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El Ayuntamiento de Albalate derriba once casas en riesgo de derrumbe tras el paso de la borrasca Gloria El Ayuntamiento de Albalate derriba once casas en riesgo de derrumbe tras el paso de la borrasca Gloria
La zona del cantón Curto quedará sin riesgos de derrumbe cuando acabe la actuación. Ayuntamiento de Albalate

El Ayuntamiento de Albalate derriba once casas en riesgo de derrumbe tras el paso de la borrasca Gloria

Una familia ha sido reubicada y otras tres permanecen desalojadas de tres viviendas anexas
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El Ayuntamiento de Albalate del Arzobispo ha iniciado esta semana la demolición de once viviendas de la manzana que conforman las calles Curto y Baja ante el riesgo de derrumbe que presentan los inmuebles. Siete personas permanecerán desalojadas mientras dure la actuación, y solo una familia perderá su vivienda habitual, aunque ya ha sido realojada en otra tras recibir una indemnización.

Las viviendas, algunas con  dos siglos de antigüedad, estaban declaradas en ruina desde hacía tiempo y afectaban a la estructura de otras habitables. Recientemente se acometió una actuación de urgencia por valor de 70.000 euros, pero la borrasca Gloria de finales de enero terminó por hacer inútil el esfuerzo.

Doce personas fueron desalojadas tras las intensas nevadas, que dejaron espesores inusuales de medio metro en la localidad. Cinco pertenecen a la familia que ha perdido la casa estando en condiciones habitables, pero “era la única vía de acceso por la que se podía entrar con las máquinas” para derribar las once que sí lo requerían, explicó la alcaldesa, Isabel Arnas. “No se podía meter a trabajar una persona a cuerpo descubierto porque hubiera quedado sepultada. Debido a las nevadas cayeron dos viviendas deshabitadas y luego se han producido derrumbes progresivos”, ahondó la regidora. Las calles tienen una anchura de entre 1,20 y 2 metros y no permiten el acceso de camiones.

Esa familia estuvo varias semanas residiendo en el albergue municipal. Al quedar en disposición por si el número de infectados por Covid-19 aumentara en la localidad, fueron indemnizados por el consistorio con 10.000 euros para adquirir una vivienda “de similares características”.

Las siete personas restantes viven en tres viviendas colindantes a las que se van a demoler. En ellas “habrá que hacer alguna pequeña obra” para darles estabilidad. Desde febrero están en casas de familiares y amigos. 

Varias fases

El objetivo de esta primera fase es “quitar el peligro y bajarlo todo a cota cero”, para en una segunda fase trabajar en el saneamiento de las bodegas, que en algunas casas acumulan hasta tres plantas de profundidad. Cuando esté todo limpio, “construiremos un muro para sujetar el cantón Curto y las casas de la calle Tremedal”, dijo la alcaldesa. 

La mayoría de particulares se han desentendido de la demolición de las viviendas abandonadas, por lo que el ayuntamiento, a cambio, se quedará con el solar. Todavía no está definido su uso, pero habrá que mantener “volúmenes y alineaciones porque Albalate está declarado conjunto histórico-artístico”. Arnas explicó que la zona de actuación tiene algunas viviendas del siglo XVIII y por la morfología de las calles podría pertenecer a la antigua judería. Por tanto, no descarta encontrar alguna sorpresa en el desescombro de las bodegas.

Financiación en el aire

La demolición de la primera fase supondrá 198.000 euros de los que el ayuntamiento adelantará 40.000 euros con fondos propios. El resto espera financiarlo con “alguna ayuda a causa de la tormenta Gloria; a ver si tanto la Diputación de Teruel como el Gobierno de Aragón o el Gobierno de España sacan alguna línea de ayudas para poder acogernos”, si bien “nos han transmitido que en estos momentos la prioridad es la lucha contra el Covid-19”, dijo Arnas, quien protestó: “Muchos pueblos hemos sufrido la acción devastadora de Gloria y ha quedado en un segundo plano, cuando es algo importante que todavía no se ha solucionado”.

Otra opción que baraja el consistorio es “solicitar 150.000 euros de préstamo a la Caja Provincial de Cooperación de la Diputación de Teruel, a interés cero”. El consistorio devolvería esta cantidad año a año con sus remanentes de tesorería.