Síguenos
El tren de Zaragoza vuelve a La Puebla de Híjar recibido por redobles de tambor El tren de Zaragoza vuelve a La Puebla de Híjar recibido por redobles de tambor
Los tamborileros de La Puebla de Híjar reciben al tradicional tren del tambor en esta estación. AZAFT

El tren de Zaragoza vuelve a La Puebla de Híjar recibido por redobles de tambor

Cientos de viajeros llegan en los vagones para vivir el cese del toque de la localidad
banner click 236 banner 236

Un tren que no solo cruza el territorio, sino que atraviesa el tiempo y la tradición. Así fue el viaje del Tren del Tambor, que este Sábado Santo volvió a surcar las vías del Bajo Aragón con el propósito especial, de llevar a los viajeros al corazón del Cese del Toque, una de las tradiciones mas singulares de la Semana Santa local y que a día de hoy se mantiene viva gracias al trabajo del Ayuntamiento de la localidad, la Asociación de Cofradías de la Semana Santa, la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y Tranvías (Azaft) y la compañía encargada de operar el tren, Alsa.

Desde Zaragoza hasta La Puebla de Híjar, el recorrido, además de partir desde un punto geográfico, fue también emocional para todos aquellos que representan la tradición y para los que nunca lo habían presenciado. La iniciativa no solo trata de un medio de transporte, es también un acto de aprecio a la cultura del territorio y por qué no, una forma única de vivir el tambor. Y en este viaje, como cada año, la llegada culmina con la parada en un momento que eriza la piel: el Cese del Toque de Tambores y Bombos a las 22:00 horas, cuando el estruendo de todos los vecinos y visitantes se detiene de golpe y el silencio se vuelve casi físico.

A las 16:00 horas de ayer, el tren llegó a La Puebla de Híjar, donde fue recibido entre aplausos, redobles y una marea de túnicas negras. Las cuadrillas de tambores y bombos guiaron a los recién llegados en un breve recorrido hacia el centro del pueblo, lo que inició así una jornada llena de actos para mostrar La Puebla en todo su esplendor.

Desde ese momento, los viajeros pudieron visitar el casco antiguo, la iglesia, infraestructuras históricas relacionadas con el agua, e incluso asistir a la exposición de los pasos procesionales de la localidad. También hubo una curiosa actividad: la oficina postal ambulante en el propio tren, donde los aficionados a la filatelia pudieron matasellar sus recuerdos con un sello conmemorativo exclusivo.

A las 18:00 horas, las calles de La Puebla procesionaron con el traslado de las imágenes al Calvario. Al finalizar, tuvo lugar el desfile de gala de los alabarderos, que recorrieron la calle Mayor con paso firme.

El cese

Pero sin duda, el acto que marca uno de los finales de la Semana Santa llegó a las 22 horas. Como una cuenta atrás emocional, La Puebla decía adiós a una gran semana vivida. Las cuadrillas seguían tocando, pero los redobles empezaban a sonar distintos, como despidiéndose. A esa hora exacta, como si alguien apagara el alma del pueblo por un segundo, los tambores y bombos enmudecieron todos a una. El Cese del Toque es un acto único en toda la Ruta del Tambor y el Bombo. En lugar de prolongar el estruendo hasta el amanecer, La Puebla elige parar. Para muchos visitantes, especialmente quienes llegaron en el Tren del Tambor, este fue el momento culminante de una experiencia que dejó huella tras su partida a las 23 horas.

Por su parte, Pedro Bello, alcalde de la Puebla de Híjar recordó el significado de esta gran tradición. “Durante unos años el Tren del Tambor se perdió, pero lo volvimos a recuperar con mucho esfuerzo. Hoy la vivimos con orgullo. Este acto es una forma de mostrar al mundo quiénes somos, qué sentimos y cómo vivimos el tambor”, dijo.

Bello también recordó que durante los años de pandemia se interrumpió el evento. Pero ahora, con el compromiso de todos aquellos que lo han hecho posible, “la tradición ha vuelto con la misma fuerza o más que antes”. El primer edil lo describió como “un acto diferencial”, entre todos los pueblos que conforman la Ruta del Tambor y Bombo.