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El acusado de violar a su compañera de piso niega que tuviera relaciones sexuales con ella El acusado de violar a su compañera de piso niega que tuviera relaciones sexuales con ella
El acusado durante su declaración en la Audiencia con el intérprete interviniendo por videoconferencia

El acusado de violar a su compañera de piso niega que tuviera relaciones sexuales con ella

Las pruebas de ADN indican que los restos de semen en la víctima son suyos
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La Audiencia Provincial de Teruel dejó este martes visto para sentencia el juicio contra un hombre acusado de violar a su compañera de piso, después de que el mes pasado se aplazara el primer señalamiento de la vista al pedir un intérprete de su lengua nativa, el bambara, puesto que es de Mali. En el juicio negó que hubiese agredido sexualmente a la mujer y dijo que no había tenido sexo con ella ese día, pese a que las pruebas periciales indican que el ADN de los restos de semen que quedaron en la víctima son suyos, algo en lo que incidieron la Fiscalía y la acusación particular como pruebas contundentes de que se produjo la agresión sexual.

Pese a que el ADN le incrimina, el acusado, Makan D., insistió en negar que hubiera tenido sexo con su compañera de piso ese día, cuando además su abogada pidió la libre absolución con el argumento de que había un problema de convivencia entre ambos y la mujer le había denunciado por “venganza” al existir un “ánimo espurio” por parte de ella.

La Fiscalía pide 8 años de prisión por un delito de agresión sexual, mientras que la acusación particular solicita 10 años. También reclaman una indemnización por responsabilidad civil de 8.000 euros. El ministerio público solicita además 12 años de alejamiento y la prohibición de intentar comunicarse con ella por cualquier medio, además de la inhabilitación especial durante 15 años para realizar actividades con menores. La víctima en este caso es mayor de edad, mientras que él tiene 44 años.

Los hechos juzgados se remontan a principios de junio del año pasado, cuando la mujer denunció en la Comisaría de Teruel a su compañero de piso tras haber sufrido una agresión sexual con penetración.

Residencia legal

El hombre, que tiene residencia legal en España hasta 2027 y que trabajaba en la construcción, fue detenido y desde entonces se encuentra en prisión provisional en el centro penitenciario de Teruel. La primera vez que se intentó celebrar el juicio, el pasado 12 de marzo, contaba con una intérprete de francés, pero explicó al tribunal que ese idioma, aunque es oficial en Mali, solo lo hablan en su país quienes había ido a la escuela, que no era su caso. Pidió entonces un intérprete de su lengua nativa, el bambara.

La vista se celebró en su segundo señalamiento con un intérprete de esta lengua que la empresa que presta servicios de traducción a los juzgados había localizado en Sevilla, que se conectó por videoconferencia para hacer de traductor. La víctima, que tampoco es española, requirió por su parte una intérprete de árabe. Según se puso de manifiesto en el juicio, entre ellos se comunicaban en árabe.

La presunta violación ocurrió a última hora de la tarde del 7 de junio del año pasado. Ambos vivían en un piso de la capital turolense cuya propietaria alquilaba por habitaciones. Él llevaba un tiempo residiendo allí mientras que ella había llegado siete meses antes.

Durante la vista ella manifestó que no habían tenido problemas de convivencia, aunque desde la defensa se incidió en que existían desavenencias por el pago de unas facturas. Dentro de lo difícil que fue entender al hombre con la traducción simultánea a través de videoconferencia, él apuntó que el día de los hechos le había reclamado 14 euros por una factura, pero que ni mantuvo relaciones sexuales con ella ni la forzó. Manifestó que al menos un mes antes sí había tenido una relación sexual con ella.

La mujer en cambio negó que hubiese mantenido con anterioridad relaciones sexuales con el acusado, y que ese día cuando ella llegó a casa él le dijo que quería acostarse con ella. Pensó que bromeaba, el hombre se fue detrás de ella a su habitación, la cogió de los hombros y del pelo, la empujó sobre la cama, le quitó el pantalón y la violó. La víctima dijo que había existido penetración y que eyaculó dentro.

Denuncia

La mujer comentó que llamó a una amiga y que a continuación presentó una denuncia en la Comisaría de Teruel y acudió a urgencias siguiendo el protocolo habitual para estos casos. A la pregunta de cómo le había afectado lo ocurrido, dijo llorosa a través de su intérprete que lo había pasado muy mal, que no dormía por las noches y que siempre pensaba en lo ocurrido. Indicó que ha tomado medicación y la ha atendido un psicólogo del IAM, aunque no aportó informe alguno.

Los distintos peritos que comparecieron se ratificaron en sus informes aunque sin explicarlos. Fue el fiscal en sus conclusiones quien detalló que las pruebas de ADN indican que los restos de semen que se recogieron tanto en las partes íntimas de la víctima, como en su ropa y en la cama donde se produjo la presunta violación corresponden al acusado.

Además, el fiscal y la acusación particular incidieron en que el relato de los hechos había sido siempre el mismo por parte de la mujer sin incurrir en contradicciones, mientras que el hombre lo había modificado en varias ocasiones. Recalcaron también el empleo de la violencia y la intimidación, aunque no quedaron lesiones físicas en la víctima, y consideraron contundentes los análisis de ADN frente a lo manifestado por el acusado, que negó que hubiera tenido relaciones sexuales ese día con la mujer.

La defensa pidió la libre absolución y como alternativa, en caso de que el tribunal lo considerase culpable, planteó una pena mínima de 6 años y que se le conmutara la misma por la expulsión de España. Alegó que no hubo uso de violencia porque la mujer no presentaba lesiones y que en las exploraciones forenses los peritos constataron que estaba tranquila y no presentaba signos de nerviosismo. “Esto fue una venganza”, argumentó, ante la existencia de un “ánimo espurio” debido a las desavenencias  que había entre ambos.