Endesa confirma el Nudo Mudéjar de Andorra como el proyecto estrella de su estrategia para 2024-2026

El desarrollo energético de Endesa en el entorno del Nudo Mudéjar de Andorra es el “proyecto estrella” para la compañía eléctrica en el horizonte de los próximos tres años. La multinacional eleva la inversión en centrales renovables en la zona hasta los 1.700 millones de euros sobre un portfolio de 4.300 millones entre 2024 y 2026, lo que representa el 39,5% del total.

Así figura en la actualización del plan estratégico para los próximos tres años que fue presentado este jueves ante la comunidad inversora por el consejero delegado de Endesa, José Bogas, quien advirtió que un contexto de mayores costes financieros y de inflación puede afectar al ritmo de electrificación de la economía.

Esta coyuntura, unida a cuestiones regulatorias “críticas” a escala nacional y europea, han obligado a la empresa a reenfocar sus pilares y estrategias de crecimiento.

Sin embargo, la inversión en renovables se mantiene estable en 4.300 millones, para alcanzar los 13.900 megavatios (MW) de potencia ‘verde’ al final del plan y llegar así al 93% de la producción libre de emisiones en la Península Ibérica.

Una mayor apuesta por la eólica, que absorberá 1.600 MW (por 2.000 MW la solar), al tiempo que los proyectos de repotenciación eólica e hidroeléctrica, son las principales novedades respecto al plan anterior.

Los tres “proyectos estrella” en este campo son los de transición justa de Andorra, Pego (Portugal) y Galicia.

El primero supone una inversión de 1.700 millones de euros y estará en funcionamiento entre 2026 y 2027. El segundo requiere 700 millones de presupuesto para estar generando electricidad en 2026. Por su parte, la iniciativa gallega consiste en un conjunto de parques eólicos que suman 800 MW y una inversión del entorno de 1.000 millones para estar en marcha en 2025.

“Son proyectos de transición energética sostenibles financieramente, en los que buscamos oportunidades laborales a los empleados afectados por actividades que cesan apoyándoles con formación, desarrollando económicamente la zona con nuevas actividades económicas sostenibles de futuro”, indicó este jueves la compañía en una nota de prensa.

El hidrógeno, en duda

De esta forma, la inversión en el Nudo Mudéjar supone 200 millones de euros más de lo anunciado hace un año, cuando los directivos de la multinacional participada en un 70% por el grupo italiano Enel hablaban de 1.500 millones de euros para la construcción de más de 1.800 MW de nueva capacidad eólica y fotovoltaica hibridada. Se trata de 14 plantas renovables, siete eólicas y otras tantas fotovoltaicas que se ubicarán en Albalate del Arzobispo, Híjar, Samper de Calanda, Castelnou, Andorra, Calanda, Alcañiz, La Puebla de Híjar, Jatiel, y Alcorisa. El plan técnico incluye dos plantas de almacenamiento de baterías para ofrecer una mayor calidad y seguridad energética.

Además, la empresa planteaba un electrolizador de 15 MW para la producción de hidrógeno verde que ayudaría a descarbonizar industrias del entorno, así como la construcción de una fábrica de electrolizadores y un compensador síncrono que permitirá verter esa energía renovable con mayor calidad favoreciendo el buen funcionamiento de la red de transporte eléctrico.

Sin embargo, ayer Bogas explicó que la eléctrica descartaba inversiones en hidrógeno porque, "al menos hasta hoy”, esta tecnología “no tiene madurez para ser comercializada" y requiere "de muchos subsidios". Sí consideró que puede tener recorrido a partir de 2030.

Fuentes de la eléctrica emplazaron a una visita próxima al territorio del responsable de renovables de Endesa para el noreste de España, Ramón White, para aclarar si finalmente se cae la hidrogenera de Andorra, que no obstante es de una dimensión muy reducida si se compara con el macroproyecto de Copenhaguen Infraestructure Partners (CIP) para Andorra, de 500 MW escalables a 2.000. La planta de electrolizadores también estaría en duda según la nueva política.

8.900 millones

En total, la inversión contemplada en la nueva estrategia de Endesa para la Península Ibérica se mantiene en una línea continuista respecto al plan 2023-2025, situándose en 8.900 millones.

De ellos, 2.800 millones de euros brutos tendrán como destino las redes de distribución, 200 millones más que en el plan anterior pendientes de una mayor visibilidad sobre la revisión regulatoria de cara al periodo 2026-2031. Al respecto, Bogas incidió en que "todos" los reguladores y las agencias internacionales coinciden en que las redes van a ser uno de los motores, quizás incluso un cuello de botella, del proceso de transición, lo que hace necesario que, prácticamente, se duplique la inversión en ellas” prevista en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).  Para ello, reclamó un modelo regulador "justo, predecible e incentivador".

Además, Endesa mantiene su objetivo de la plena descarbonización en 2040, con la salida del carbón en el negocio insular como hito intermedio en 2027. Todo ello después del cierre en este año de la última central de carbón en la Península, As Pontes.

Por otra parte, en lo que respecta a la cartera de contratos en el mercado libre en España y Portugal, prevé un incremento hasta los 7,5 millones a cierre del periodo, frente a los 7,1 millones estimados a final de 2023, lo que ayudará a que el volumen total de ventas liberalizadas de electricidad a precio fijo crezca a 53 teravatios hora (TWh).

En el negocio de gas, apuesta por una recuperación de los márgenes tras el excepcional 2023 muy afectado por la volatilidad del mercado, al tiempo que la cartera de clientes se mantendrá plana en 1,8 millones, de los que 1,4 en el mercado libre. Se prevé un fuerte descenso en el uso de gas para producir electricidad en centrales de ciclo combinado.