queríamos empezar con socios desde el principio. Somos una empresa independiente, no pertenecemos a ningún gran grupo editorial y no podemos imprimir decenas de miles, por eso el modelo al que queremos optar es el de suscripción y luego estar en unas pocas librerías alineadas con nuestra forma de pensar. Para empezar con una tirada baja necesitábamos socios que nos permitan tener más músculo y ajustar la tirada.