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Gran Premio extraño, con gente pero sin música ni barras en las calles de Alcañiz Gran Premio extraño, con gente pero sin música ni barras en las calles de Alcañiz
Muchos aficionados, el sábado por la tarde en la plaza de España, rodeando un motero que hacía ‘rugir’ su moto

Gran Premio extraño, con gente pero sin música ni barras en las calles de Alcañiz

Lo más complicado para las fuerzas de seguridad: que se cumpla el cierre de bares a las 00.30h
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La pandemia de covid-19 y las restricciones horarias por las condiciones higiénico-sanitarias han marcado este aún atípico Gran Premio de MotoGP que empieza a alejarse de la sobriedad de la última edición -cuando no se autorizó público en las gradas- y se empieza a parecer algo al Mundial de los ocho años anteriores. Aún con todo, la ausencia de música ambiente y de barras en las calles y plazas deja una sensación chocante, por la presencia de decenas de aficionados al motor y a la moto que se siguen divirtiendo, pero esta vez más por el ruido de los acelerones de la motos que por la música ambiente, que no la hay.

Lo más complicado de batallar para las fuerzas de seguridad en esta edición en las calles de Alcañiz ha sido el cumplimiento del horario de cierre. A las 00.30 horas la hostelería tiene que echar el cierre, cuando para algunos a esas horas la fiesta nada más acaba de empezar.

La Policía Local de Alcañiz ha distribuido sus 15 efectivos disponibles en tres turnos de trabajo desde el viernes. Junto a ellos cientos de agentes de la Guardia Civil, entre ellos las unidades de seguridad ciudadana de la Guardia Civil desplazadas desde Zaragoza y Grupos Rurales de Seguridad que, por la noche, se han encargado de que se cumpla la normativa sanitaria.

Para garantizar que cumplen con el cierre horario, los hosteleros de Alcañiz “nos solicitaron tener disponibles barras en las calles para no tener gente dentro de los establecimientos y poder dar servicio fuera; de esta manera, evitan tener que echar del interior a personas que quizá, a las 00.30 de la noche, no quieren salir del local, porque están de fiesta”, explicó el Jefe de la Policía Local, Pedro Obón.



En este sentido, una de las preocupaciones de los agentes  este fin de semana han sido los botellones y las quedadas para después del cierre hostelero y se ha contado para ello con “muchos refuerzos” para “intentar evitarlo. Junto a esto, también se ha hecho hincapié en las autocaravanas. Que este año no haya zonas de acampada como la del circuito o la del túnel y que se cuente solo con la oferta del camping para este tipo de demanda de alojamiento ha puesto todas las miradas en furgonetas y camper. “Creemos que mucha gente optará por alquilar furgonetas o autocaravanas, así que se han habilitado dos zonas extraordinarias -que se añaden a la que ya funciona en la carretera de Zaragoza-  en la parte trasera del recinto ferial y en el campo de fútbol de Puigmoreno”, explicó Obón. Aparte de todo ello, apostilló el Jefe de la Policía Local, “hay que tener en cuenta que las autocaravanas y furgonetas tienen las explanadas de los supermercados para ubicarse”.

No están muy equivocadas las fuerzas de seguridad en esta previsión. En la zona de aparcamiento situado en la parte trasera del campo de fútbol hay unas decenas de personas que duermen en autocaravanas y furgonetas. El grupo más numeroso es el de unos jóvenes del barrio de Vallecas de Madrid que se desplazaron el viernes hasta Alcañiz, algunos en moto y otros en los vehículos que les servirán de alojamiento durante tres días.

El grupo suele desplazarse por los grandes premios de España, sobre todo Alcañiz, Jerez y Cheste, en busca de “libertad y de disfrutar de la moto”, explicaron Toni, David y Alex, tres miembros de este grupo. El año pasado “nos lo perdimos, porque no había público”, comentaban mientras se protegían bajo la sombra de la autocaravana, “y este año hemos venido por probar el ambiente, a ver lo que hay”.

El grupo de madrileños siempre recala en este mismo punto cuando viene a disfrutar de varios días de fiesta durante el Gran Premio de Aragón. Junto a ellos estás otra pandilla, también en otra autocaravana desde la que ondea una bandera de la Comunidad Valenciana. Los dos grupos coinciden en el mismo lugar y se conocen desde hace años.



La acampada libre  está prohibida y para evitarla se han cerrado dos pasos de acceso al río Guadalope situados junto al colegio Emilio Díaz y los torreones. También está cerrado al tránsito rodado el acceso a los lavaderos, según Obón.

Para los agentes locales, el Gran Premio “supone un esfuerzo extra”. Las incidencias más habituales son los caballitos, la invasión de las motos de las zonas peatonales, la ocupación de un vado... y a todo ello hay que añadir las como quejas por el ruido de las motos o las atenciones que hay que realizar en casos de intoxicaciones etílicas o por caídas.

Este año, el dispositivo de seguridad ha sido el habitual de ediciones prepandemia, “como si fuera la misma MotoGP de siempre, pero la diferencia es que al no haber discomóvil ni fiestas en la calle no se ha cortado al tráfico de la plaza de Santo Domingo ni tampoco el de la plaza de España, en la que tampoco podríamos hacerlo, porque al estar cortada la calle San Pedro es la única vía de salida del Parador”, comentó Obón.

Con todo, lo más complicado en este Gran Premio de MotoGP de 2021 ha sido convencer a los aficionados que se han desplazado hasta Alcañiz de que, por normativa higiénico sanitaria, a las 00.30 de la medianoche los bares están obligados en Aragón a dejar de servir comidas y bebidas. Difícil, cuando el ambiente motero nocturno pide fiesta, música y está acostumbrado a ver salir el sol.

 

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