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El Consorcio Patrimonio Ibérico pide que la Transición Justa financie el 66% de su Plan Estratégico El Consorcio Patrimonio Ibérico pide que la Transición Justa financie el 66% de su Plan Estratégico
Parque de Arqueología Experimental de El Cabo, en Andorra. Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón

El Consorcio Patrimonio Ibérico pide que la Transición Justa financie el 66% de su Plan Estratégico

De los 13 municipios que lo integran, seis están en la delimitación del ministerio
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El Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón ha solicitado al Convenio de Transición Justa que aporte el 66% de la financiación de su Plan Estratégico 2021-2023, cuyas inversiones estimadas ascienden a 960.000 euros, y confía en que el Fondo de Inversiones de Teruel (Fite) aporte el 33% restante manteniendo la línea de ayudas que acaba de abrir. 

De los 13 municipios que integran la Ruta Íberos en el Bajo Aragón, seis (Alcorisa, Alloza, Andorra, Azaila, Foz Calanda y Oliete) se encuentran dentro de la delimitación territorial que el Instituto para la Transición Justa (ITJ) ha hecho para apoyar las inversiones tras el cierre de las minas de carbón y de la central térmica de Andorra.

Dentro de una “estrategia de colaboración entre entidades para aumentar o multiplicar el efecto de las inversiones”, el Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón ha propuesto una serie de actuaciones en los yacimientos y centros de visitantes de estas localidades que forman parte de un plan ya iniciado. 

El total de inversiones estimadas para los próximos tres años es de 960.000 euros, de los que el Convenio financiaría 640.000 y el Fite 320.000, según las previsiones del gerente del Consorcio, José Antonio Benavente, que apuesta por “el patrimonio arqueológico como recurso de desarrollo que genere empleo y que sirva de elemento de atracción cultural y turística”.

“En Foz Calanda tenemos un yacimiento extraordinario, pero no en el ámbito autonómico, sino nacional o internacional, y no podemos seguir trabajando en él porque es necesario cubrirlo” frente a las inclemencias meteorológicas, dijo Benavente, ya que “es muy frágil y necesita estar protegido”. La cubrición y protección del alfar íbero-romano de Mas de Moreno requiere 160.000 eros, más 70.000 euros su restauración, consolidación y puesta en valor.

Es un ejemplo de las inversiones que contempla el programa plurianual, que también prevé actuaciones en el Parque de Arqueología Experimental de El Cabo de Andorra. La musealización del centro de visitantes costará 90.000 euros, más 65.000 la adecuación turística –incluso para dormir en ellas– de viviendas ibéricas reconstruidas, y 45.000 la mejora de accesos para personas con movilidad reducida.

En Oliete se pretende restaurar las estructuras y fortificaciones del poblado ibérico de San Pedro (75.000 euros) y poner en valor este “espectacular yacimiento”, según el plan director (55.000 euros).

Además, el Cabezo de Alcalá de Azaila “necesita un repaso en la consolidación que se hizo hace 20 o 30 años”, para lo que el Consorcio requiere 110.000 euros.

En Alcorisa se ampliará la zona arqueológica del Cabezo de la Guardia y se consolidará (100.000 euros), se recuperará El Castelillo de Alloza (90.000 euros) y se mejorarán los equipamientos de los centros de visitantes de Alcorisa, Alloza, Azaila y Oliete.

Un recurso por exprimir

Benavente hizo un llamamiento a la colaboración entre administraciones para potenciar los recursos patrimoniales. El Consorcio lo ha hecho con la Comarca del Matarraña con una brigada que colabora en proyectos arqueológicos, con el Museo de Teruel en San Pedro y el Palomar de Oliete, el Taller de Arqueología de Alcañiz es fundamental para las excavaciones en ese término municipal y el Ayuntamiento de Andorra está concluyendo un taller de empleo para mejorar el Parque de Arqueología Experimental de El Cabo.

En su memoria para la presentación del proyecto al ITJ, el Consorcio explica que el Bajo Aragón, en apenas 50 kilómetros de radio, “conserva la mayor concentración de yacimientos de época ibérica excavados y puestos en valor de nuestro país”, en concreto una veintena con cronologías que oscilan entre los siglos VII y la romanización.

Once centros de visitantes completan una infraestructura en cuyo mantenimiento se han implicado un total de 21 entidades públicas de ámbito autonómico, provincial, comarcal y local, que en 2007 constituyeron el Consorcio Patrimonio Ibérico. 

El proyecto genera empleo, “aunque precario debido a la escasez del presupuesto disponible”. En los centros de visitantes hay personas contratadas durante ocho meses al año (sábados, domingos y festivos, de 11 a 14 horas) y se realizan limpiezas periódicas de yacimientos, además de excavaciones arqueológicas, actividades de promoción, visitas guiadas o cursos a lo largo del año. Con todo ello, las visitas a centros y yacimientos superan las 50.000 anuales en una zona eminentemente rural.

El Consorcio define su proyecto como “claramente sostenible medioambientalmente” al recuperar espacios de interés histórico anteriormente degradados, “contribuyendo al mismo tiempo a la concienciación social sobre el valor del medio natural, el patrimonio y la identidad cultural en este territorio”.

Por otro lado, tiene un alto grado de innovación en la recuperación, puesta en valor y gestión del patrimonio cultural. Además del patrimonio arqueológico, natural y paisajístico se relaciona también con la gastronomía, los productos agroalimentarios tradicionales y la artesanía.

Por último, Benavente valora también que en los últimos años “ha aumentado claramente la concienciación de la población local sobre el valor e interés del patrimonio ibérico”, hasta el punto que se ha convertido en un “claro recurso económico capaz de generar empleo y contribuir al desarrollo de otras actividades y eventos” promovidos por asociaciones culturales, empresariales o instituciones. El mayor exponente es la fiesta recreacionista Lakuerter, en Andorra, que “supone uno de los momentos más importantes del año en actividad económica de la población, comparable a la Semana Santa”, apuntó el gerente. También está Sedeisken, en Azaila, o las jornadas íberas del Matarraña.

Apoyo del Fite

Benavente considera “fundamental” la continuidad de la ayuda del Fite “para poder mantener la actividad” del Consorcio, “en la misma línea que se está apoyando a otras entidades como fundaciones” para las que hay una línea fija.

“Desde el Consorcio hemos reclamado que se nos apoye de la misma manera, pues cumplimos los mismos objetivos y condiciones de creación de empleo y recuperación de patrimonio”, defendió el gerente, quien valoró de forma muy positiva que el Fite destinara este año “una ayuda directa que se debe mantener en los próximos años”.

Con esos fondos, 200.000 euros, está previsto hacer diferentes actuaciones en Mas de Moreno (Foz Calanda), Els Castellans (Cretas-Calaceite), el Cabezo de Alcalá (Azaila), Parque Arqueológico de El Cabo (Andorra), San Pedro y El Palomar (Oliete), y El Palao (Alcañiz). También se prevé una nueva página web para la Ruta Íberos en el Bajo Aragón y la señalización de yacimientos.