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El Matarraña documenta toques civiles y religiosos y hace inventario de sus campanas El Matarraña documenta toques civiles y religiosos y hace inventario de sus campanas
Campaneros de La Portellada durante la realización de una grabación para el proyecto que prepara la Comarca del Matarraña

El Matarraña documenta toques civiles y religiosos y hace inventario de sus campanas

Se prepara un trabajo con campaneros de la zona que se dará a conocer a lo largo de este año
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El departamento de Patrimonio de la Comarca del Matarraña prepara un proyecto para la creación de un inventario de todas las campanas de la comarca y de los toques manuales que se realizaban en los pueblos antiguamente. La creación de este listado tiene una doble vertiente: por un lado conocer todas las campanas que quedan en la comarca, algunas de las cuáles son bastante antiguas; por otro lado, tiene un valor inmaterial, porque recogerán los toques tradicionales y sus diferentes significados, que son un lenguaje sonoro propio de cada población, un código de comunicación que empezó a perderse con la automatización de los toques de los campanarios a partir de los años 60 del siglo XX.

El proyecto de la Comarca del Matarraña se ha puesto en marcha coincidiendo con la declaración de la Unesco del toque manual de campanas español como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Ana Casasús, técnico de Patrimonio de la institución, explicó que “antiguamente, cada población tenía sus propios toques de campana, pero actualmente están estandarizados desde que se automatizó el sistema”. No obstante, señaló que, actualmente, la tecnología permite grabar los toques propios y reproducirlos a través de los propios sistemas automatizados.

El proyecto se inició a raiz de una iniciativa que surgió en una Semana Cultural en La Portellada, cuando se realizó una demostración a la población de los toques de campanas que se habían tocado en el pueblo durante siglos. “Ese fue el momento en que empezamos a valorar la idea y a pensar en cómo desarrollarla”, comentó la técnico.

Conservación

Para conservar y registrar los toques autóctonos de cada localidad, se está realizando un trabajo de grabación a los campaneros que en su momento tocaron las campanas. Ya se han registrado los toques de La Portellada, Calaceite y Valdeltormo.

En relación al inventario, Casasús reconoció que ya había un trabajo previo hecho “y ahora lo estamos actualizando y ampliando, incorporando las campanas históricas que tenemos en el territorio y entrevistando a aquellas personas que en cada localidad recuerden cómo eran los toques tradicionales”. Hasta ahora se ha realizado la grabación con campaneros en los tres pueblos porque, aunque puede haber más vecinos que conozcan los toques de campanas en otras localidades, algunos son demasiado mayores para subir a los campanarios a realizar la grabación.
 

En las tres localidades mencionadas “hemos localizado a gente que todavía puede subir a los campanarios y tocar aquellos toques del pueblo que eran propios de la localidad”, explicó Casasús, quien señaló que había “toques civiles y religiosos”. Los primeros servían principalmente para advertir a la población de que algo sucedía, “eran toques de alarma, de incendios, de que se había perdido alguien”.

Junto a estos estaban los de las horas y los religiosos, y en este último apartado hay más diversidad: estaba el ángelus, el toque a misa, el de las fiestas mayores o incluso había algunos para festividades religiosas puntuales o de especial importancia”. Además, “también estaba el toque de difuntos, que en algunos municipios distinguía entre hombres y mujeres o incluso cambiaban según la categoría social del fallecido”. Cuanta más categoría, más rato se tocaban las campanas”.

Quienes han participado en la grabación conservan perfectamente en la memoria cómo eran los toques”, aunque lo cierto es que “son pocas personas, dos en La Portellada, tres o cuatro en Calaceite y una persona en Valdeltormo”. En el resto de municipios de la Comarca no se ha entrevistado a nadie ni realizado grabaciones, “porque o no se ha localizado a nadie o la persona que sí los recuerda no puede subir al campanario”.

El proyecto no está cerrado y se ampliará en el futuro. La institución comarcal confía en presentarlo el año que viene en formato audiovisual, realizando un video de cada municipio. También se colgará en la página web de la Comarca.

Inventario de las campanas

El área de Patrimonio ha iniciado también un inventario de las campanas que hay en los 18 pueblos del Matarraña. Por el momento se han documentado 80 contando con las que hay en las iglesias, ermitas y ayuntamientos, algunos de los cuáles como La Fresneda, Monroyo y Ráfales todavía las mantienen.

Todas están hechas en cobre, aunque cada una mantiene su propia aleación.

En relación a su antiguedad, “las hay que son ya refundidas y, por tanto, más actuales”, aunque también se conservan otras históricas que se colocaron hace siglos. Según Casasús, la campana más antigua del Matarraña está en Lledó y data de 1699. En antigüedad le siguen otras del siglo XVIII como las que podemos encontrar en pueblos como Valjunquera, Valdeltormo, La Portellada y Calaceite.

La técnico de Patrimonio valoró que éste “es un proyecto muy interesante, porque estamos hablando de un código de comunicación único, un lenguaje sonoro, un sistema de comunicación particular de cada pueblo, y cada municipio tenía su propio lenguaje”. En este sentido, señaló que “en cada uno se identifica perfectamente el significado de cada toque; si tocan a muertos, a misa... y aunque las tonadas son parecidas, cada localidad tenía su propia peculiaridad”, enfatizó.

Los toques de campanas se mantuvieron manuales hasta que en los años 60 se automatizaron. “Desaparecieron los toques autóctonos y con ellos los campaneros o monaguillos que se dedicaban a ello, es decir, el toque se globalizó”, destacó la técnico. En este sentido, enfatizó que “el proyecto que tenemos en marcha pretende que no se pierdan estos toques que han estado sonando durante siglos, y lo ideal sería que encontráramos a gente que estuviera dispuesta a seguir tocando en momentos puntuales, en fiestas concretas y especiales de cada pueblo”.

 

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