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El Ayuntamiento de Alcañiz pide que Aragón declare el Vencimiento del Dragón como Fiesta de Interés Turístico El Ayuntamiento de Alcañiz pide que Aragón declare el Vencimiento del Dragón como Fiesta de Interés Turístico
Votación en el pleno del Ayuntamiento de Alcañiz

El Ayuntamiento de Alcañiz pide que Aragón declare el Vencimiento del Dragón como Fiesta de Interés Turístico

El Ayuntamiento destinará 255.000 euros a subvenciones para diversos colectivos
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El Ayuntamiento de Alcañiz pedirá la declaración como Fiesta de Interés Turístico de Aragón del Vencimiento del Dragón, que el próximo 23 de abril vivirá su vigésimo cuarta edición. 

Así lo aprobó por unanimidad el pleno del consistorio reunido en la noche del martes. De esta forma, la fiesta, en la que se recrea la lucha de San Jorge contra el dragón en lo que supone una representación artística del bien contra el mal, sumaría un nuevo espaldarazo en su intento de promoción turística. 

El año pasado, el acto, que cuenta con la expectación de miles de personas en la plaza de España, ya fue presentado en el Palacio de la Aljafería de Zaragoza con el objetivo claro de que los aragoneses lo conozcan y visiten la capital bajoaragonesa para vivirlo en directo. 

El próximo día de San Jorge se representará la vigésimo cuarta edición del evento, que nació en 1996 gracias al ímpetu del periodista y escritor alcañizano Darío Vidal, quien ideó el acto para llenar de fiesta y colorido el día de Aragón en Alcañiz.

El Vencimiento del Dragón se celebra cada año gracias a la colaboración desinteresada de unos 200 voluntarios.

255.000 euros en subvenciones

Por otra parte, el pleno aprobó el Plan Estratégico de Subvenciones para 2019, que destinará 255.000 euros a impulsar iniciativas en el ámbito deportivo, social, cultural, educativo, turístico, de empleo, de promoción económica, artístico, juvenil, festivo, medioambiental y de ayuda al desarrollo. 

La finalidad del plan, según el texto aprobado, es dotar de “mayor transparencia” las subvenciones e incrementar su eficacia. Sin embargo, Ganar se abstuvo  porque “más del 60%” de las ayudas son “nominativas”, por lo que pidió que hasta el 70% se otorguen mediante concurrencia competitiva entre asociaciones. 

Además, el equipo de gobierno dio cuenta de la liquidación del presupuesto de 2018, que cerró con un saldo positivo de 1.420.344,45 euros y un remanente de tesorería de 1.475.983,46 euros, también favorable.

El pleno aprobó también la adhesión del Ayuntamiento al contrato marco de suministro de electricidad del Gobierno de Aragón para ahorrar dinero. 

Presencia de la Policía

También se aprobó la modificación de la plantilla de la Policía Local después de que el subinspector asumiera el puesto de inspector jefe, lo que implica la modificación de la ficha de funciones de este puesto para ampliar sus responsabilidades. Buena parte de la plantilla no está de acuerdo con el cambio y así se lo trasladaron al alcalde, Juan Carlos Gracia Suso, mediante su presencia en el pleno. Además, la Policía de Medio Ambiente desaparece para retomar su anterior denominación de Guarda de Montes, y el puesto de Notificaciones, mercadillo y obras pasa a ser de auxiliar administrativo. 

Sanciones por maltrato animal

El pleno aprobó la ordenanza reguladora de tenencia de animales, que prevé sanciones de entre 551 y 1.550 euros por infracciones muy graves, como son “no mantener las condiciones mínimas necesarias para el bienestar del animal” o “publicitar espectáculos públicos que puedan suponer daño, sufrimiento o degradación para los animales”, como circos o corridas de toros.

Como faltas graves (de 301 a 550 euros) se establecen el encierro de animales dentro de vehículos, incitar a estos a que se ataquen entre sí o se lancen contra personas, falsificar su documentación, utilizarlos para la mendicidad, su venta ambulante, llevar perros peligrosos sin bozal o sueltos, la tenencia de perros peligrosos sin licencia y colocar trampas o sustancias venenosas para animales. 

Entre las leves (de 100 a 300 euros de multa) están molestar a los vecinos de forma recurrente o alimentar a los animales ajenos en la vía pública, una cuestión que en los últimos años ha levantado ampollas entre los vecinos de algunas calles malolientes.