Camión alquilado por tres meses para reforzar el servicio.
Andorra-Sierra de Arcos desatasca la contratación de la recogida de residuos
La Comarca, dispuesta a pagar 751.900 euros al año
La Comarca Andorra-Sierra de Arcos inició el pasado jueves el expediente para la contratación del nuevo servicio de recogida de residuos para los próximos cuatro años y un quinto prorrogable, a razón de 751.900 euros anuales. Tras los problemas administrativos que ha tenido en los últimos meses, la institución aspira a licitar a finales de mayo para que la nueva empresa empiece en julio.
Después de 17 años y un sinfín de prórrogas y quejas por la deficiente prestación del servicio, la comarca espera mejorar la recogida de basuras sustancialmente dentro de dos meses, con una plantilla que pasará de cinco a ocho efectivos –el personal actual será subrogado– y unos camiones seminuevos que no se estropearán y contarán con avances tecnológicos para hacer un seguimiento puntual.
Así lo espera el vicepresidente primero de la institución y delegado de Residuos Sólidos Urbanos, Raúl Romero, quien explicó que la licitación tenía que haber llegado meses antes pero “nos ha pasado de todo en esta comarca, lo más gordo recientemente la baja del interventor durante mes y medio”, algo que ha generado “un cuello de botella exagerado” para cualquier tramitación, máxime si lleva aparejado “contenido económico”.
El jueves, por unanimidad, el consejo comarcal aprobó el expediente para la contratación del servicio, un paso previo para sacar la licitación y aprobar los pliegos a finales de este mes. La comarca ha lanzado un contrato de cuatro años por un precio de salida de 3.007.596,20 euros (con IVA), prorrogable un año.
Renovación de contenedores
En el pliego figurará “la renovación de todos los contenedores (450) de los nueve municipios, tanto de orgánica como de envases y cartón, y habrá una prueba piloto en Andorra con el contenedor marrón, el llamado quinto contenedor” para la separación de materia orgánica, de obligado cumplimiento. Los contenedores de materia orgánica llevarán un pedal de apertura, mientras que el papel y los envases ligeros se seguirán depositando por los orificios superiores.
En cuanto a los camiones, los actuales tienen “más de 20 años” y se sustituirán por otros “seminuevos, de entre cinco y ocho años de antigüedad”, para que no pasen tanto por el taller.
Durante unos meses la comarca llegó a funcionar con tres camiones: uno de Aragonesa de Servicios Públicos, otro de la comarca y otro alquilado por tres meses para la campaña de Navidad, con la esperanza de que a estas alturas ya se contara con la nueva contrata. Se acabó prescindiendo de este último. Los nuevos tendrán una capacidad superior a las 6 y 10 toneladas de los actuales.
Mejorarán las frecuencias de recogida, especialmente para días de fiesta y mercado. Además, un control remoto permitirá saber a la empresa y a la administración la cantidad de residuo que se recoge en cada zona del pueblo para recabar datos y mejorar el servicio.
Con todo, Romero confía en mejorar los porcentajes de separación en la comarca, que superan por muy poco el 20%. También habrá campañas de concienciación ciudadana a este fin.
El contrato con Aragonesa lleva prorrogándose siete años. Se firmó en 2007 por diez años, por lo que está desfasado y la empresa no ha cumplido en la medida que debería, en parte porque quiere apostar toda su actividad a la gestión de agua y quitarse la recogida de basuras. Es decir, no ha hecho inversiones. Las deficiencias pasan por la falta de reposición de camiones y contenedores, carencias en la limpieza y otras quejas que llegan desde los nueve municipios.
Con el cambio de año, Andorra-Sierra de Arcos incrementó un 10% las tasas del servicio de basuras, congeladas desde 2018. Además, desde 2023, a la tasa de recogida de residuos se suma otra por el vertido –los 40 euros por tonelada–, de obligado cumplimiento a nivel estatal.
Pasos en proyectos turísticos
La comarca aprobó también el jueves el proyecto Caminos Mineros como primer paso para la recuperación de 38,5 kilómetros de rutas vinculadas a la minería del carbón para el senderismo y el cicloturismo. Se espera que la iniciativa, que pronto saldrá a licitación, sea una realidad en 2025. El proyecto cuenta con 498.765 euros adjudicados por el Instituto para la Transición Justa en febrero de 2023 en el marco de la última convocatoria para financiar proyectos de infraestructuras ambientales, sociales y digitales en municipios y comarcas mineras con cargo al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
El proyecto comprende abrir al turismo los principales puntos donde se localiza el legado minero de la comarca. Se trata de 7,5 kilómetros del antiguo trazado del ferrocarril minero en Andorra, 20 kilómetros para conectar el museo minero y las antiguas minas de Alloza y Ariño, 1,5 kilómetros en Corta Alloza, 4,5 kilómetros en Corta Gargallo y 5 kilómetros en Corta Gargallo Oeste (Estercuel). Se incluye la musealización de algunos atractivos.
Por otra parte, la comarca aprobó una modificación del proyecto del circuito de ocio familiar en la naturaleza que ejecuta en Alloza porque “los árboles no daban el diámetro y los sustratos de roca eran más duros” de lo previsto, por lo que, entre otras cuestiones, “el laberinto se ha tenido que sustituir por unas pasarelas”, explicó la consejera delegada de Turismo, Inma Moliner. Junto al Calvario, el nuevo atractivo tendrá una extensión de 6.200 metros cuadrados e incluirá escalada, circuitos multiaventura, juegos con seguridad pasiva, toboganes y tirolinas.
Litolux ejecuta la instalación por 366.360,17 euros, financiados en parte con una ayuda del Fite de 200.000 euros.
Después de 17 años y un sinfín de prórrogas y quejas por la deficiente prestación del servicio, la comarca espera mejorar la recogida de basuras sustancialmente dentro de dos meses, con una plantilla que pasará de cinco a ocho efectivos –el personal actual será subrogado– y unos camiones seminuevos que no se estropearán y contarán con avances tecnológicos para hacer un seguimiento puntual.
Así lo espera el vicepresidente primero de la institución y delegado de Residuos Sólidos Urbanos, Raúl Romero, quien explicó que la licitación tenía que haber llegado meses antes pero “nos ha pasado de todo en esta comarca, lo más gordo recientemente la baja del interventor durante mes y medio”, algo que ha generado “un cuello de botella exagerado” para cualquier tramitación, máxime si lleva aparejado “contenido económico”.
El jueves, por unanimidad, el consejo comarcal aprobó el expediente para la contratación del servicio, un paso previo para sacar la licitación y aprobar los pliegos a finales de este mes. La comarca ha lanzado un contrato de cuatro años por un precio de salida de 3.007.596,20 euros (con IVA), prorrogable un año.
Renovación de contenedores
En el pliego figurará “la renovación de todos los contenedores (450) de los nueve municipios, tanto de orgánica como de envases y cartón, y habrá una prueba piloto en Andorra con el contenedor marrón, el llamado quinto contenedor” para la separación de materia orgánica, de obligado cumplimiento. Los contenedores de materia orgánica llevarán un pedal de apertura, mientras que el papel y los envases ligeros se seguirán depositando por los orificios superiores.
En cuanto a los camiones, los actuales tienen “más de 20 años” y se sustituirán por otros “seminuevos, de entre cinco y ocho años de antigüedad”, para que no pasen tanto por el taller.
Durante unos meses la comarca llegó a funcionar con tres camiones: uno de Aragonesa de Servicios Públicos, otro de la comarca y otro alquilado por tres meses para la campaña de Navidad, con la esperanza de que a estas alturas ya se contara con la nueva contrata. Se acabó prescindiendo de este último. Los nuevos tendrán una capacidad superior a las 6 y 10 toneladas de los actuales.
Mejorarán las frecuencias de recogida, especialmente para días de fiesta y mercado. Además, un control remoto permitirá saber a la empresa y a la administración la cantidad de residuo que se recoge en cada zona del pueblo para recabar datos y mejorar el servicio.
Con todo, Romero confía en mejorar los porcentajes de separación en la comarca, que superan por muy poco el 20%. También habrá campañas de concienciación ciudadana a este fin.
El contrato con Aragonesa lleva prorrogándose siete años. Se firmó en 2007 por diez años, por lo que está desfasado y la empresa no ha cumplido en la medida que debería, en parte porque quiere apostar toda su actividad a la gestión de agua y quitarse la recogida de basuras. Es decir, no ha hecho inversiones. Las deficiencias pasan por la falta de reposición de camiones y contenedores, carencias en la limpieza y otras quejas que llegan desde los nueve municipios.
Con el cambio de año, Andorra-Sierra de Arcos incrementó un 10% las tasas del servicio de basuras, congeladas desde 2018. Además, desde 2023, a la tasa de recogida de residuos se suma otra por el vertido –los 40 euros por tonelada–, de obligado cumplimiento a nivel estatal.
Pasos en proyectos turísticos
La comarca aprobó también el jueves el proyecto Caminos Mineros como primer paso para la recuperación de 38,5 kilómetros de rutas vinculadas a la minería del carbón para el senderismo y el cicloturismo. Se espera que la iniciativa, que pronto saldrá a licitación, sea una realidad en 2025. El proyecto cuenta con 498.765 euros adjudicados por el Instituto para la Transición Justa en febrero de 2023 en el marco de la última convocatoria para financiar proyectos de infraestructuras ambientales, sociales y digitales en municipios y comarcas mineras con cargo al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
El proyecto comprende abrir al turismo los principales puntos donde se localiza el legado minero de la comarca. Se trata de 7,5 kilómetros del antiguo trazado del ferrocarril minero en Andorra, 20 kilómetros para conectar el museo minero y las antiguas minas de Alloza y Ariño, 1,5 kilómetros en Corta Alloza, 4,5 kilómetros en Corta Gargallo y 5 kilómetros en Corta Gargallo Oeste (Estercuel). Se incluye la musealización de algunos atractivos.
Por otra parte, la comarca aprobó una modificación del proyecto del circuito de ocio familiar en la naturaleza que ejecuta en Alloza porque “los árboles no daban el diámetro y los sustratos de roca eran más duros” de lo previsto, por lo que, entre otras cuestiones, “el laberinto se ha tenido que sustituir por unas pasarelas”, explicó la consejera delegada de Turismo, Inma Moliner. Junto al Calvario, el nuevo atractivo tendrá una extensión de 6.200 metros cuadrados e incluirá escalada, circuitos multiaventura, juegos con seguridad pasiva, toboganes y tirolinas.
Litolux ejecuta la instalación por 366.360,17 euros, financiados en parte con una ayuda del Fite de 200.000 euros.
