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Alcorisa conmemora el 50 aniversario del descubrimiento de su icónico Kalathos íbero Alcorisa conmemora el 50 aniversario del descubrimiento de su icónico Kalathos íbero
La vasija fue hallada en 1973 por la arqueóloga Montserrat Martínez, que dio una charla

Alcorisa conmemora el 50 aniversario del descubrimiento de su icónico Kalathos íbero

La vasija fue hallada en 1973 por la arqueóloga Montserrat Martínez, que ayer dio una charla
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El 27 de abril de 1973, la estudiante de arqueología Montserrat Martínez, tutelada por la entonces directora del Museo de Teruel, Purificación Atrián, halló en el yacimiento del cabezo de La Guardia de Alcorisa el célebre Kalathos, una vasija de barro de 2.000 años de antigüedad cocida en los cercanos hornos de Mas de Moreno que contiene “uno de los más valiosos ejemplares de la pintura ibérica en Aragón”, con “proyección hacia el mundo Mediterráneo”. Así lo explicó la historiadora, en la actualidad ya jubilada, durante la conmemoración del 50 aniversario del notable hallazgo con una conferencia en el Centro Cultural Valero Lecha, después de una tarde de puertas abiertas en el Museo Íbero de Alcorisa, programadas dentro de la Semana Cultural.

El Kalathos apareció en un cabezo próximo a la confluencia de los ríos Alchozas y Guadalopillo, visitable desde el kilómetro 218,600 de la N-211 en dirección a Alcañiz. Fue confeccionado a torno, cocido y pintado entre los siglos II y I antes de Cristo (a.C.) en el “polígono industrial” del Cabezo de la Guardia, como Martínez se refirió a los completos hornos íberos de Foz Calanda.

La pieza, de 35,4 centímetros de altura y diámetro máximo de 40,3 centímetros, constituye “un claro ejemplo de la iconografía y la complejidad simbólica de las decoraciones pintadas en la cerámica”, explica el Museo de Teruel en su página web. “Se utilizó como contenedor de productos como miel o frutos secos, seguramente en banquetes y ceremonias de carácter ritual o religioso”, añade el centro expositivo, fruto de la manera de representar las costumbres y formas de vida de los pueblos ibéricos desde comienzos del siglo III a.C.

En este caso, aparecen dos parejas de personajes que pudieran estar sellando un pacto agrícola; un hombre trabajando la tierra con bueyes y rodeado de aves; y dos jinetes con lanza dispuestos a cazar jabalíes, perseguidos por perros, además de otro grupo de aves y un pez en la parte inferior.

Este Kalathos (traducido del griego como cesto), posiblemente fuera utilizado en determinados ritos, no de la vida cotidiana, en los que se consumiría una bebida especial: la hidromiel.

En el centro de visitantes en Alcorisa de la Ruta Íberos en Aragón se ubica una pequeña sala circular en la que se expone una reproducción del Kalathos de La Guardia, con su desarrollo decorativo impreso a gran tamaño y explicación del significado de esta singular pieza. El centro divulgativo, en la tarde del miércoles abierto al público, está dedicado a los alfares y hornos cerámicos ibéricos. Se ubica en la antigua iglesia de San Sebastián, actualmente convertida en centro museístico que alberga también el Centro de Interpretación de la Semana Santa y el Museo de la Escuela.

Desde los años 70

Aunque habrá que esperar hasta abril para celebrar con propiedad el 50 aniversario del descubrimiento, Martínez no quiso dejar pasar en esta Semana Cultural el anuncio de que la localidad tiene E“un elemento patrimonial importante, aunque la pieza original está en el Museo de Teruel”, que “forma parte del imaginario colectivo” de la localidad. De esta forma, el centro de Atadi para personas con discapacidad intelectual recibe el nombre de Kalathos, la plaza de toros cuenta con ilustraciones de la vasija, el friso está representado en la sala de exposiciones de la Peña Club Paraíso Caracas y el IES Damián Forment tiene como logotipo una de las palomas dibujadas. El Kalathos ha viajado a París, a una exposición sobre el mundo ibérico, y también a Santander, donde formó parte de la exposición del Centro Botín Picasso ibero. 

La pieza, que tiene un “gemelo” en Azaila estudiado por el pionero Juan Cabré, fue descubierta durante una excavación del Museo de Teruel en 1973, después de que Atrián viera potencial dos años antes cuando Martínez indagaba en La Guardia para su tesis de licenciatura.

“Nos encontramos con una cantidad de materiales de riqueza extraordinaria”, dijo la experta, después de explorar un yacimiento del que tuvieron constancia a través de Antonio Serrano, del Grupo de Estudios Masinos. Dos años más tarde, durante las vacaciones de Semana Santa, eligieron la ladera norte del cabezo para investigar. “En la segunda terraza, debajo de un amontonamiento de piedra, apareció una vasija aplastada cuyos primeros fragmentos limpié con mucho cuidado porque estaba húmeda la tierra. De repente, vi la figura de un caballo. Avisé a mis compañeros y sacamos la vasija entera. Solo faltan tres o cuatro fragmentos pequeños”, explicó Martínez con emoción intacta.

Después aparecieron las viviendas de La Guardia y un gran torreón de planta circular con apoyo central. También se conservan restos de un posible recinto defensivo en este yacimiento. El material cerámico hallado, idéntico al del poblado alcañizano Tiro de Cañón, “posiblemente fue elaborado en el conjunto de hornos de Mas de Moreno que tuve la suerte de descubrir en 1981”, manifestó la historiadora.

La memoria de la excavación fue publicada en la revista Teruel, del Instituto de Estudios Turolenses, en 1976. A partir de ahí “trascendió la figura del Kalathos y la Universidad de Zaragoza, con Marcos Simón y otros especialistas en religiosidad ibérica como Charo Lucas o Elena Maestre, analizaron e interpretaron lo que significaban aquellas figuras, que llegaron a simposios y encuentros científicos” por su valía.

Cultura y turismo

Martínez valoró la “riqueza” íbera que posee el Bajo Aragón, con decenas de yacimientos y centros de visitantes que “salvaguardan” esta herencia al tiempo que sirven para que los vecinos “tomen conciencia” y se conviertan en “los mayores guardianes” del territorio contra el furtivismo. Cree que hay margen de mejora para potenciar el turismo íbero, complementándolo con naturaleza, deporte y paisaje. Todo ello, “bien trabajado, puede constituir rutas turísticas y culturales extraordinarias”, concluyó.

Un recipiente con simbología usado en ritos espirituales

El Kalathos, posiblemente utilizado en ritos en los que se consumiría hidromiel, es un claro ejemplo de la iconografía ibérica y de la complejidad simbólica de sus representaciones.

En una primera escena aparecen dos parejas de personajes enfrentados, situados entre elementos panzudos o motivos florales, con grandes manos y en actitud de salutación, tal vez sellando un acuerdo agrícola.

La segunda representa a un hombre trabajando la tierra con un arado, tirado por bueyes y rodeado de aves. Además de informar sobre las técnicas agrícolas, puede hacer referencia a un ritual para propiciar la producción. En la parte inferior aparece una rapaz nocturna, asociada a la fecundidad.

La tercera secuencia muestra dos jinetes con lanza al acecho de jabalíes, perseguidos por cinco perros o lobos con las fauces abiertas. Cerrando escena, un grupo de aves y un pez en la parte inferior.