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Cómo viajar con niños y no perder los nervios en el camino

Solventar toda la ansiedad y problemas que éstos puedan tener durante el viaje.  Viajar con niños no es fácil, hay que reconocerlo. Bien por su corta edad, porque a medida que van creciendo se sienten disconformes con casi cualquier cosa que decidamos o por algún motivo que se escapa a nuestra comprensión, lo cierto es que organizar unas vacaciones, un fin de semana en familia o hasta salir a ver a alguien se puede convertir en una epopeya si tenemos que hacerlo con menores. Veamos algunos consejos para que viajar con niños no sea el final del trayecto a la locura.

Planificar con antelación y convertirlo en una experiencia

La planificación es esencial en los viajes. Y con niños lo es aún más. Para que se sientan integrados y aprendan a disfrutar, lo ideal es convertirlo todo en una experiencia. Si empezamos contando cuentos de viajes, veremos cuáles son sus preferencias y hasta podremos encontrar la manera de que les gusten las mismas cosas que a nosotros en materia de viajes, aunque sea con matices. A medida que se acerca el día, no hay nada mejor que crear expectación. Hablar de lo bien que nos lo vamos a pasar, de cuántas cosas se van a hacer y de cómo se tiene que comportar todo el mundo es un modo de acostumbrar incluso a los más pequeños a vivir la emoción del viaje.

Adaptarse a las condiciones de los niños

Cuando se tienen niños, hay cosas que no se pueden hacer. Esta es la base de todo viaje cuando tienes familia. Por ello, tendrás que ajustar el viaje a las características de estos, en función de su edad y otras cosas. Afortunadamente, cada vez hay más sitios que piensan en todo. Hay hoteles para niños en Aragón donde ofrecen desde clases de esquí adaptadas a zona infantil con monitores para que los padres puedan relajarse un rato mientras los pequeños se entretienen. También hay hoteles donde no se admiten niños pequeños. Así que antes de viajar y reservar, asegúrate de que los niños son bien recibidos. Al fin y al cabo, si alguien no quiere ver pequeñas personas correteando por los pasillos, jugando y riendo como es habitual en ellos, también está en su derecho. Si los niños son muy pequeños, programa excursiones cerca o que se puedan recorrer en coche, mejor que una larga caminata. Puede que te sepa a poco y tengas ganas de más, pero es la mejor manera de no estar aguantando a nadie quejarse porque aún no hemos llegado.

Tener en cuenta su opinión 

A menudo no nos damos cuenta, pero los niños también tienen sus propios gustos. Antes de soñar con hacer las maletas y viajar al extranjero para no volver, ¿por qué no preguntar qué le gustaría hacer en el próximo viaje? Puede que te sorprendan y hasta te den ideas geniales, que no se te habían ocurrido pero que seguro que disfrutáis todos por igual. Además, si ven que alguna vez habéis viajado donde a ellos les gusta, es más probable que estén dispuestos a ceder, aunque no siempre es así. Son 3 consejos sencillos, en realidad. Aunque si los pones en práctica, verás cómo viajar con niños no solo es un suplicio. Puede que sea hasta agradable. Y si aún no sabes muy bien dónde ir este año, echa un vistazo a los circuitos verano 2017 para inspirarte. O enséñaselo a la familia y que elijan ellos, lo que veas mejor.