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Finalizan las obras de la primera fase de consolidación de la iglesia de San Antón de Híjar Finalizan las obras de la primera fase de consolidación de la iglesia de San Antón de Híjar
El consejero José Luis Soro y otros representantes institucionales, el martes ante la puerta del templo

Finalizan las obras de la primera fase de consolidación de la iglesia de San Antón de Híjar

La recuperación del templo proseguirá con financiación del Fite de 2017
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Las obras de la primera fase de consolidación de la iglesia de San Antón de Híjar, tras una inversión total de 298.247,02 euros a cargo de los fondos FITE 2016 y gestionado por el Gobierno de Aragón. De estos, 269.559,68 euros van con cargo al Fondo de Inversiones de Teruel (Fite) de 2016 (ejecución de obra, dirección de obra y estudio estructural), y el resto, 28.687,34 euros, con cargo al Fite de 2015 (redacción del proyecto y excavación arqueológica).

El consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, visitó este martes las obras realizadas.

Mayte Andreu, directora general de Vivienda y Rehabilitación del Gobierno de Aragón explicó que “al estado de deterioro que se apreciaba a simple vista en la iglesia se constató graves daños estructurales”. Esta situación llevó a realizar un estudio pormenorizado, que incluyó también excavaciones arqueológicas, y con el que se determinó la situación crítica que presentaban los estribos de la iglesia.

El resultado de este estudio obligó a la modificación del proyecto aprobado, definiendo nuevas soluciones adaptadas a la situación real de la Iglesia, centradas en la estructura y la cubierta. Mayte Andreu detalló que se ha actuado para “la consolidación y reparación de arcos, muros y estribos con técnicas de reconexión exterior e inyecciones a baja presión del interior de las fábricas, la ejecución de una cubierta más ligera que garantice que todos sus elementos estén en un equilibrio estable, el refuerzo de la estructura del coro y la estabilización de la zona más crítica- el estribo del coro- mediante la ejecución de un tirante estructural”.

Además, se ha procedido a la consolidación y restauración del alfarje que se ha dejado con una función meramente ornamental. Se han realizado inyecciones de resinas de poliuretano impermeabilizantes de consolidación en el interior de la iglesia para evitar las humedades por capilaridad, y se ha procedido al saneado general de fachadas, recuperando el ladrillo visto y enfoscando el tapial con mortero de cal.

Mayte Andreu señaló que con las obras se ha aprovechado para poner en valor nuevos elementos ocultos pertenecientes a la sinagoga y la iglesia posterior. Mayte Andreu ha señalado que son elementos como “los muros medianeros este y norte, un óculo en la medianera sur, así como un nicho a modo de hornacina en esta misma medianera con yeserías que se extienden por debajo del mismo hasta el suelo, ambos detrás del retablo mayor y un antiguo acceso a la sinagoga en el muro este.

Nuevas actuaciones con el Fite de 2017

La previsión es seguir invirtiendo en la recuperación de la iglesia. Se contempla la ejecución del suelo de la iglesia así como el forjado del coro; falsos techos y molduras de la zona del coro y la sacristía; revestimiento y pintura de las partes bajas de los muros interiores; la restauración de la puerta de entrada, la barandilla del coro y la reja de forja del campanario; así como las instalaciones eléctrica y de protección contra incendios. Se prevé una inversión cercana a los 280.000 euros.

Importancia histórica

Las excavaciones arqueológicas realizadas en la iglesia confirmaron su pertenencia a una sinagoga medieval anterior, lo que la sitúa como el ejemplo de mayor importancia de las escasas sinagogas constatadas arqueológicamente con fiabilidad en Aragón.

Además, revelaron la existencia de un asentamiento urbano de época ibero-romana bajo, al menos, la judería de Híjar. Estos descubrimientos arqueológicos motivaron la modificación del proyecto original, con el objeto de establecer las medidas necesarias que permitieran la conservación del patrimonio arqueológico durante las obras, obligando a modificar la solución propuesta para la resolución del problema de humedades ya que interferían con los restos arqueológicos hallados.

La ermita, de estilo mudéjar, fue construida a inicios del siglo XV. Forma parte del Conjunto Urbano de la Judería, Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés. Está ubicada junto al arco de entrada a la plaza de San Antón, centro neurálgico del antiguo barrio judío. Consta de una única nave dividida en cuatro tramos por tres arcos fajones de medio punto apuntados, con techumbre mudéjar de madera a dos aguas.