Impulsar un modelo cultural rural sostenible, idea clave en la sesión de Ocrea de Alcañiz
La jornada reúne a ciudadanía, instituciones y sector creativo para consensuar criterios de futuroLa tercera y última jornada presencial del proyecto Ocrea -el Observatorio de Creación Cultural en Entornos Rurales de Aragón- reunió ayer en el Espacio de Creación Artística Liceo de Alcañiz a agentes culturales, representantes institucionales, colectivos vecinales y profesionales del desarrollo territorial. El encuentro, dirigido por la investigadora de la Universidad de Zaragoza Rosana Sanz Segura, cerró el itinerario iniciado en Jaca y continuado en Cariñena, y permitió contrastar diagnósticos, compartir problemáticas comunes y fijar criterios estructurales para la elaboración de un anteproyecto cultural aplicable a municipios rurales de todo Aragón.
La sesión evidenció que la realidad cultural del medio rural aragonés se sostiene sobre un fuerte tejido social. Hay potencial, pero continúa condicionada por déficits persistentes. La estacionalidad de la oferta, la ausencia de un mapa actualizado de espacios y agentes, la dispersión de iniciativas sin coordinación y la dificultad de que las localidades más pequeñas accedan a programaciones estables fueron algunas de las carencias destacadas.
Al mismo tiempo, asociaciones como la de Mujeres de La Pesquera de Beceite reivindicaron las fortalezas del territorio: un espacio aún “por construir” que permite abrir nuevas vías de experimentación cultural, la capacidad de co-creación con la ciudadanía y la voluntad de “pasar del ego al eco”, generando modelos menos jerárquicos y más colaborativos.
Este análisis se integró en un amplio ejercicio Dafo, donde también se identificaron amenazas relevantes -falta de financiación municipal, riesgo de sustituir la cultura local por propuestas externas, o la dificultad de conocer todo lo que se está haciendo en el territorio- y oportunidades clave, como la apertura a proyectos innovadores respetuosos con lo existente o la creación de herramientas de gestión vivas y accesibles
Metodología
Por su parte, Sanz, la directora del evento explicó que la estructura de la sesión buscaba integrar la experiencia de los distintos perfiles implicados en la cultura rural para ir un paso más allá de la estructura de la ciudad. “Hemos trabajado con cuatro grupos clave porque solo desde la convivencia de sus visiones puede construirse una guía metodológica sólida”, señaló.
El taller se desarrolló inicialmente en salas independientes para que cada ámbito diagnosticara su realidad específica. Más tarde, los grupos se reconfiguraron para trabajar de forma transversal, y generaron propuestas comunes sobre qué debe contener un anteproyecto cultural: indicadores para medir impacto, agentes que deben participar desde el inicio, estudios previos necesarios, fuentes de financiación, mecanismos de gobernanza y criterios de sostenibilidad.
Sanz subrayó que la complejidad del proyecto “reside en integrar lenguajes distintos -el académico, el técnico, el ciudadano y el profesional-. Cuando logramos que dialoguen, alcanzamos soluciones que no responden solo a una intuición, sino a una estructura compartida”, aclaró.
Técnicos del Centro de Innovación Territorial de Teruel, del Ayuntamiento de Alcañiz, de Omezyma y de Caja Rural (entre otros) aportaron una visión operativa del panorama cultural rural. Coincidieron en que existen experiencias muy valiosas -como el Laboratorio de Torrecilla- cuya continuidad depende de superar la precariedad laboral y organizativa que afecta al sector. Se mencionaron casos de éxito en Castellón y Tarragona, donde la coordinación público-privada está permitiendo planificaciones estables. Asimismo, se informó de que el Ministerio de Cultura ha autorizado el uso de fondos Leader para desarrollar un proyecto similar en zonas limítrofes, lo que favorecerá nuevas conexiones territoriales.
Los participantes insistieron en que “hay mucho talento que debería sostenerse para que pueda verse aquí”, subrayando así la necesidad de más acompañamiento técnico, capacitación y recursos humanos para equiparar la calidad del trabajo cultural rural a la de las ciudades. El proyecto Ocrea ha recogido más de 150 testimonios directos en sus tres sedes, una base amplia que facilitará la elaboración de una guía metodológica destinada a ayudar a los municipios en el diseño de proyectos culturales sólidos. Ante este hecho,
Sanz destacó que “hay cuestiones muy territoriales que varían por provincia, pero también hay necesidades que se repiten en todos los talleres. Esta fase nos permite identificar patrones y construir una herramienta útil para quienes impulsan cultura en lo rural”, concluyó.
Este proyecto está financiado por Ocre, Gobierno de Aragón y se enmarca dentro de su programa de apoyo I+D+i.
El PSOE llevará a Comisión una PNL para reforzar la cultura en municipios pequeños
El Grupo Parlamentario Socialista presentará ante la Comisión de Política Territorial, una Proposición No de Ley (PNL) que busca impulsar políticas públicas adaptadas a los municipios rurales de menos de 5.000 habitantes. El texto aún no se ha formalizado y su recorrido dependerá completamente de lo que ocurra próximamente: los grupos podrán apoyarlo, rechazarlo o plantear enmiendas que modifiquen su contenido.
El texto de los socialistas recoge un enfoque similar al impulsado en Aragón por Ocre -el Observatorio de Creación Cultural en Entornos Rurales-, cuyos trabajos han puesto sobre la mesa esta necesidad de impulso y es por ello que desde el propio observatorio se les animó a ello. Los socialistas trasladan ese marco a escala estatal, destacando que los entornos rurales requieren herramientas específicas basadas en evidencias y participación comunitaria.
El documento parte del mandato constitucional del artículo 44.1, que obliga a los poderes públicos a garantizar el derecho de acceso a la cultura. Sin embargo, recuerda que la realidad demográfica española con el 80% de los municipios por debajo de los 5.000 habitantes. La PNL sintetiza su planteamiento en una estrategia basada en reforzar la sostenibilidad de los proyectos culturales, consolidar redes de mediación que conecten ciudadanía y administraciones, impulsar la innovación pública y el intercambio con la comunidad científica, integrar de manera transversal la dimensión territorial en las políticas culturales, ampliar la financiación y el acompañamiento técnico a pequeñas entidades locales y mejorar la cooperación interadministrativa para garantizar igualdad de acceso en todo el territorio.
