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Leandro Iglesias, policía: “Los jóvenes no deberían usar WhatsApp hasta los 16 años, no son conscientes del peligro de compartir en la aplicación” Leandro Iglesias, policía: “Los jóvenes no deberían usar WhatsApp hasta los 16 años, no son conscientes del peligro de compartir en la aplicación”
Leandro Iglesias, tras una charla ofrecida recientemente en el colegio Miguel Vallés de la capital turolense

Leandro Iglesias, policía: “Los jóvenes no deberían usar WhatsApp hasta los 16 años, no son conscientes del peligro de compartir en la aplicación”

"Existen aplicaciones para saber a qué acceden nuestros hijos y para controlar el tiempo de uso", dice
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Cruz Aguilar

Leandro Iglesias forma parte del cuerpo nacional de la Policía y es el delegado de Participación Ciudadana, por lo que está en contacto con todos los colectivos vulnerables, entre ellos los menores. Imparte charlas en los centros educativos tanto para alumnos como para profesores o padres sobre el tema de las nuevas tecnologías.

-¿A quién van dirigidas estas conferencias?

-Especialmente a los alumnos, pero también a los padres porque el refuerzo en casa es fundamental y a los profesores, que tienen que estar formados. 

-¿Es importante controlar a qué acceden los menores?

-Tenemos que saber lo que hacen porque en Internet es muy fácil engañar, los malos están ahí y los menores cometen delitos en ocasiones sin saberlo, nadie les ha dicho cómo tiene que navegar.

-¿Qué tipo de delitos?

-Los delitos que más suelen afectar a los menores es el ciberbullying, que es acoso a través de las nuevas tecnologías a otros menores; suplantaciones de identidad  y otra serie de prácticas como sexting, que es el envío de contenido elevado a través de redes, o grooming, una variante del acoso en la que el acosador es pederasta o pedófilo y lo que buscan es conseguir concesiones de índole sexual entre menores.

-Deben tener cuidado con lo que envían, ¿no es así?

-Evidentemente, en cuanto tu compartes algo escapa a tu control, hay que dejarlo bien claro a los menores y les pongo un montón de ejemplos para que no faciliten datos personales, porque lo que se cuelga es de dominio público automáticamente, lo que no quieras que se sepa no lo subas, una vez colgado no se sabe el uso que se va a hacer de él y los menores actúan sin ningún tipo de filtros.

-¿Los filtros los tienen que poner los padres?

-Es una cuestión de todos, policía, profesores y sobre todo padres, que tienen que estar formados y darles herramientas a los chicos para que sea así. Hay padres que están preocupados por la salud digital de sus hijos pero otros lo ven como mira que bien se está portando el niño.

-Se habla mucho sobre la edad idónea para comprarle un móvil o dejarle navegar y también sobre el tiempo que se dedica a ello. ¿Hay recetas mágicas?

-No hay receta mágica, salvo perder tiempo con los niños. Sigo varias pautas, un preadolescente nunca debería navegar solo, sino hacerlo con la presencia de sus padres. No me suelo mojar en estas cosas, pero si tuviera que decir una edad, un menor de 12 años con un smartphone es un peligro, es como dejarle un Ferrari sin conductor, en la primera curva se va a salir. Esa podría ser una buena edad mínima, eso sí, sin WhatsApp hasta los 16, lo tengo clarísimo, que es la edad que marca la propia red social. 

-¿Por qué el WhatsApp es más peligroso?

-Por la propia esencia de la red, el matiz de ser una mensajería instantánea permite compartir muchas cosas. Es un chat en el que se puede debatir, pero suele haber mucha gente metida y son mucho más inconscientes del peligro que puede suponer.

-¿Son efectivos los programas de control parental?

-Es importante estar muy pendientes de nuestros hijos, pero hay programas que permiten controlar el tiempo de conexión o los contenidos a los que acceden. Son herramientas muy buenas e intuitivas de utilizar, pueden ayudar a una buena salud digital en los menores. Hay de muchos tipos, a cada niño le podrá ir bien una herramienta de control parental u otra.

-¿Qué tipos de delitos llegan hasta ustedes?

-Cada vez hay más, uno de los habituales es la suplantación de identidad. El delito que más atendemos derivado de internet son las estafas, pero atañen a adultos. Los más comunes en lo que respecta a menores son amenazas, coacciones, calumnias, injurias, vejaciones y suplantación de identidad. 

-A veces controlamos más lo que hacen los hijos en la calle que lo que hacen desde casa con el móvil, ¿no es así?

-Las redes sociales se crearon para que todo el mundo pudiera comunicarse a un precio muy económico, pero se han convertido en el puro ocio, es un problema por el mero hecho de estar navegando y difundiendo datos, pero también por la propia adicción a las nuevas tecnologías. Deberíamos ser conscientes todos de la importancia de compartir fotos personales y de familiares y no hacerlo. Y sobre todo, hay que tener mucho cuidado con establecer contactos físicos con las personas que has conocido por internet, que en el caso de los menores está totalmente prohibido.

-¿Cómo se puede solicitar una de sus charlas?

-Se gestionan a través de la Subdelegación del Gobierno y las hacemos en la capital, en los pueblos corresponde a la Guardia Civil.