Síguenos

La residencia de Santa Ana de Burbáguena cierra en octubre

La residencia de validos y asistidos de Santa Ana de Burbáguena cerrará sus puertas a comienzos de octubre.

La localidad de Burbáguena verá como el próximo mes de octubre se cierra una de sus dos residencias de la tercera edad. La Congregación de Santa Ana ha decidido echar el cerrojo, y no seguir dando el servicio de cuidado de ancianos.

La localidad de Burbáguena verá como el próximo mes de octubre se cierra una de sus dos residencias de la tercera edad. La Congregación de Santa Ana ha decidido echar el cerrojo, y no seguir dando el servicio de cuidado de ancianos. Un servicio que llevaban realizando desde 1984, cuando se inauguró, la entonces, nueva residencia enfocada a ancianas. Las hermanas de Santa Ana llevan afincadas en Burbáguena desde 1923, cuando comenzaron con el cuidado de ancianos. Años después, haría un paréntesis, para ser un colegio; y finalmente, en los años 80 retomaron su primera función.

Tras estudiar por parte de la Congregación Provincial de Santa Ana el caso de esta residencia desde febrero, el fallo llegaba en forma de cese de la actividad de residencia. La imposibilidad de realizar unas reformas para aumentar el bienestar de los residentes, y la falta hermanas jóvenes aquí en Burbáguena, han llevado a esta situación", apuntaba Clementina Sebastián Sebastián, Hermana Superiora de la residencia, quien tampoco conocía el desenlace.

En la actualidad hay un total de 24 residentes y 15 religiosas, tras las fluctuaciones de los últimos años, en cuanto a residentes y a hermanas viviendo en el edificio burbaguenense. La noticia del cierre, afecta tanto a los ancianos, como a las trabajadoras de la casa, que recibían el pasado viernes, 9 de septiembre, por la mañana la noticia. "Habíamos oído muchos rumores en las últimas semanas, pero no creíamos que llegaría a cerrarse", comentaba una de las trabajadoras de la residencia.

De las 11 empleadas, tres son vecinas de Burbáguena, y las ocho restantes de la Comarca del Jiloca. El futuro de ellas no está tan claro como el de los residentes que podrían llegar a trasladarse a la otra residencia del municipio, perteneciente a los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca, si llegan a un entendimiento por amabas partes.

Por su parte las religiosas, en su mayoría conocedoras del cierre a la vez que empleadas y ancianos, en un primer momento no deberán hacer sus equipajes. La Congregación, continuará utilizando el edificio para dar cobijo a las hermanas.

El cierre de la "residencia de las monjas", cómo así se conoce entre los vecinos, ha generado sorpresa y expectación en los habitantes, preocupados por el porvenir del municipio y de los implicados, por la relación y los lazos afectivos que tienen con ellos. Además, desde el consistorio comentaban que "a pesar de haber preguntado en varias ocasiones en la residencia, no ha sido hasta ahora, cuando nos hemos enterado".

El alcalde de Burbáguena, Juan Pablo Fidalgo, calificó de "mazazo" el anuncio del cierre de la residencia Santa Ana de Burbáguena, además de confesar que era una "sorpresa. "Había revuelo pero concretamente no se sabía nada".

Juan Pablo Fidalgo señaló que las Hermanas de Santa Ana habían abierto negociaciones con los residentes, familiares y trabajadores para ver las posibilidades del traspaso a la residencia de los Hermanos de la Cruz Blanca.

En este punto, la Hermana Superiora de la Residencia Santa Ana, Clementina Sebastián, dijo que se había dado un dado una semana para que decidieran lo que hacían. "Tanto a los residentes como a los trabajadores se les ha dado la posibilidad de seguir en la residencia de la Cruz Blanca, donde van a estar bien atendidos", afirmó. La Hermana Superiora confesaba, no obstante, la pena que daba el cierre de su residencia de ancianos.

Autor:Adrián Fidalgo Camín