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Internet y la adicción de los adolescentes Internet y la adicción de los adolescentes

Internet y la adicción de los adolescentes

Tomasa Calvo

El tremendo e impensable parricidio ocurrido en Elche por un adolescente de 15 años tiene que hacernos pensar sobre la adicción a Internet y sus consecuencias. El motivo de este desastre fue la prohibición, por parte de su madre del uso de su conexión a Internet, la wifi, por sus malas notas.

Sin duda, Internet ha revolucionado el mundo de las comunicaciones, el entretenimiento, las compras, el trabajo, etc., y también se puede decir que ha mejorado la calidad de vida de muchas personas en algunos aspectos. Sin embargo, como afirman muchos expertos, el abuso de Internet favorece algunas adicciones. Una adicción se manifiesta cuando por distintos motivos una persona se concentra exclusivamente en una única actividad (lo que puede ser causa o efecto de la adicción) y corre el riesgo de volverse adicto a esa conducta. Las dos principales características de una adicción son la pérdida de control y la dependencia.

Todas las conductas adictivas están controladas inicialmente por reforzadores positivos -el aspecto placentero de la conducta en sí-, pero terminan por ser controladas por reforzadores negativos, es decir, por el alivio de la tensión emocional. Así que, lo que busca una persona adicta es la mejoría de su malestar emocional, es decir, intentando ahuyentar el aburrimiento, la soledad, la ira, el desconcierto o el nerviosismo. Todo este cóctel propicia conductas de escape, de evasión o de anonimato. En concreto, los tres grandes ciber-ámbitos de esas conductas son las páginas web de contenido pornográfico o violento, los sitios de juegos y apuestas y las comunidades virtuales

Estar enganchado a Internet puede actuar como una droga estimulante que produce cambios fisiológicos en el cerebro, los que provocan un aumento de la dopamina y de otros neurotransmisores vinculados al circuito del placer. Estos cambios fisiológicos alteran nuestro estado de ánimo y la conciencia y, por tanto, puede producir efectos similares a los de la cocaína u otras drogas. Por esto, la privación de Internet para los adictos a la Red puede provocar síntomas de abstinencia y potenciar la necesidad aún más imperiosa de conectarse a Internet a costa de cualquier cosa.

La prevención familiar y escolar es fundamental. Se trata, en definitiva, de ayudar a los adolescentes a que puedan disfrutar de las enormes posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, pero hay que hacerles conscientes de sus riesgos y de que el centro de su vida no debe girar alrededor de estos medios. Para eso es muy importante que los padres y educadores refuercen la voluntad de los adolescentes, compartan actividades con ellos, les ayuden a discernir la verdad, el bien, la belleza y todo aquello que les puede ayudar a ser personas que lleguen a prestar un buen servicio a la sociedad, frente a todo el bombardeo de ideas al que constantemente están sometidos.