Calanda reivindica la medicina rural como eje de cohesión territorial
Bancalero asiste al visionado de ‘El discreto encanto de la medicina rural’La medicina rural, discreta en las formas pero determinante en el fondo, tomó este martes la palabra en Calanda. Lo hizo a través de una pieza audiovisual y, sobre todo, mediante las voces de quienes la ejercen, la gestionan y la defienden como un elemento clave para sostener la vida cotidiana en los municipios del medio rural. La Casa de Cultura Víctor Romero fue el escenario de la presentación de El discreto encanto de la medicina rural, un documental de alrededor de diez minutos que pone rostro y relato a la atención primaria en la Zona Básica de Salud de Calanda.
El acto reunió a profesionales sanitarios, representantes municipales, miembros del Consejo de Salud, responsables del Servicio Aragonés de Salud y autoridades autonómicas, con la presencia del consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, José Luis Bancalero, que previamente fue recibido en el Ayuntamiento de Calanda por su alcalde, Alberto Herrero y otros miembros de la corporación.
Durante su intervención, el consejero Bancalero felicitó a los impulsores del documental y reafirmó el compromiso que tiene la institución con la sanidad rural. “La sanidad rural no es un complemento del sistema sanitario; es un pilar fundamental para que exista cohesión territorial y equidad en la asistencia”, afirmó.
El documental recoge experiencias de médicos y enfermeras que desarrollan su labor en la Zona Básica de Salud de Calanda, perteneciente al sector sanitario de Alcañiz, que atiende a Calanda y las localidades de Belmonte de San José, La Cerollera, Foz-Calanda, Torrevelilla y Cañada de Verich. A través de sus testimonios, se muestra una práctica sanitaria basada en la cercanía, la continuidad asistencial y el conocimiento profundo de las personas y su entorno.
Profesionales como Julia Gargallo, José Ramón Cantín, María Royo, Olga Millán, Elisenda Cantín o Rosa Costa explican cómo la atención sanitaria en el medio rural permite acompañar a los pacientes desde la infancia hasta la vejez, generando relaciones de confianza que favorecen una visión global de la salud. “La gente confía en ti y acompañas en el problema desde el inicio”, decía José Ramón Cantín, médico de familia, en uno de los pasajes del audiovisual.
El vídeo también pone el foco en el trabajo comunitario que se desarrolla desde el Centro de Salud de Calanda y los consultorios de la zona. Programas de formación en reanimación cardiopulmonar en colegios de Primaria, talleres afectivo-sexuales, actividades de educación sanitaria en Infantil sobre hábitos de higiene, así como la colaboración con asociaciones en jornadas como el Día Mundial de la Diabetes, forman parte de una estrategia que integra la salud en la vida diaria de los municipios.
La coordinadora del Centro de Salud de Calanda y médica de familia, Elisenda Cantín, explicó que el objetivo principal del documental es dar a conocer esta realidad a las nuevas generaciones de profesionales. “Ponemos en marcha esta iniciativa para que la gente joven que está empezando sus estudios en el ámbito sanitario conozca que existe otra cosa, que es la medicina rural, con muchas diferencias respecto a la urbana”, señaló.
Cantín relató su propia experiencia formativa en el ámbito hospitalario y urbano antes de incorporarse a la medicina rural y subrayó el cambio de perspectiva profesional. “Es una medicina totalmente distinta: el tiempo que puedes dedicar, el cariño que te transmite la población y esa medicina longitudinal en la que conoces a la persona desde que es un niño y la acompañas a lo largo de su vida”, afirmó.
En este sentido, defendió la necesidad de facilitar el contacto temprano de los estudiantes con los centros rurales. “Sería positivo que los estudiantes pudieran venir quince días a conocernos y, a partir de ahí, que cada uno tome su decisión. Los centros de salud tienen vida y necesitan relevo”, concluyó.
Respaldo
Bancalero por su parte destacó el papel que desempeñan los profesionales en el cuidado de una población que “atiende nuestros campos, nuestra alimentación, nuestros paisajes y una parte esencial de nuestra identidad colectiva”. Reconoció las dificultades existentes, especialmente en materia de cobertura y sustituciones, y agradeció el esfuerzo diario de los equipos. “En esta zona básica las plantillas están cubiertas al cien por cien y eso es motivo de satisfacción, aunque somos conscientes de que todavía hay margen de mejora”, indicó.
El consejero puso en valor las medidas impulsadas por el Departamento de Sanidad para atraer y retener profesionales, como los programas de fidelización, el decreto de difícil cobertura y la incorporación de tecnología en los centros rurales. “La innovación y la tecnología son aliadas para mejorar la calidad asistencial y evitar desplazamientos innecesarios a los pacientes”, explicó, citando equipamientos como ecógrafos, dispositivos para medir el índice tobillo-brazo, electrocardiogramas o espirometrías.
El alcalde de Calanda, Alberto Herrero, agradeció el trabajo del personal sanitario de la zona, y destacó así la calidad de los servicios públicos en el medio rural. “Vivimos en una zona privilegiada, en la comarca del Bajo Aragón, donde tenemos cubiertos los servicios básicos, y la sanidad es uno de los más importantes”, afirmó. En su discurso, Herrero puso en valor la dimensión humana que tiene la medicina rural. “Hablar del médico rural es hablar muchas veces del amigo, del confidente, de alguien que acompaña más allá de la patología”, concluyó.
