El juzgado autoriza la entrada del Ayuntamiento de Teruel a la iglesia de San Miguel
Un juzgado de la capital ha autorizado al Ayuntamiento de Teruel la entrada a la iglesia de San Miguel, último paso en el trámite de reversión del edificio a manos del consistorio tras revocarse la cesión de uso que se realizó en 2010 en favor de la Asociación Rumano-Española San Nichifor el Confesor.
La resolución del contrato de cesión por incumplimiento de las obligaciones de conservación del inmueble que asumió la asociación fue aprobada por el pleno municipal el pasado mes de mayo. Entonces se dio a la entidad un plazo de diez días para la devolución de las llaves del templo, acto que suponía aceptar la reversión del edificio al consistorio.
Sin embargo, la asociación ha cesado en su actividad y el que fue su presidente se encuentra en paradero desconocido, por lo que no fue posible reclamar las llaves a ningún responsable. En esta situación, el consistorio tuvo que solicitar una autorización judicial para entrar a la iglesia, que fue comunicada al Ayuntamiento el pasado jueves.
Emma Buj (PP), primera teniente de alcalde, explicó que ahora el consistorio tendrá que notificar a algún miembro de la junta directiva de la Asociación Rumano-Española la entrada al templo, que se espera efectuar la próxima semana.
A partir de ese momento, se iniciará un estudio técnico para comprobar el estado en que se encuentra el edificio, que acumula deficiencias tras años de abandono.
El Ayuntamiento tiene concedida una subvención de 100.000 euros para la redacción del proyecto de rehabilitación de la iglesia, pero todavía no puede disponer de esa financiación porque el Instituto Aragonés de Fomento (IAF) aún no la ha notificado oficialmente.
El equipo de gobierno quiere destinar el inmueble a fines culturales, que se concretarán a través de un proceso participativo con asociaciones y entidades de la ciudad.
El pasado mes de noviembre la comisión municipal de Cultura celebró una reunión monográfica para estudiar los posibles usos del templo. En principio, se planteó acondicionar la iglesia como un espacio diáfano con asientos móviles para conciertos, representaciones teatrales, exposiciones y otros actos.
Autor:EVA RON / Teruel