Síguenos
El presidente de Asturias avisa de que la descarbonización será El presidente de Asturias avisa de que la descarbonización será
Javier Fernández (i.), durante la reunión que mantuvo con trabajadores de la central térmica de Lada, trasel pleno monográfico que el Parlamento asturiano ha dedicado a la transición energética. EFE/José Luis Cereijido

El presidente de Asturias avisa de que la descarbonización será "muy negativa" para toda España

Javier Fernández considera que el cierre de minas y de centrales incrementará el precio de la electricidad y perjudicará a la industria
banner click 244 banner 244

El presidente del Principado, Javier Fernández, ha asegurado este viernes que el cierre de minas y de centrales térmicas no es un problema asturiano, sino nacional, que puede tener consecuencias "muy, muy negativas" a corto, medio y largo plazo por incrementos en el precio de la electricidad y sus efectos sobre la industria.

En el pleno monográfico que el Parlamento asturiano ha dedicado a la transición energética, el jefe del Ejecutivo asturiano ha hecho un repaso detallado por todas las consecuencias negativas que sobre el empleo y la actividad económica tendrá en Asturias y otras partes del país.

"Este Gobierno no mantiene una actitud negacionista del cambio climático ni de resistencia numantina, pero sí cree que hay que articular bien el corto, medio y largo plazo porque si no las consecuencias pueden ser muy, muy negativas", ha subrayado Fernández a raíz de que la ministra socialista de Transición Ecológica, Teresa Ribera, haya anunciado su intención de acelerar el proceso de descarbonización.

Frente a esa intención, Fernández ha asegurado que hay que tener en cuenta que España va a cumplir en 2020 con todos los parámetros exigidos por la UE de reducción de emisiones de gases invernadero, de incremento de la eficiencia energética y producción con energías renovables.

Asimismo, ha incidido en que España genera también menos toneladas de gases de efecto invernadero por habitante que la media europea, y muy por debajo de países como Estados Unidos.

Fernández ha asegurado que, en el caso de la minería, pedirá en la reunión que este mes va a tener con el presidente Pedro Sánchez, que promueva ante Bruselas una prolongación de la actividad de las minas que, en principio, deberán cerrar el 31 de diciembre o devolver todas las ayudas recibidas.

En Asturias, Hunosa cuenta con unos 1.300 trabajadores de plantilla y contratas, mientras que la cuenca suroccidental la minería da empleo a más de 600 trabajadores con tres empresas que ya se han visto muy afectadas por concursos y expedientes de regulación de empleo.

En cuanto a las térmicas, además de la que Hunosa tiene en Mieres, EDP cuenta con dos en Soto de Ribera y Aboño (Gijón), en la que se han acometido inversiones para reducir emisiones; Iberdrola con una en Lada que ya ha anunciado que quiere cerrar, y Fenosa con otra más en Soto de la Barca, que no ha acometido mejoras y que también podría verse abocada al cierre en 2020.

Aunque ésta última no ha concretado qué va a hacer, Fernández ha reconocido que con anuncios como los que se han hecho desde el Gobierno central difícilmente sus operadoras van a acometer inversiones.

A partir de julio de 2020 deben retirase de la producción o trabajar 1.500 horas al año, lo que es ineficiente para los operadores -ahora están activas entre 4.000 y 5.000 horas al año-, aquellas térmicas que no hayan invertido para reducir emisiones.

Esta directiva comunitaria dejaría a partir de esa fecha en funcionamiento las dos térmicas de EDP en Asturias, y otras tres en A Coruña, Almería y Campo de Gibraltar.

"Estamos hablando del cierre de dos centrales en dos años en Asturias y un empleo de cien trabajadores de media de alta calidad", ha subrayado Fernández, que ha reconocido que El Musel también se vería muy perjudicado por esas clausuras y por otras cuatro en Castilla y León que se abastecen de mineral de importación a través del puerto gijonés.

El pasado año, El Musel movió 21 millones de toneladas y de ellas unos 6 millones lo fueron de carbón de generación térmica, cantidad que supondría en 2020 una disminución sustancial y que podría conllevar para el puerto asturiano una pérdida de competitividad respecto a otros de la cornisa.

Fernández ha cifrado en 6.000 megavatios los que se dejarán de producir en dos años con carbón si siguen adelante las planes actuales de la ministra -de 10.000 se bajaría a 4.000- en un país que cuenta con un mercado de gas "muy ineficiente" y que puede derivar en una subida de la electricidad.

De hecho, ha asegurado que sin electricidad genera con carbón ésta hubiese subido un 8 por ciento más el pasado año.

La subida del precio de la electricididad afectaría también a la industria del todo el país, no solo a la asturiana porque si bien en Asturias ArcelorMittal produce 4 millones de acero, en España se producen un total de 14 millones, en su mayoría con hornos eléctricos a partir de chatarra por lo que debe tenerse en cuenta que esto es un problema nacional y no coyuntural.