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Amigos de la Tierra pide la protección “ya” de la Sima de San Pedro y paralizar el mirador Amigos de la Tierra pide la protección “ya” de la Sima de San Pedro y paralizar el mirador
Los ecologistas desplegaron hace unos días una pancarta junto a la sima pidiendo su protección urgente. Amigos de la Tierra

Amigos de la Tierra pide la protección “ya” de la Sima de San Pedro y paralizar el mirador

El Inaga estudia las afecciones ambientales del proyecto para hacer visitable el biodiverso pozo
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La ONG ecologista Amigos de la Tierra ha pedido a la Dirección General de Medio Natural y Gestión Forestal la protección urgente de la Sima de San Pedro de Oliete, el pozo de 108 metros de profundidad de origen kárstico reserva de la biodiversidad sobre el que la Comarca Andorra-Sierra de Arcos proyecta un mirador panorámico para su disfrute en condiciones de seguridad.

En concreto, la organización conservacionista solicita como medida inmediata que se cierre al tránsito de vehículos la pista de acceso y que se restrinja el paso, limitando la presencia humana a labores de investigación científica, vigilancia ambiental y de protección civil.

Amigos de la Tierra exigen también que se descarte el proyecto de mirador panorámico cuyas afecciones medioambientales estudia el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga). La iniciativa, impulsada por la administración comarcal con su Plan de Sostenibilidad Turística, pretende dar a conocer el enclave regularizando las visitas que hoy se hacen por libre y con peligro.

Sin embargo, los ecologistas rechazan de plano la intervención, que incluye un túnel perforado, un centro de visitantes y un aparcamiento porque “dañaría irreversiblemente” un enclave “excepcional”, único en Europa.

El activista de Amigos de la Tierra José Antonio Domínguez ha presentado en dos ocasiones alegaciones al proyecto, la última vez esta misma semana de forma complementaria.

“Hemos alegado varias organizaciones, como Ecologistas en Acción, Ansar, Amigos de la Tierra, SEO y algunos geólogos”, explicó Domínguez, que espera que en el plazo de unos meses y tras “un estudio medioambiental serio” el Inaga descarte la ejecución del proyecto.

Valores a preservar

El proyecto tiene en consideración el Lugar de Interés Comunitario (LIC) Parque Cultural del Río Martín, la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) Desfiladeros del Río Martín, el Lugar de Interés Geológico (LIG) Sima de San Pedro y los planes de protección de especies amenazadas como el cangrejo de río europeo y el águila perdicera.

Precisamente, estos son los argumentos que esgrimen Ansar y Amigos de la Tierra en sus alegaciones para mostrar su rechazo al proyecto, que bajo su punto de vista tendría un “gran e irreversible impacto ambiental” y supondría un “despilfarro” de dinero de 1,6 millones de euros.

En agosto, ambas entidades reclamaron la dimisión “de los autores intelectuales” del proyecto de mirador volado porque, a su entender, se trata de una estructura “contra natura” y constituye un “peligro cierto” para las aves y murciélagos que habitan allí, además de las molestias ocasionadas por la presencia humana “que se incrementaría” considerablemente.

Añaden que la Sima de San Pedro alberga al menos 19 especies, principalmente de aves y murciélagos. Entre las primeras, destaca la presencia de una colonia de vencejo real, así como varias parejas de chova piquirroja. Entre los quirópteros, se han citado hasta nueve especies, siendo el murciélago rabudo la más característica con 55 individuos.

La obra para construir el mirador no solo alteraría la esencia y naturaleza de este “enclave frágil”, argumentan, sino que produciría “importantes daños” en el terreno y la vegetación para acceder las máquinas excavadoras, acarrear el material y depositar el importante volumen de rocas extraídas, “más luego los elementos construidos que artificializarían el entorno”.

Con todo, los ecologistas proponen que la sima quede libre de visitantes y deportistas y solo se autorice su acceso para estudios científicos. Así lo han pedido Amigos de la Tierra a Medio Natural y Gestión Forestal en su solicitud de “protección integral”  para que se cierre la pista, pues no consideran lógico que en este momento los coches puedan acceder. “Eso no puede ser. La gente se asoma, grita, tira basura... Estamos hablando de un bien único e irrepetible que hay que preservar y el turismo es uno de los mayores impactos contra la biodiversidad”, argumentó Domínguez. “No podemos estar presionando a la naturaleza. Hay que renunciar”, concluyó.

“Regularizar y proteger”

La presidenta de la Comarca Andorra-Sierra de Arcos, Marta Sancho, defiende el mirador para “regularizar las visitas y proteger el entorno, la fauna y al propio visitante, porque en estos momentos el vallado no es seguro”.

“El acceso ahora es libre, la gente aparca donde quiere, tira piedras al humedal, baja con barcas hinchables y hace lo que le da la gana, por lo que acondicionando y regularizando las visitas se accedería al entorno de una forma más ordenada”, argumentó la responsable en agosto.

Sancho aseguró que el mirador, que será accesible para todos, es un proyecto singular que apoyan todos los grupos políticos del Consejo Comarcal. La presidenta se puso a disposición del Inaga para introducir y cumplir a rajatabla todas las medidas de protección de la avifauna que el organismo ordene en la declaración de impacto ambiental.

Recreación del aspecto del mirador. Javier Borobio

El balcón es el proyecto estrella del plan turístico de la Comarca

El mirador panorámico de la Sima de San Pedro tendrá un presupuesto de 1,6 millones de euros, según el proyecto básico con el que Andorra-Sierra de Arcos solicitó la pertinente autorización al Inaga. Será financiado en parte dentro del Plan de Sostenibilidad Turística, dotado con 3 millones de euros.

La nueva plataforma acristalada para contemplar el abismo, de 108 metros de profundidad, se situará sobre el estrato de caliza que aflora en lo alto del descomunal pozo troncocónico de origen kárstico.

Según el proyecto básico, el mirador, que sobresaldrá por el cráter de la sima, irá acompañado de un centro de acogida al visitante. En sus 90 metros cuadrados y en los 186 del espacio de acceso al túnel que llevará al mirador se habilitará una musealización con materiales que ayuden a interpretar el enclave.

Una rampa que salvará una altura de algo más de 7 metros conducirá al túnel que desembocará en el mirador. Se trata de una perforación horizontal y recta de unos 48 metros de longitud. El mirador, objeto fundamental del proyecto, será un balcón volado y acristalado a cielo abierto sobre el vacío, con un vuelo en punta de 5 metros. En total, la superficie construida sería de 827 metros cuadrados.

El proyecto también contempla un aparcamiento, pensado para diez coches y un autobús. Se habilitará junto a la curva de la pista de tierra que da acceso motorizado al cráter.

El objetivo es que la visita al paraje, al que acceden 20.000 personas al año según el Parque Cultural del Río Martín, se realice de forma segura.

Entretanto, la comarca ha hecho más cómodo y seguro el acceso al perímetro de la Sima de San Pedro repasando la cuerda de protección y señalizando un sendero con paneles interpretativos.