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“El canto de la aurora entre tambores genera un efecto acústico que sobrecoge” “El canto de la aurora entre tambores genera un efecto acústico que sobrecoge”
Los rosarieros de Albalate cantan a primera hora de la mañana

“El canto de la aurora entre tambores genera un efecto acústico que sobrecoge”

Los despertadores saldrán a las dos de la madrugada del Viernes Santo a cantar el Reloj de la Pasión
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El grupo de rosarieros de Albalate del Arzobispo saldrá la madrugada del Viernes Santo a cantar las coplas de la Pasión de Jesucristo. Será después del Romper la hora de esta medianoche, a las dos de la madrugada, cuando el grupo de 15 hombres y mujeres aparecerá en la calle con sus coplas religiosas en la mano, acompañado de un tambor destemplado y una matraca, cuyo sonido mandará callar a los tambores para dejar paso entre el silencio a la voz de los despertadores.

-¿De cuándo procede la tradición de los despertadores en Albalate del Arzobispo?

-Están documentados por escrito en Albalate desde el año 1800, en un documento sobre la historia local escrito por el cura Vicente Bardavío. En cualquier caso, sabemos que los rosarieros surgieron en 1690  en Sevilla y desde allí se extendieron por España y las colonias. La tradición fue pasando de una diócesis a otra y los curas fueron enseñando los cantos.

-¿Qué son exactamente estas coplillas?

-Son unos cantos que enseñó la autoridad eclesial y que se transmitían a través de los curas, que eran los que sabían música. Luego hubo un declive, los párrocos tenían menos formación y esta tradición pasó oralmente entre los cantores, auroras o rosarieros, que se convirtieron en la correa de transmisión. Posteriormente, algunos curas los suprimieron, porque les daba más trabajo, aparte de que los tiempos cambiaron y la inmigración, los hábitos de trabajo, etc produjo que muchos pueblos se quedaran sin integrantes del canto del Rosario o de la aurora.

-¿Cuándo deciden recuperar la tradición en Albalate?

-La recuperamos hace siete y ocho años. Grabé a todos los rosarieros que quedaban en el pueblo e hicimos una foto fija de lo que era el Rosario de la aurora a lo largo del siglo XX, recuperamos la tradición de salir por la calle, porque el sentido del Rosario de la aurora era despertar a la gente para ir al Rosario, aunque ahora ya no hay Rosario a las ocho de la mañana. Ha quedado, sin embargo como un recuerdo romántico que a la vez es entrañable. Hay gente creyente y no, gente que va por motivos culturales... 

-¿Por qué desapareció el canto de la aurora?

-La última imagen de los rosarieros con la imagen de la Virgen de los Dolores es del Viernes Santo del año 1978 o 79. Hubo un cura, Roberto Gracia, que dijo que no se adaptaba al Concilio Vaticano II y que eran formas de religiosidad popular que no estaban acreditadas en el Concilio. De hecho, se suprimió de procesiones, pero también es cierto que había pocos rosarieros y eran muy mayores. Algunos habían emigrado a Alemania y a otras ciudades de España. Digamos que se juntó todo un poco. 

-¿Qué le motivó a recuperarla?

-Soy músico y profesor de percusión en la Escuela Municipal de Música y Danza del Ayuntamiento de Zaragoza. Siempre he hecho trabajos de etnomusicología, de recuperación de dances, tradición oral, percusión, gaitas, etc. Experimenté en mi pueblo haciendo los primeros trabajos de campo, uno de gastronomía, uno del dance y el del Rosario de la aurora. Lo que quería era hacer un documento de lo que era y cómo se hacía. 

-¿Cómo lo hizo?

-Primero preparé un cuestionario y a base de preguntar a la gente mayor me explicaron quienes eran los informantes. Los entrevisté uno a uno sobre lo que recordaban, con qué ritual, qué se cantaba, si había alguna comida especial, etc. Y a partir de ahí los juntaba, porque era una entrevista individual y otra colectiva, ya que cuando se está en grupo se recuerdan más cosas.

-¿Cuántos cantos hay?

-En total hemos recuperado 14 cantos distintos, cada uno con distinta música. Para los domingos ordinarios hay una melodía común y para cada fiesta hay una melodía y letra distinta. Esto es lo que hemos podido rescatar, pero había muchísimos más. Con la evolución histórica siempre hay modificaciones, porque podía llegar un cura nuevo y enseñar el canto del Ave María de una manera diferente, y se integraba. Hemos encontrado estratos arqueológicos distintos musicalmente hablando que quedaron depositados por tradición oral. Es la primera vez que lo he transcrito a música y que lo he podido grabar en formato digital.

-¿Cuánto tiempo dedicó?

-Un año entero de grabaciones a los informantes y otro año para hacer el estudio y las transcripciones musicales.

-¿En qué momentos del año salen los rosarieros?

-Los rosarios son un grupo autónomo que hace el recorrido procesional. En Semana Santa salen el Domingo de Ramos al amanecer; el Viernes Santo se sale a las dos de la madrugada y se canta el Reloj de la Pasión, que es un canto distintivo de todos los pueblos de alrededor. Es un canto muy pedagógico que sólo está en Albalate. Se narran las 24 horas de muerte y pasión de Cristo, desde que lo apresan hasta que lo crucifican. El canto del Reloj de la Pasión era una pedagogía católica para gente que no sabía leer ni escribir. Aproximadamente dura una hora, ya que antiguamente se hacían 24 paradas, mientras que ahora están resumidas en siete y en cada una de ellas se cantan cuatro coplas.

-La salida de los rosarieros se realiza en pleno toque de tambor del Viernes Santo. ¿Cómo se compagina el ruido de los tambores y bombos con el de los despertadores?

-Los rosarieros van con una matraca gigante que lleva ruedas y un tambor destemplado, de piel y sin bordones. Antiguamente iba todo el pueblo, pero ahora suelen ir unos 300 tambores y bombos acompañando. En el punto donde se canta, el tambor destemplado y la matraca empiezan a tocar y el resto de tambores se paran. Del silencio emerge la voz de los rosarios, y la verdad es que es un contraste enorme, porque se pasa de un gran estruendo a unas voces finas que empiezan a cantar. Cuando acaba cada copla empieza el tambor destemplado y los tambores empiezan a tocar. Es un efecto  acústico que sobrecoge. Seas creyente o no sabes que ahí esta pasando algo.

-¿En qué otras fiestas salen los cantores?

-Salen en Todos Santos, en el Pilar no porque la gente se va a Zaragoza. En Navidad a las 12 noche y en Reyes a las siete de la mañana también salimos a cantar. En Nochebuena solemos cantar unos villancicos. También se canta en la festividad de la Virgen de Arcos, el 24 de septiembre, que es una fiesta importante para el pueblo. Lo común a todos ellos es que se trata de  cantos religiosos.

-¿Cuánta gente forma el grupo actualmente?

-Contabilizando a todo el grupo, que no siempre está en el pueblo, somos 21, y los que están residiendo en Albalate alrededor de 15.

¿Es necesario ensayar?

-Al principio hubo un grueso de ensayos importante, porque venían los antiguos rosarieros, que eran cinco. Y el grupo se mantuvo con los familiares  de los despertadores, que querían mantener la tradición familiar. Ahora ensayamos el día antes del que cantamos. 

-¿Es complicado cantar estas coplillas?

-Si, porque no tienen una medida musical estable, sino que es verso libre, y hemos respetado la métrica. Se basa mucho en las respiraciones y en los versos que tienen, que son irregulares.