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Jornada sobre frutos secos celebradas en Calaceite

Alcubierre: "El Estado ha de velar por que los seguros agrarios repercutan en las personas"

El responsable de UAGA critica que las aseguradoras son las beneficiarias de las medidas estatales
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“El Estado ha de velar por que los seguros se utilicen para ayudar a las personas y no  para nutrir las cuentas de resultados de las aseguradoras”. Con estas palabras, el secretario general de UAGA-COAG, José María Alcubierre, trasladó el malestar del sector agrario con respecto a la política que ha llevado a cabo Agroseguro en los últimos años, con pólizas cada vez más caras y que no cubren las expectativas del agricultor en relación a los daños provocados en las cosechas aseguradas.

Alcubierre realizó estas declaraciones en la segunda y última sesión de las jornadas que ha organizado en Calaceite sobre el sector de los frutos secos. El responsable de la organización sindical pidió una intervención “radical” por parte de los gobiernos central y autonómico, “con pólizas que supongan un aseguramiento real a las explotaciones familiares”, enfatizó.

Asimismo, reclamó “a la parte política” que “abra más los ojos en años nefastos como éste”, de ahí que la organización, dijo, esté “presionando en la Mesa de Aragón y en la del Ministerio de Agricultura para que las inyecciones adicionales que está realizando Enesa (Entidad Estatal de Seguros Agrarios, que participa en un 40% en Agroseguro)  repercutan en la reducción de cuotas de los agricultores y no en beneficios adicionales para las aseguradoras (que tienen el 60% de Agroseguro).

En este sentido, pidió al Estado que actúe, porque en este momento Agroseguro “no es útil para cumplir con el espíritu fundacional con que se creó el consorcio de ayudar a las explotaciones familiares”.

Intervención

Durante su intervención, el responsable de UAGA reclamó “mejores seguros agrarios para dar al sector una estabilidad que no tiene en estos momentos y que es necesaria para proteger las explotaciones agrarias familiares”.

Por otra parte, José María Alcubierre recordó que éste ha sido un “año problemático en Aragón, porque venimos de grandes heladas del año pasado y ahora ha vuelto a haber afecciones en muchos puntos del territorio”. Indicó que, aunque hay que esperar para hacer valoraciones, “posiblemente volveremos a tener una situación complicada”. Además, añadió que la sequía “no está ayudando a los frutos secos, tanto en secano como en regadío, porque en la mayor parte del territorio hay escasez de agua”.

Las jornadas estatales de frutos secos han coincidido con un momento complicado en el campo aragonés por la meteorología, ya que, además de las afecciones por heladas durante la última semana de marzo y primera de abril, la falta de lluvias está haciendo mella en los almendros. Lamentablemente, si no llueve a tiempo y abundantemente, los agricultores tendrán que enfrentarse a una campaña similar a la de 2022, condicionada por la excepcionalidad de unas intensas heladas que afectaron a la práctica totalidad del territorio y que supusieron una reducción del 36% en la producción de almendra respecto al año 2021.

Es por ello que, ante las adversidades causadas por la meteorología, las organizaciones agrarias llevan meses reclamando mejoras en los seguros que cubren la cosecha de almendra para que resulten atractivos al productor de frutos secos, en el que apenas se contratan seguros.

Comercialización

Por otra parte, otro reto del sector es la comercialización. En un escenario mundial de una importante reducción de cosecha, tanto en Estados Unidos como en el resto de países del arco mediterráneo (incluida España), no son comprensibles, según la organización agraria, los bajos precios percibidos durante la última campaña 2022, entre un 6 y un 10% menos que el año anterior.

UAGA-COAG hizo hincapié en la alta calidad de la almendra producida en Aragón De hecho, la organización está trabajando para valorizarla y potenciar su consumo. Desde hace algún tiempo se había conseguido abrir mercados al margen de la almendra americana, con precios altos por la calidad del producto, aunque la especulación, los contratos a futuro y demás prácticas comerciales hacen que los precios no sean los justos para el agricultor, señalaron desde la organización agraria.

Aragón tiene una superficie dedicada al cultivo del almendro de casi 68.000 hectáreas, de las que prácticamente 18.500 se encuentran en Teruel. La mayoría de ellas en secano y con 1.259 hectáreas en regadío, una proporción ínfima si se compara con las hectáreas de regadío que tienen las provincias de Huesca y Zaragoza en este cultivo.

Por último, desde la organización sindical subrayaron que el almendro constituye un cultivo fundamental en las zonas de secano de Aragón donde no hay otras alternativas de producción y supone un importante complemento económico para los agricultores profesionales.

A pesar de que las nuevas plantaciones (tanto en intensivo como con riego) tienen un mayor rendimiento, la reducción constante de los datos de cosecha constata la destrucción imparable, según UAGA-COAG, si no se pone remedio, del almendro tradicional. Este abandono, centrado en las comarcas de secano más desfavorecidas, acentúa el despoblamiento rural y la destrucción de un patrimonio agrícola de todos los aragoneses, denunciaron desde la organización agraria.