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El CITA busca una variedad que mejore el Melocotón de Calanda El CITA busca una variedad que mejore el Melocotón de Calanda
Presentación del proyecto en Alcañiz, este martes

El CITA busca una variedad que mejore el Melocotón de Calanda

Inicia un ensayo de campo en el que se probarán 25 clones seleccionados genéticamente
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El Centro de Investigación y Tecnología Alimentaria de Aragón (CITA) va a iniciar la fase de ensayo en campo para los 25 clones de melocotón que han sido seleccionados genéticamente en el proyecto Mejora genética del Melocotón de Calanda. 

La plantación se ha realizado ya en una finca situada dentro del territorio de la Denominación de Origen (DO). En un plazo de tres a cinco años, se comprobará cuáles de esos 25 clones obtenidos en laboratorio se adaptan mejor a las condiciones climáticas del ámbito geográfico del Bajo Aragón histórico y si consiguen mejorar las peculiaridades organolépticas y físicas de las variedades autóctonas. El objetivo es uno: obtener variedades más productivas y de mayor calidad para aumentar el porcentaje de fruta destinada a D.O.

El inicio de la fase de campo se dio a conocer este martes en el salón de actos de la Oficina delegada del Gobierno de Aragón, en Alcañiz, en una jornada a la que asistieron agricultores de las provincias de Teruel y Zaragoza. En esta convocatoria se dio a conocer el proyecto de mejora genética que el CITA impulsó en 2008 de la mano del Gobierno de Aragón. Desde entonces, el centro de investigación aragonés ha conseguido describir diversos genotipos a partir del cruce de clones de variedades autóctonas de Melocotón de Calanda con otras que podrían mejorar a la autóctona del Bajo Aragón en ciertos aspectos en los que ésta presenta problemas de producción y comercialización.

Los investigadores del CITA han hecho hincapié desde el inicio del proyecto -que tuvo dos fases claramente diferenciadas, entre 2008-2011 y entre 2013 y 2018- en encontrar clones que destacaran por los siguientes factores: mejora de la productividad, aumento del contenido en azúcares, firmeza de la pulpa de la fruta, tamaño del fruto, mejor presencia y disminución de caída de los frutos del árbol.

Según José Manuel Alonso, responsable del proyecto de investigación, los 25 clones que van a plantarse en una finca experimental “sospechamos que mejoran bastante a las variedades actuales”. Sin embargo, esta hipótesis deberá comprobarse en campo y en un plazo de al menos cinco años. Los árboles podrían dar su primera cosecha (mínima) a los tres años y conseguir que a los cinco años ésta ya fuera lo suficientemente estable como para poder sacar las primeras conclusiones.

Según Alonso, el objetivo es conseguir que, a medio plazo, alguno de estos clones con los que se está experimentando pueda convertirse en una nueva variedad de Melocotón de Calanda y ser presentada como tal a los agricultores para que dispongan del nuevo material vegetal.

Pliego exigente

Hay que tener en cuenta que el pliego de condiciones del Consejo Regulador de la Denominación de Origen (CRDO) Melocotón de Calanda “es muy restrictivo” en determinados aspectos que debe cumplir la fruta a la que se otorga el sello de calidad de la D.O. El reglamento fija límites mínimos de contenido de azúcares, firmeza de la pulpa y calibre del fruto, así que el proyecto en el que está embarcado el CITA intenta “que nuestras variedades sean consistentes en todos estos caracteres y que la mayor parte de la cosecha pueda ser comercializada como DO, porque, si no es así, la rentabilidad de las plantaciones de nuestros agricultores disminuye”, enfatizó José Manuel Alonso. 

Es decir, se busca un clon que permita aumentar la producción y que mejore la calidad de la misma. El azúcar es una de ellas. Por ejemplo, el reglamento de la DO exige que la fruta a la que se otorga el sello de calidad tenga al menos 12 grados brix (coeficiente de azúcares). Este límite mínimo  muchas veces no se supera por las condiciones climáticas de una determinada temporada. En este sentido, el responsable del proyecto comentó que “algunos de los clones en los que estamos trabajando han conseguido más de 16 grados brix”.

De agosto a noviembre

Los genotipos seleccionados para el ensayo tienen un periodo de maduración que abarca desde mediados de agosto a finales de octubre. “Para cada decena de mes tenemos cuatro candidatos”, comentó el responsable del proyecto. Durante los próximos años se probará su comportamiento en el campo, en condiciones climáticas de la DO, en comparación con las variedades existentes y con los mismos sistemas de producción y conservación.

La incorporación de variedades de maduración temprana responde al interés del CRDO de adelantar el periodo de comercialización del Melocotón de Calanda, de ahí que el CITA haya decidido incorporar clones que maduran en agosto para estudiar su comportamiento.

El presidente del CRDO, Samuel Sancho, reconoció que los agricultores del Bajo Aragón han tenido “algunos problemas con las variedades de septiembre”, de ahí que haya un interés en “aumentar el periodo de comercialización del melocotón desde primeros de ese mes hasta primeros de noviembre”. No en vano, “habría que encontrar variedades en septiembre con una calidad similar a las de las variedades que maduran en octubre”.

Actualmente, ya hay variedades autóctonas de Melocotón de Calanda que se recogen en septiembre, que funcionan bien en el mercado nacional, pero que no cumplen con las expectativas para el mercado internacional, porque tienen problemas de asentamiento, no aguantan y se ponen blandas en la base al cabo de unos días”. La intención es conseguir homogeneidad: “hay que ir al mercado con una calidad buena para que el consumidor se enganche al producto hasta primeros de noviembre”, dijo.

En el mercado internacional, las variedades más tempranas tienen “problemas durante el viaje; les falta consistencia o buena maduración y al final la fruta llega marcada”. En este sentido, según Sancho, lo ideal son variedades que tengan una pulpa más dura. También “necesitamos más azúcares para que de cada plantación se pueda sacar un mayor porcentaje de melocotón destinado a la D.O.”.

En cualquier caso, Samuel Sancho resaltó que éste es “un proyecto a medio y largo plazo” y apuntó que, “aunque hay expectativas puestas en la investigación, debemos ser realistas”. El presidente del CRDO afirmó: “Me daría por satisfecho con que hubiera uno o dos clones de los 25 con los que se va a experimentar que pudieran convertirse en una nueva variedad de Melocotón de Calanda”.

Riqueza y empleo

Durante la presentación del proyecto, el delegado del Gobierno de Aragón en Teruel, Antonio Arrufat, destacó que el Melocotón de Calanda es un producto “con prestigio” y que “tiene unas condiciones de diferenciación, porque es un producto saludable, genera actividad económica y contribuye al mantenimiento de la población, además de que genera valor añadido”.

Asimismo, el director gerente del CITA, José Antonio Domínguez, reconoció que en este proyecto “ha costado llegar a puntos de encuentro”. No obstante, insistió en que “la velocidad con la que cambia el mercado es una realidad y se acelera en el campo de los leñosos”, por lo que pidió que tanto el campo de la investigación como el de las empresas agrarias trabajen “de la mano”. No en vano, recordó que “el objetivo del proyecto es que las empresas y las familias puedan generar más riqueza y si puede ser más empleos”.

El pedrisco reducirá a casi la mitad la producción

El pedrisco que dañó la cosecha de melocotón en distintas comarcas de la zona geográfica de la Denominación de Origen ha afectado en un porcentaje mayor del esperado la producción de fruta con el marchamo del consejo Regulador. Según explicó el presidente de la D.O., Samuel Sancho, las tormentas que dañaron la fruta en Albalate del Arzobispo, Calanda o Puigmoreno “ha llegado a afectar al 50% de la cosecha, cuando pensábamos que estaría en torno al 30%”. Así las cosas, aunque los datos no son oficiales, la fruta destinada a la D. O. será de unos 2,5 millones de kilos frente a los 4 millones de la campaña pasada.