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Jaganta, un barrio de Las Parras que abrió la emigración por el cierre de las minas Jaganta, un barrio de Las Parras que abrió la emigración por el cierre de las minas
Jaganta cuenta ahora con dos decenas de vecinos. Pedro Pérez

Jaganta, un barrio de Las Parras que abrió la emigración por el cierre de las minas

La diáspora empezó en los años cincuenta del siglo pasado
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Jaganta es un barrio de Las Parras de Castellote, que abrió la emigración con el cierre de las minas de lignito. Fue en los años cincuenta del siglo pasado cuando la población, que llegó alcanzar 200 vecinos, se marchó principalmente para Barcelona, Zaragoza  y Madrid. En la actualidad hay  20 vecinos empadronados en Jaganta, casi todos jubilados. En Jaganta destaca su naturaleza y una almazara de aceite que se ha reconvertido en  museo. 
  El pequeño núcleo de Jaganta en el que están empadronados apenas una veintena de personas, casi todas jubiladas, vivió años florecientes con la explotación del carbón, que terminó en los años cincuenta del siglo pasado, abriendo con ello la emigración minera. El jubilado Luis Viñals Espada reseñó que Jaganta llegó a contar entre los 150 y los 200 vecinos con escuela propia para niños y para niñas. “Al cerrarse las minas de carbón en los años cincuenta del siglo pasado la gente empezó a emigrar a Barcelona, Zaragoza, Madrid”.
Pese a la emigración, el arraigo que han tenido los hijos de Jaganta ha permitido que las casas y el pueblo esté como un pincel, muy cuidado y limpio. No se ven casas en ruina en ninguno de los dos barrios que se divide la localidad. 
El propio Luis Viñals Espada emigró a Barcelona siendo adolescente pero con la jubilación donde mejor está es  en su pueblo, con su huerto, campos de cultivo, su casa y esperar con su mujer  la visita al pueblo de los hijos y nietos que residen en Barcelona. “Aquí tengo una paz y una tranquilidad que en Barcelona no se tiene. Además con la crisis sanitaria de la Covid se está más seguro en el pueblo que en ningún otro lado”, comentó.
Además del huerto y vivir tranquillo en Jaganta, Luis Viñals enseña a los visitantes la almazara de aceite. Una histórica almazara que es del pueblo  que fue  construida en el siglo XVII y restaurada en 1995, conservándose en perfecto estado y ejemplifica a la perfección el proceso preindustrial de la molturación de la oliva, con el fin de obtener el tan apreciado aceite de oliva de la Tierra Baja. La almazara conserva la maquinaria tradicional. El ruello de piedra con el que se machacaban las olivas se accionaba a sangre, un animal de carga giraba para accionar el mecanismo y obtener la pasta de oliva, que pasaba a la gran prensa de libra, compuesta por una enorme viga que consta de seis maderos unidos por piezas metálicas. Ésta actuaba a modo de gran palanca, accionada por un contrapeso o enorme piedra de unos 3000 kilos. Una vez prensada la pasta de oliva, se echaba agua caliente a los pies de la prensa, para que el aceite discurriese fácilmente por las canaletas hasta las pilas, donde ambos líquidos se separaban por decantación. Viñals, que sigue trabajando los olivos para consumo familiar, es un entusiasta de la almazara de su pueblo y al ser solo museo las olivas que recoge las lleva a una pequeña almazara todavía activa en Estercuel.
Jaganta de servicios no anda mal. “La carretera está bien a Castellote, que es donde puedes comprar el pan o en Mas de las Matas”. Esta actuación se hizo gracias al Plan Miner, ya que fue una zona minera de la cuenca de Castellote, según recuerdan los carteles que jalonan la carretera. “Además, la carretera a Las Parras de Castellote y a Aguaviva nos han dicho que la van arreglar en dos o tres años. Tenemos consultorio médico, que viene una vez a la semana. Las comunicaciones telefónicas también están bien con los repetidores de Castellote. Disponemos de buena cobertura, de buena señal. Antes había que ir a los altos para coger señal y ahora tenemos señal dentro de las casas. No tenemos problemas con el agua y las casas están arregladas”. Jaganta de Castellote dista apenas 6 kilómetros.
El pueblo de Jaganta conserva sus tradiciones y sus fiestas. Viñals valoró que en las fiestas de agosto hay hasta vaquillas en la plaza de toros propia que tiene la localidad.
En esta línea, Luis Viñals, que fue concejal en la anterior mandato municipal en Las Parras de Castellote, recordó que la cubierta de la iglesia se arregló hace tres o cuatro años gracias al convenio que pone una parte la parroquia, otra la Diputación de Teruel y otra Ibercaja. “La iglesia está bien, falta pintar, el interior. El cura viene cuando se le llama”, comentó. 

Iglesia
La iglesia de Jaganta es el principal edificio patrimonial que tiene la localidad. La iglesia está dedicada a San Felipe y Santiago. Fue construida en el siglo XVIII en estilo barroco y sobre su portada puede leerse la fecha 1742. Edificada en piedra sillar, presenta rasgos de un elegante estilo barroco, en el que destaca su bella portada, a modo de templete flanqueado por estilizadas guirnaldas vegetales. El tercer edificio emblemático de Jaganta es  la ermita de San Pedro Mártir. Los cipreses embellecen el entorno de esta edificación, enlucida y pintada en blanco fue construida en 1795, en estilo barroco. 
Igualmente otro gran atractivo que tiene Jaganta es la naturaleza en los alrededores mismos de la localidad. Numerosos senderistas disfrutan de sus paisajes, del barranco de Los Infiernos, pero en el pueblo no queda ya ningún alojamiento desde que cerró la casa de turismo rural que había y el bar solamente se abre en el mes de agosto.