‘El Rodat’ se vuelve a bailar en Castelserás con motivo de la hoguera de San Sebastián

‘El Rodat’ volvió a bailarse el jueves por la noche junto a la monumental hoguera de San Sebastián de Castelserás, que prendió pasadas las 22.30 horas ante una enorme expectación de vecinos y visitantes. Cientos de personas desafiaron al frío para ver arder las toneladas de leña apilada frente a la plaza del Ayuntamiento, en cuyo centro se levantaba el álamo de 20 metros de altura que  los vecinos plantaron hace dos domingos después de extraerlo de la ribera del río.

Los danzantes, al son de la dulzaina, bailaron la tradicional pieza popular, una adaptación de una antigua cantinela que tiene baile propio en Castelserás. Lo hicieron a un lado de la hoguera hasta que las llamaradas que ésta desprendía quemaban tanto que no tuvieron más remedio que retirarse hacia los lados de la plaza o al interior de la casa consistorial.

La pira de madera y ramas empezó a colocarse el sábado pasado, una vez se prendió la hoguera del puente, preámbulo de las fiestas. Se armó primero con todo tipo de leña gruesa de olivo y almendro y terminó de ‘vestirse’ para darle la forma definitiva con fardos de ramas secas de olivo que se habían preparado previamente. El ramaje y la leña ardieron sin problemas en cuanto los ‘caramballeros’, los portantes de las teas, empezaron a prender el ramaje exterior que cubría el montón de combustible vegetal que esperaba apilado ante la mirada de cientos de personas. El círculo humano que se había formado no tuvo más remedio que ensancharse a medida que las llamas crecieron en altura y resultó cada vez más insoportable mantenerse en las proximidades del fuego.

Los actos con motivo de la festividad de San Sebastián en Castelserás arrancaron a las siete de la tarde con la salida de la Corporación desde el Ayuntamiento  hacia la iglesia. La comitiva y sus acompañantes (Reinas y autoridades que participaron en la fiesta, entre otros) se dirigieron hasta la iglesia escoltados por los ‘caramballeros’, que prendieron ya en ese momento las teas con el fuego que luego se traspasaría a la hoguera grande. En la iglesia se celebraron unas completas y a su término se dispararon unos fuegos artificiales, antesala de lo que ocurriría un par de horas después en la plaza del Ayuntamiento.

Ya a las 22.30 horas, con una expectación desbordante y muchos nervios, el fuego de las teas prendió la monumental hoguera de San Sebastián y la música de las dulzainas acompañó a quienes se atrevieron a desafiar el calor ardiente de un fuego infernal que en pocos minutos pareció engullir toda la plaza.