El curso Ciudad de Teruel, referente para los instrumentistas de cuerda
El Curso para Instrumentistas de Cuerda Ciudad de Teruel se ha convertido en un "referente" de este tipo de iniciativas en Aragón y también en las regiones vecinas, de las que cada vez acuden un mayor número de alumnos. Desde el pasado jueves y hasta hoy domingo, un total de 36 estudiantes han recibido formación de ocho prestigiosos profesores, que han tratado de transmitirles sus conocimientos y, sobre todo, su amor por la música.
El curso, que se imparte en las instalaciones de la Escuela Hogar, está organizado por la Asociación Cultural Banda de Música Santa Cecilia con la colaboración del Ayuntamiento de Teruel, entre otras instituciones y entidades.
El director y profesor del curso, Alberto Navas, aseguró ayer que, tras siete años de andadura, el prestigio del curso ha ido in crescendo y se ha convertido en un referente en el conjunto de España. "Podemos estar orgullosos del trabajo que llevamos haciendo porque hemos puesto a Teruel en el mapa de los cursos de música a nivel nacional", explicó.
En esta ocasión, el número de alumnos ha sido de 36, similar al de anteriores ediciones. En la primera edición, tan solo participaron una veintena, todos ellos de Teruel, pero su apertura al resto de provincias y la contratación de profesores de más nombre y de más calidad ha hecho que cada vez sea mayor el número de interesados.
El curso cuenta con alumnos de las tres provincias aragonesas, y también de un nutrido grupo de valencianos y riojanos, entre otros lugares. En cuanto al nivel, "hay de todo", según Navas. Así, hay niños de ocho años que están comenzando con el instrumento violín, viola, violonchelo, contrabajo o guitarra y otros adultos que ya han terminado la carrera pero que han decidido "ponerse en forma" al tener conocimiento de la calidad del profesorado
Además, los alumnos proceden tanto de academias como de escuelas y conservatorios. "Aquí tiene cabida todo el mundo; no excluimos a nadie. De hecho, contamos con representación de los dos grandes centros musicales de Teruel: la escuela municipal de música Antón García Abril Ciudad de Teruel y el Conservatorio Profesional de Música", explicó el director.
Objetivos
El objetivo prioritario del curso es, según Navas, "trasladar los valores humanos y socioculturales que tiene la música y que los alumnos intercambien sus opiniones y vivencias. Creo que eso es lo fundamental". "Pero como obviamente es un curso de música y hay buenos profesores, el trabajo técnico y de especialización de obras también es importante", añadió
En algunos casos, los alumnos traen a Teruel las obras en las que han estado trabajando durante el curso para poder perfeccionarlas y, en otros, comienzan a mirar piezas de cara al próximo, indicó.
Además de Navas, el curso cuenta como profesores con Alejandro Bustamante, José Luis Campos y Miguel Colom (violín), Miguel Zaragaza (Viola), Alfredo Guerrero (violonchelo), Toni Ibáñez (contrabajo) y Alejandro Baleta (guitarra)
De forma paralela al curso, se celebra el Festival de Música Ciudad de Teruel. "Desde el primer momento quisimos hacer no solo un curso, sino un festival paralelo para la ciudad de Teruel y en el que los alumnos puedan asistir a conciertos", dijo Navas.
Anoche, el dúo aragonés El mantel de Noa ofreció en la plaza de la Catedral el concierto Hilos de aire y hoy domingo, los profesores y alumnos del curso ofrecerán otro en el auditorio de la escuela de música a las 18.30 horas.
En la primera parte, actuarán de forma conjunta y posteriormente los profesores interpretarán la Suite de Don Quijote del francés Georg Philipp Telemann. "Queremos hacer algo muy especial y recordar con esta pieza el IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes", explicó Alberto Navas.
Instalaciones
El concierto tendrá lugar en el auditorio de la escuela de música, un espacio que suele quedarse pequeño en ocasiones como esta. Por eso Navas, que es profesor del centro, quiso recordar la "necesidad de que Teruel cuente con un auditorio digno".
"Estamos cansados de repetirlo pero tengo la esperanza de que llegue el día en el que, los que tienen que tomar estas decisiones, se sienten, tomen el proyecto y lo lleven a cabo porque nos vendría bien a todos: alumnos de música y profesionales. Además, se podrían traer actuaciones a Teruel que ahora mismo son inviables por un tema de logística", argumentó. "Es totalmente necesario para una ciudad como Teruel, que además es capital de provincia y que cuenta con muchas actividades culturales", concluyó el profesor.
Amor a la música
El violinista Miguel Colom, que participa por primera vez como profesor en el Curso para Instrumentistas de Cuerda Ciudad de Teruel, aseguró ayer que "amar la música ya es crecer como persona". Por eso, además de las enseñanzas técnicas que estos días ha intentado transmitir a sus alumnos, su objetivo fundamental ha sido descubrirles los valores intrínsecos de este arte.
Colom es uno de los ocho prestigiosos instrumentistas que forman parte del elenco de profesores del curso que comenzó el pasado jueves y que concluye hoy domingo
En paralelo a su actividad como solista, Colom desarrolla una continuada actividad como músico de cámara y en la actualidad es miembro del Trío VibrArt junto al pinanista Juan Pérez Floristán y el chelista Fernando Arias
Su participación por primera vez en este curso obedece a un doble motivo. Por un lado, Colom había tratado previamente a casi todos los músicos que estaban dando clase, con los que había coincidido en algún momento de su formación o compartiendo escenario en orquestas jóvenes. Y por otro, porque conocía al director, Alberto Navas, de cuya mano conoció Teruel al participar en el primer concierto de la camerata creada por él.
"Vi que Alberto tenía muchas iniciativas y proyectos y este me pareció fantástico y lo que estoy viendo es genial", explica. "Están siendo cuatro días muy intensos con los chavales, que tienen unas ganas de aprender increíbles. Además, estamos todos en un mismo espacio y contamos con monitores para que los alumnos realicen actividades extramusicales. Es genial", añade
En este tiempo, su afán ha sido sobre todo transmitirles "que la música tiene muchos valores intrínsecos, como el compañerismo, el saber escuchar a los demás, la disciplina o el trabajo corporal".
"El amar la música ya es crecer como persona", afirma con rotundidad. "Por eso, si los chavales en estos cuatro días pueden mamarlo de alguna manera, pues es lo que se llevan como motivación para empezar el curso", argumentó.
No obstante, como profesor también les ha obligado a realizar un trabajo "más duro", para que puedan mejorar su técnica con el violín.
Entre los alumnos, ha visto que "hay mucho talento y muchas ganas de aprender, de hacer música y de pasarlo bien con ella". Y también ha aprendido cosas de ellos. "Cuando el alumno responde, recibes una energía que es muy gratificante y aquí la estoy percibiendo de verdad", aseguró Colom
Por otro lado, Nora Luisa Fernández Velilla, de la localidad riojana de Arnedo, participa por segundo año consecutivo como alumna en el Curso para Instrumentistas de Cuerda Ciudad de Teruel. Cargada con su violonchelo, que es casi tan alto como ella, asegura que en el futuro le gustaría dedicarse profesionalmente a la música.
Nora acude habitualmente a clase en la escuela municipal de música de Arnedo Agustín Ruiz tres días a la semana y asegura que esta actividad no le resta tiempo para seguir sus estudios y el próximo mes de septiembre comenzará el quinto curso de Primaria.
"La música y los estudios son fáciles de compaginar porque en la escuela de música no nos mándan muchos deberes porque la directora los prohibió porque no nos daba tiempo de mucho", asegura la pequeña riojana, una de los 36 alumnos que este año realizan el curso.
Ella comenzó su formación musical hace cuatro años, se ha decantado por el violonchelo y no descarta la idea de dedicarse profesionalmente a la música en el futuro, como los profesores con los que estos días trabaja en Teruel .
Nora participó en el curso Ciudad de Teruel el año pasado y decidió repetir este "para aprender más". Y es que en estos días le están enseñando, por ejemplo, a poner mejor los dedos sobre el arco o a hacer un vibrato, explica.
Además de mejorar la técnica con el instrumento, el curso le permite también hacer amigos. "Los compañeros son muy amables y estupendos", asegura con enorme dulzura.
Autor:Alicia Royo / Teruel