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Escalada de despidos en la térmica: Nervión se suma a Maessa (47) y anuncia un ERE para 22 trabajadores Escalada de despidos en la térmica: Nervión se suma a Maessa (47) y anuncia un ERE para 22 trabajadores
Imagen de archivo de la central de Andorra

Escalada de despidos en la térmica: Nervión se suma a Maessa (47) y anuncia un ERE para 22 trabajadores

Cuenta atrás para el cierre de la central el 30 de junio
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Nervión, la contrata de limpieza industrial de Endesa en la central térmica de Andorra, comunicó este viernes al comité de empresa que inicia un procedimiento de despido colectivo para 22 trabajadores ante la finalización del contrato con la eléctrica el 30 de junio.

Escalada de despidos en la planta de generación. En plena negociación del ERE de Maessa, que afectará a 47 trabajadores, hoy la empresa de limpieza industrial anunció que el 25 de mayo iniciará las reuniones de cara a su expediente de extinción.
A diferencia de Maessa, que pretende despedir a los primeros 25 trabajadores el 29 de mayo, Nervión parece que mantendrá a su plantilla hasta el último día. A partir de ahí, nada más saben los trabajadores, que recibieron la carta a través de su enlace sindical, Ángel Villén.
“Nos van a sacudir bien a todos. Solo faltaba el tema del Covid-19 para enmarañar las negociaciones”, asumió el delegado. No por esperado duele menos, pero lo que más molesta a los trabajadores es la incertidumbre que están sufriendo. “El jefe de obra me dijo hace unos días que había contrato hasta el 31 de diciembre, pero que la extinción podría adelantarse al 30 de junio, y así ha sido”, asumió.
Aunque el Ministerio para la Transición Ecológica todavía no ha autorizado el cierre de la planta el 30 de junio –fecha prevista por la Unión Europea para aquellas instalaciones contaminantes que no han hecho las inversiones requeridas para continuar–, Endesa da por hecho que será así.
“Cuando ha rescindido con Nervión, intuimos que no será una de las que se va a quedar para hacer el desmantelamiento”, elucubró Villén ante el silencio que guarda la multinacional.
Los trabajadores pedirán, en primer lugar, continuar trabajando porque “hay faena: tenemos casi limpio el grupo 3, y en el 2 y el 1 está todo por limpiar; además, hay muchas zonas de carboneo –campa exterior– en las que hace falta limpieza”, pormenorizó Villén.
“Conocemos la instalación y sabemos cómo se trabaja; mejor que alguien que venga nuevo, que nos aguanten a nosotros, que además tenemos los cursillos que Endesa está exigiendo para el desmantelamiento”.
En caso de que su continuidad sea inviable, los trabajadores intentarán salir con la indemnización máxima que puedan rascar. “Todos somos indefinidos, salvo un contrato de relevo que está a punto de jubilarse”, dijo el presidente del comité. A diferencia de Maessa, los empleados de Nervión no están en ERTE por fuerza mayor. No obstante, de las 22 personas en plantilla, incluidos jefes, dos se encuentran de permiso retribuido y ocho de baja laboral en este momento, algunos por ser personal de riesgo que no debe trabajar en plena pandemia.
De modo que el negociado tiene varias aristas, pues el Estatuto de los Trabajadores impide expresamente despedir a empleados que están de baja. Se considera improcedente a todas luces.
La plantilla tiene una edad media que ronda los 54 años. “Hay gente que estamos aquí de toda la vida. Unos entramos en 1988, otros en 1986, otros en 1992… Hemos ido pasando de empresa en empresa, subrogados, desde Limpieza Bajo Aragón, que fue la primera, a Daorje, Ferrovial y Nervión”.
“Ahora, con diez años casi para jubilarte, ¿a dónde vas? ¿Qué empresario se arriesga a mover con la que está cayendo? Está el tema muy fastidiado. Si ya lo estaba y con la edad que tenemos, solo faltaba el Covid”, se resignó Villén.

Reunión con el ministerio
El trabajador de Nervión y miembro de la Plataforma de trabajadores de las subcontratas y por el futuro de Andorra y comarca, Nicolás Bespín, informó de que la próxima semana está prevista una videoconferencia con la asesora del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico Laura Martín Murillo, para hablar del Convenio de Transición Justa que ya llegará tarde para estos trabajadores. En la reunión participarán también los empleados de la auxiliares de la térmica de Compostilla (León).
“Tras la reunión por la Transición Justa en Andorra, en febrero, nos pidieron del ministerio documentación de todos los trabajadores y todavía no nos han contestado”, lamentó Bespín, que calificó de agua de borrajas el Acuerdo por una transición energética justa para centrales térmicas en cierre: el empleo, la industria y los territorios suscrito por el Gobierno central, los sindicatos y las empresas propietarias de centrales de carbón en proceso de cierre, que contempla que los subcontratados tengan una continuidad laboral en el desmantelamiento y en la construcción de los parques renovables. Pero los cursos de formación siguen sin realizarse y los despidos están en ciernes.