Aragón lidera otra vez la producción nacional de almendra en grano

La producción de almendra en grano en España se mantendrá esta campaña en los niveles del año pasado, por encima de las 60.000 toneladas (Tn). A la cabeza de las Comunidades productoras seguirá Aragón, donde está previsto llegar a las 16.706 toneladas, según datos aportados por la Mesa Nacional de los Frutos Secos. En el cómputo estatal, se estima que España producirá  62.568 toneladas de almendra en grano, casi un 1% por encima de la última cosecha, que se situó en 62.027 toneladas.

Aunque este incremento del 1% no es destacable, sí lo es si se tiene en cuenta el último quinquenio. La media de producción de los ejercicios 2014-2018 se situó un 18% por debajo en el conjunto del país, por lo que ésta parece que será una muy buena cosecha en España. 

La Mesa Nacional de Frutos Secos, integrada por las organizaciones profesionales agrarias Asaja, Coag, Upa y Cooperativas Agro-alimentarias, así como por la sectorial de organizaciones de productores, Aerofruse, ha realizado la primera estimación de producción de almendra para la campaña 2019. No obstante, estos primeros datos quedarán pendientes de confirmación, y esta no se producirá hasta finales del mes de julio, con el cuajado definitivo del fruto.

Al igual que el año pasado, se prevé una producción récord y de alta calidad, señalaron desde la Mesa Nacional. El descenso estimado de las cosechas en Castilla-La Mancha y Baleares, Aragón y Región de Murcia por climatología adversa a causa de los episodios de fuertes lluvias de abril y las heladas de marzo se verá compensado por el incremento en otras regiones productoras como Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana, principalmente, como consecuencia de la entrada en producción de nuevas plantaciones de regadío.

Aragón a la cabeza

En cifras, la primera productora española de almendra en grano continúa siendo Aragón, con una previsión de 16.706 toneladas para la campaña 2019-2020. Aunque la cosecha aragonesa parece que disminuirá en un -10,12% sobre la producción del año pasado, aún así está un 6,68% por encima de la media del quinquenio 2014-2018.

En cualquier caso, la posición aragonesa se mantiene gracias a las plantaciones de regadío que se han puesto en marcha en los últimos años y que no se han visto tan afectadas por las heladas de este invierno, que sí han hecho mella en algunas comarcas del Bajo Aragón histórico.

El responsable de frutos secos de Uaga, Bernardo Funes, constató que la producción estimada para Aragón “es lo que se acordó en la Mesa Nacional”, pero hizo hincapié en la variabilidad de producción que se dará entre los secanos y los regadíos y entre unas comarcas y otras. “En muchas zonas ha habido heladas que menguarán la producción, lo que pasa que como en las hectáreas dedicadas a regadío no hay heladas, la producción en Aragón se ha mantenido” sin enormes variaciones.

A Aragón le siguen en producción Andalucía, con 14.950 toneladas de almendra en grano previstas; Castilla-La Mancha, que podría contar a partir de septiembre con 7.954 toneladas; la Comunidad valenciana, con 6.890 toneladas; Cataluña, con 6.533 toneladas; Extremadura, con una producción estimada de 2.795 toneladas; la Región de Murcia, con 5.000 toneladas; Baleares, donde  prevén una producción de 1.050 toneladas; y La Rioja, con 400 toneladas. En el resto del territorio se podrían producir hasta 190 toneladas, según esas estimaciones.

Xylella fastidiosa

La Mesa Nacional de Frutos Secos volvió a manifestar su preocupación por la expansión y los daños ocasionados tanto por la Xylella fastidiosa  como por la Avispilla del almendro.

 La bacteria Xylella fastidiosa, la más peligrosa del mundo para las plantas y que afecta especialmente a los olivos, no tiene cura y las medidas de control son “cruciales”, según las conclusiones a las que ha llegado la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que también apunta que la mayoría del territorio comunitario puede verse afectado, aunque hasta ahora se ha manifestado en países mediterráneos como Italia o España.

El organismo europeo ha publicado dos estudios sobre esta bacteria y la principal conclusión de los mismos es que confirma que “no todavía no hay forma de eliminarla de una planta enferma en condiciones sobre el terreno”.

La Xylella fue detectada  en Europa en 2013 con la aparición de un brote en la región italiana de Apuria, en el sur del país. Desde entonces ha sido identificada también Toscana, también Italia, en varias provincias francesas, en España (Baleares, Comunidad Valenciana y Madrid) y en Portugal (Oporto). El estudio de la EFSA ha remarcado la importancia de aplicar las medidas de control para evitar una expansión de la enfermedad.