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Alcañiz obligará a los dueños de perros a presentar antes de un año un perfil genético del animal Alcañiz obligará a los dueños de perros a presentar antes de un año un perfil genético del animal
Parque de los brigadistas, que se establecerá como zona de suelta libre de animales

Alcañiz obligará a los dueños de perros a presentar antes de un año un perfil genético del animal

Ordenanza aprobada en el último pleno
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Los alcañizanos tendrán un año de tiempo para adaptarse a la nueva ordenanza de animales de compañía y prepararse para cumplirla. Esta normativa, aprobada en el pleno de este martes, afectará de manera directa a los propietarios de perros, que además de tener registrados a los animales en el censo municipal, deberán aportar un perfil genético de ADN de sus canes. Asimismo, por primera vez quedan establecidas en Alcañiz cuatro zonas de suelta libre de los animales.

El artículo 12 de la nueva ordenanza es el que afecta más directamente a los poseedores de perros, por la novedad que supone la obligatoriedad de realizar un análisis de ADN a cada animal. Este perfil genético será una especie de DNI que permitirá la identificación de la mascota sin género de dudas. Cuando aparezcan excrementos en la calles, se podrán analizar para saber a qué animal corresponden y sancionar a su propietario.

Este artículo regula el deber de los propietarios de someter a sus mascotas a una extracción de sangre, que deberá ser realizada por un veterinario colegiado habilitado. Con ella, se obtendrá una muestra de ADN del animal y se determinará su genotipo. Lo anterior no es óbice para que los propietarios tengan que identificar igualmente a los animales mediante un transponedor o un microchip.

El concejal delegado de Medio Ambiente, Nacho Carbó, comentó que “los poseedores de perros tendrán un año por delante para adaptarse” a las novedades de la ordenanza. No obstante, “pasado ese año deberán haber aportado el perfil de ADN de su perro, un análisis que tiene un coste de unos 50 o 60 euros y que solamente tendrán que asumir una sola vez para cada perro”. Según el edil de Medio Ambiente, “los análisis de sangre no son difíciles de realizar, porque pueden hacerse en cualquier clínica veterinaria”. 

El perfil del animal, permanecerá registrado en la base de datos del Ayuntamiento de Alcañiz.

La nueva ordenanza de animales de compañía aprobada por unanimidad de todos los grupos municipales, comenzó a elaborarse hace alrededor de dos años. Su puesta en marcha fue consecuencia de “los conflictos de convivencia que existían en la calle, principalmente en zonas de esparcimiento en las que coincidían personas paseando y propietarios de perros que los tenían sueltos”, explicó el concejal. Igualmente, las quejas “por la aparición de excrementos en distintas partes de la ciudad, parques, jardines y calles nos llevó a preparar un primer borrador que ahora ha terminado viendo la luz con esta normativa”, señaló Carbó.

La realización de un perfil de ADN del animal será la manera en la que, ante la aparición de algún excremento en zonas públicas, se pueda determinar a qué perro en concreto pertenece y, por ende, a qué propietario hay que sancionar. 

Según Carbó, se tiene que determinar todavía cuál será el servicio que se encargue de la recogida de excrementos en el futuro, si el de parques y jardines, los agentes de la Policía Local…, pero lo que está claro es que ante la aparición de un excremento en zonas urbanas, se realizará un análisis del mismo y podremos saber quien es el dueño y responsable del animal”. Según el concejal, queda por definir cuál será el procedimiento para determinar la recogida de las deposiciones. “Hay ciudades que ya están más adelantadas en este tema y se tendrá que ver cómo lo hacen, si son los encargados de mantenimiento de jardines u otros empleados”, añadió Carbó.

300 euros de multa

Las sanciones para este tipo de infracciones ascienden a “300 euros, a lo que hay que sumar el coste de las analíticas que, por supuesto, correrán a cargo del dueño”, matizó el delegado de Medio Ambiente. 

Con respecto a la multa, el concejal insistió en que “nadie tiene por qué preocuparse, porque si mantenemos un actitud cívica y evitamos dejar los excrementos en lugares donde no corresponde, no tienen por qué producirse sanciones”. 

Las analíticas de ADN son una medida que ya han implantado otras ciudades. De hecho, la ordenanza alcañizana ha tomado nota de lo que viene regulado en otras normativas que ya están aplicándose en otras provincias de nuestro país. 

El Ayuntamiento  preparará una campaña informativa para advertir a los poseedores de perros y de otros animales de compañía, ya que la ordenanza afecta especialmente a los canes en lo que concierne al ADN, pero está redactada en su mayor parte para todo tipo de animales domésticos. Carbó señaló que “habrá un año para que la gente se informe y se adapte a las nuevas exigencias relacionadas con el ADN. Pero pasado un año”, advirtió, “se empezará a sancionar” a través de los agentes de la Policía Local, que tendrán potestad para requerir documentación de los animales y comprobar que están registrados correctamente en el censo municipal.

Suelta libre

Otra  de las novedades de la ordenanza es el establecimiento de cuatro zonas de suelta libre en el casco urbano. Las cuatro estarán  señalizadas, según el delegado del área. En el resto de la ciudad, “los perros no se podrán llevar sueltos de ninguna manera”.

Las zonas donde los animales podrán ser liberados de la correa son el parque de los brigadistas, en la ronda de Caspe, una zona de las riberas del Guadalope ubicada junto al antiguo fortín carlista, que además está delimitada físicamente del resto del parque, una zona verde de la calle Concepción Gimeno Gil y el entorno del azud, que es la parte más alejada de las riberas. 

Quedará prohibida la suelta de animales en el resto del casco urbano, incluida la zona de paseo de la ribera del Guadalope, muy utilizada por la gente para pasear o hacer deporte. 

En cualquier caso, el concejal de Medio Ambiente insistió en que “poder llevar al perro suelto no significa que los perros tengan prioridad sobre las personas, es decir, que las cuatro zonas de suelta libre no serán un gueto de perros. Si un perro está suelto en estas zonas no se le va a multar, pero si un ciudadano requiere que el perro se ate, porque necesita pasar, el dueño estará obligado a atarlo para facilitar el tránsito de otras personas”. Además, la ordenanza regula otras cuestiones relacionadas con la vigilancia del animal, al que su dueño no podrá perder de vista en ningún momento.

El Ayuntamiento tiene previsto colocar paneles informativos que especifiquen las normas de uso en las cuatro zonas de suelta libre.

Carbó valoró el proceso que ha culminado con la aprobación de la ordenanza. La iniciativa empezó con las consultas a varias asociaciones locales, tras lo que una empresa especializada realizó una propuesta inicial que finalmente ha quedado concretada en esta ordenanza de 37 artículos.