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El parón nuclear de Francia salva el año en la térmica, que compró poco carbón El parón nuclear de Francia salva el año en la térmica, que compró poco carbón
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El parón nuclear de Francia salva el año en la térmica, que compró poco carbón

La central térmica de Andorra lleva funcionando a dos y tres grupos desde hace tres meses, aunque ello no se ha traducido en grandes compras de carbón a las empresas mineras.

La central térmica de Andorra experimentó en 2016 uno de los mejores segundos semestres de generación eléctrica de su historia gracias al parón nuclear en Francia, que le permitió cerrar el año con 3.328 Gigavatios hora (GWh) frente a los 429 con los que acabó el mes de junio

La central térmica de Andorra experimentó en 2016 uno de los mejores segundos semestres de generación eléctrica de su historia gracias al parón nuclear en Francia, que le permitió cerrar el año con 3.328 Gigavatios hora (GWh) frente a los 429 con los que acabó el mes de junio. Pese a que la elevada demanda energética de Francia no es la solución ideal para el sector minero-eléctrico nacional, que sigue exigiendo al Gobierno de España que cumpla con la reserva estratégica prevista en el Marco de Actuación 2013-2018, Samca espera un repunte de la venta de lignito en 2017 y 2018 y piensa ya en cerrar un acuerdo con Endesa que permita contratar a entre 50 y 60 personas en el cielo abierto.

Amenazaba ruina el año térmico en la planta andorrana tras cerrar el peor primer semestre que se recuerda, pero en la segunda parte del año la situación dio un vuelco porque tres condicionantes hicieron repuntar la generación. En primer lugar, la elevada demanda energética del país galo como consecuencia de la decisión del consejo nuclear francés de revisar 21 de las 58 centrales nucleares ante el temor de que sus generadores de vapor concentraran mayores niveles de carbono de los permitidos. El 70% de la generación eléctrica del estado vecino depende de las nucleares.

En segundo lugar, durante el segundo semestre disminuyó considerablemente la producción de energía renovable. A este factor se suma un tercero, como es el predominio de anticiclones que han dejado la energía hidráulica bajo mínimos.

Con todos estos factores entrelazados, el segundo semestre fue de récord, alcanzando niveles de generación térmica similares a los experimentados en 2011 -primer año de aplicación del real decreto de restricciones por garantía de suministro-, cuando en un solo un año la central produjo 6.260 GWh.

A partir del real decreto, se mantuvo más o menos estable (4.860 horas de funcionamiento en 2012, 3.700 en 2013 y 4.672 en 2014), también en 2015 con la norma ya agotada (4.477).

Con todo, el buen comportamiento del segundo trimestre de 2016 no ha sido óbice para que la planta haya vivido su peor año desde 2010, cuando la generación de la térmica cayó hasta los 1.793 GWh.

De modo que no ha sido un buen año para la venta de carbón. Samca, la principal empresa minera que abastece a la central, apenas ha podido vender 500.000 toneladas (pese a que ha suministrado 270.000 entre noviembre y diciembre). El grueso ha procedido de los almacenamientos pagados con anterioridad, tanto de la mina como de la campa de Endesa en la central.

Samca, optimista

Sin embargo, de las declaraciones que la dirección de Samca realizó la semana pasada a Aragón Radio, en las que el director de minería de la empresa, Justo Martín, aseguraba que las tres contratas auxiliares con las que vienen trabajando podrían contratar pronto a entre 50 y 60 personas si la minera cerrara un contrato de suministro con Endesa para 2017 y 2018, se extrae que la situación en el cielo abierto podría mejorar en lo sucesivo. Algo que por otra parte no sería demasiado complicado puesto que en 2016 la empresa prescindió de sus contratas, tanto en el desmonte como en la mina de interior, que dejó de producir el pasado 31 de diciembre.

Algunas informaciones apuntan a que las labores de inspección de las centrales nucleares francesas podrían demorarse hasta finales de 2017, algo que supondría una bocanada de oxígeno para el sector a corto plazo, aunque no a medio porque la amenaza de cierre de la térmica andorrana en julio de 2020 seguirá latente mientras la eléctrica no confirme que acometerá la desnitrificación necesaria para alargar su vida útil dos décadas a partir de esta fecha.

"Confiamos en que a primeros de año esté todo resuelto", dijo Martín en la citada emisora en referencia a las negociaciones que mantienen con Endesa. De culminarlas con éxito, "tendremos una continuidad de trabajo importante para los dos próximos años" que se traduciría en que "habría que contemplar volver a contratar algunos trabajos auxiliares", por lo que parte de los trabajadores despedidos podrían reincorporarse.

"El futuro lo tenemos enfocado en ser altamente competitivos", aseveró Martín, quien observó que "ahora mismo está repuntando el precio del carbón internacional, lo cual nos permitiría ser plenamente competitivos y a la central de Andorra tener un coste de generación que le permita entrar" en el mix energético con frecuencia, destacó.

Autor:Marcos Navarro / Alcañiz